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La lactancia materna es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita para su buen crecimiento y desarrollo. Es el alimento único e insustituible, que reduce el riesgo de enfermedades como bronquiolitis y neumonía.
La doctora Marta Herrera, pediatra, apunta que durante el embarazo el cuerpo de la mujer se prepara para producir el alimento adecuado para el bebé, por lo cual no es normal que una madre tenga poca leche. Son raras las causas médicas que lo justifiquen. La mayoría de las veces se debe a una mala técnica de lactancia.
Recuerde que “la producción de leche depende más bien de la frecuencia de succión del bebé durante el día y la noche; por eso se enseña que para lograr una lactancia exitosa esta debe ser a demanda del bebé. Cabe resaltar que el recién nacido puede necesitar mayor volumen en una toma que en otra, y sus requerimientos van modificándose con el paso de las semanas”.
Por su parte, la doctora Mirian Ortigoza, pediatra, informa que, en caso de ser necesario, se extrae la leche materna, y contempla tres pasos a seguir: preparación, estimulación y extracción.
“La preparación consiste en lavarse bien las manos con agua y jabón, mantener las uñas cortas y limpias y tener a disposición los envases adecuados, idealmente de vidrio. En cuanto a la estimulación se logrará al colocar las yemas de los dedos sobre la mama y luego proceder a realizar movimientos circulares desde la base hasta la punta”, acota.
La doctora Herrera enfatiza que “uno de los principales motivos de que el bebé rechace el pecho materno es la introducción temprana del biberón con fórmulas, pues el pequeño rápidamente se acostumbra, y se produce la ‘confusión de pezón’, porque para mamar, la posición de la boca, la lengua, los movimientos de los músculos maxilares y otros son diferentes”.
También refiere que “otro de los motivos es la mala técnica de lactancia, en que no hay transferencia de leche del pecho al bebé debido a mala posición o mal agarre. Los signos de buen agarre son: observar más areola sobre el labio superior del bebé, la boca bien abierta, el labio inferior hacia afuera y el mentón tocando el pecho”, culmina.
El primer y único alimento
- Se recomienda y fomenta la lactancia materna exclusiva los seis primeros meses de vida, y continuar a demanda, junto con otros alimentos, hasta los dos años o más, según el niño y la madre lo deseen.
- La leche materna debe ser el primer y único alimento que recibe un recién nacido, sea sano o enfermo; en este último caso, con más razón; y se utilizará la leche de fórmula en situaciones especiales, bien justificadas.
- El padre del bebé podrá ayudar a través de los masajes en la espalda de la madre, en ambos lados de la columna vertebral, lo que logra que la mujer se relaje y produzca mayor cantidad de leche.
- La extracción siempre será gradual, en forma manual o con extractores a pila o los eléctricos.
- Debe hacerse con los cuidados higiénicos, como lavado de manos, manteniendo las uñas cortas. Se recomienda no hablar durante la extracción y recogerse el cabello.
- La leche extraída a temperatura ambiente debe ser administrada inmediatamente. Puede ser refrigerada hasta dos días y congelada en heladera dos semanas. Si es en un freezer se podrá mantener dos meses aproximadamente”.
- Los cólicos son normales durante el proceso madurativo del sistema digestivo; pueden presentarse en los que maman, y en los que toman leche de fórmula, con mucha más intensidad, porque esta última tarda mucho tiempo en ser digerida, y las deposiciones son menos frecuentes.