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La doctora María Cruz Careaga, especialista en endocrinología y metabolismo por el Hospital Clinic de Barcelona, dice que “existe un grupo de mujeres en riesgo de desarrollar Diabetes gestacional, aquellas con familiares de primer grado (padres y hermanos) con diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2. Son mayores de 30 años, portadoras de sobrepeso u obesidad, con diagnóstico de síndrome de ovarios poliquísticos, antecedentes de diabetes gestacional en embarazos previos. También puede que haya antecedentes obstétricos anteriores de macrosomía fetal (cuando el peso del recién nacido supera los 4 kilos) y una historia previa de malformaciones fetales o mortalidad perinatal que también tienen mayores probabilidades de desarrollar la enfermedad”.
La diabetes gestacional, según aclara, “se presenta sin síntomas y puede aparecer a partir del segundo trimestre de embarazo, ya que toda hiperglucemia (aumento del nivel de glucosa en sangre) detectada en el primer trimestre de embarazo sería una diabetes pregestacional”.
En cuanto al diagnóstico de la diabetes gestacional, la doctora explica que “se realiza con un análisis de sangre, solicitado a todas las mujeres embarazadas entre la semana 24 a 28 de gestación, llamado TTGO, o test de tolerancia oral a la glucosa, que consiste en la extracción de dos muestras de sangre con un intervalo de 120 minutos. Una de ellas en ayuno de ocho horas y la siguiente tras 75 gramos de glucosa”.
La consulta con el endocrinólogo
Una vez realizado el diagnóstico, la paciente deberá consultar con un especialista en endocrinología y nutricionista con el fin de iniciar el tratamiento.
La doctora Careaga afirma que “el abordaje terapéutico de estas pacientes deberá ser multidisciplinario, es decir un equipo conformado por ginecólogo, endocrinólogo y nutricionista.
El automonitoreo
El tratamiento de la diabetes gestacional “se basa principalmente en automonitoreo de glucemia capilar, cambios de estilo de vida, e insulinoterapia”.
La huella que deja la enfermedad
La doctora Careaga reflexiona acerca de la huella que impregna la diabetes gestacional: “deja a la paciente con aumento de riesgo metabólico, ya que toda mujer que haya sido diagnosticada con esta condición presenta entre siete y ocho veces más riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2 en los siguientes 5 a 10 años, si no se adhiere a los cambios de estilo de vida y abandona sus controles médicos periódicos”.
Asimismo, recientes estudios de seguimiento de hijos de madres con este diagnóstico, “expuestos a hiperglucemia materna in útero, revelan un aumento de riesgo de resistencia a la insulina y obesidad en la infancia”, con todos los inconvenientes de dicho proceso.