#UNAnotecalles es una cátedra de civismo

“Cuando fui a la marcha del 18, dije: 'Acá me juego al todo o nada'; sabía que después me iban a perseguir. Si no surgía #UNAnotecalles, yo no estaría más en la facultad”, confiesa Sofía Albertini (23), estudiante de Veterinaria en la Universidad Nacional de Asunción. Menciona que las movilizaciones son una cátedra de civismo para la sociedad y espera que el pueblo paraguayo las tome como ejemplo y traslade a otras instituciones públicas.

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Sofía forma parte del consejo de delegados conformado recientemente en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNA y acampó en el campus junto con cientos de universitarios que reclaman una institución educativa libre de corrupción. Cuenta que el anterior centro de estudiantes velaba por los intereses de las autoridades y perseguía a los alumnos en vez de representarlos.

Relata que en su facultad los alumnos son constantemente amedrentados, no solo por exdirigentes estudiantiles, sino también por funcionarios que, además, intimidan a los docentes honestos. “Hay gente que por compartir publicaciones que van en contra de las autoridades ya reciben un estate quieto”, revela.

Menciona que por miedo los estudiantes no se animaban a hablar, pero al fin se dieron cuenta del poder que en realidad tienen. Sofía es alumna del quinto año, por lo que ya está en la etapa final de su carrera, y dice sentir una gran satisfacción al ser parte de las manifestaciones y aportar algo para sanear la UNA. “No perseguimos gente nomás; queremos un cambio real y una educación de calidad”, afirma.

Explica que no le importaría perder meses de clases o terminar la carrera en otra universidad, pero que, junto con el consejo de delegados, va a hacer lo posible para culminar bien el año lectivo. También expresa que las redes sociales son útiles en las manifestaciones, pero los jóvenes ya no deben esconderse tras un teclado: “Es una lucha en la que tenemos que estar presentes y defender nuestros derechos”.

“La plata que es desperdiciada en rubros a planilleros debería ser utilizada para pagar a buenos profesores y mejorar la infraestructura de las facultades”, afirma. “Los estudiantes estamos dando una cátedra de civismo a la sociedad y espero que el pueblo tome esto como guía para empezar a trasladar todo lo que está pasando en la UNA a otras instituciones públicas”, insta la joven.

Por Ana Jazmín Lezcano (19 años)

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