Cargando...
El doctor Wilson Agüero, pediatra infectólogo, informa que el resfrío común es una enfermedad aguda, de naturaleza viral, que afecta al tracto respiratorio superior, en variados grados. Los datos más frecuentes en los pacientes son estornudos, congestión nasal y rinorrea, dolor de garganta, tos, fiebre leve, cefalea y malestar general. Puede ser causado por miembros de varias familias de virus, los más comunes agentes causales son los rhinovirus, de los que existen más de 100 serotipos diferentes.
“Un punto a resaltar es que las estadísticas del primer mundo nos relatan un 30% de prescripciones de antibióticos para pacientes con resfríos comunes, por ende, en esta patología se demuestra un mal manejo habitual de los antibióticos, aún en poblaciones consideradas de primer mundo”, manifiesta.
Por su parte, la doctora Julia Coronel, pediatra, enfatiza que “el resfrío común o las infecciones respiratorias altas ocurren con frecuencia durante el verano. Los lactantes y escolares pueden sufrir el resfrío común, de entidad autolimitada, –es decir que su duración está restringida por su propio patrón–. Entre los diferentes virus destacan el coronavirus, parainfluenza, virus sincitial respiratorio y a no olvidar que seguimos teniendo en verano infecciones por influenza a y b”.
Añade que “estos agentes pueden sobrevivir en las manos hasta por dos horas y en fomites (cualquier objeto carente de vida o sustancia que si se contamina con algún patógeno viable, tal como bacterias, virus, hongos o parásitos; es capaz de transferir este patógeno de un individuo a otro), hasta por muchos días”. Añade que “el período de incubación es amplio: de uno a cinco días o hasta incluso siete y la carga viral en secreciones es más acentuada en los primeros dos a tres días de la infección”.
El doctor Agüero explica que la transmisión se hace a través del aire, con gotitas de saliva de estornudos, tos. En cuanto al cuadro clínico, se percibe la congestión nasal que dura cinco días aproximadamente, más intensa al tercer día de la enfermedad; lo mismo se puede decir de la rinorrea.
“La tos se reporta en aproximadamente la mitad de los pacientes. La fiebre siempre es de baja a moderada intensidad (hasta 38,5 ºC), y uno de cada cinco pacientes presenta cefalea. Si bien la enfermedad en sí no reviste gravedad, predispone a complicaciones que eventualmente podrían llevar a cuadros más graves, como: otitis media aguda, bronquitis, laringitis, neumonías, entre otros”, apunta.
Es ideal visitar al pediatra y no medicar a los chicos, que deberán descansar y beber agua, jugos, lácteos y caldos.
Medidas sencillas y efectivas
El doctor Agüero afirma que el diagnóstico se establece basado en la historia clínica del paciente, empezando por las posibilidades de contacto con personas enfermas.
La doctora Coronel habla sobre las precauciones, como por ejemplo, evitar tocarse los ojos, nariz y boca, así como limpiar objetos y superficies que puedan estar contaminados, picaportes, teclado de computadoras, escritorios, llaves de luz y los teléfonos celulares, con un trapo embebido en el limpiador doméstico de uso habitual.
Recuerde que “los virus del resfrío son relativamente frágiles, así que las prácticas regulares de limpieza son suficientes. Sin embargo, los utensilios para comer y la ropa de cama utilizados por una persona enferma no necesitan ser lavados por separado”.
El doctor Agüero menciona que “se aconseja la ingesta de abundante cantidad de líquidos (que permitirá la fluidificación de las secreciones respiratorias), el uso de paracetamol en caso de fiebre, y eventualmente suero fisiológico en spray en las fosas nasales”.
Añade que “no existen vacunas para el resfrío, y los infantes que van a guarderías deben permanecer en la casa por un par de días tras la curación”.