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Siempre se dice que la familia no se elige; no obstante, tenemos la posibilidad de escoger a nuestros amigos. Normalmente, tendemos a establecer una relación de amistad con alguien que se asemeja a nosotros, en cuanto a personalidad, carácter o gustos. Sin embargo, muchas veces, podemos ser totalmente opuestos el uno del otro.
Entre las chicas siempre hay una bff, la que es como tu mamá y, al mismo tiempo, tu hermana, la que cumple perfectamente el rol de psicóloga, pues te escucha, aconseja y advierte. Es esa persona que nunca te juzga a pesar de tus errores; es más, seca tus lágrimas y, mágicamente, te hace reír en pocos segundos.
Así también, entre los muchachos nunca faltan los que te apoyan y dan ánimo cuando estás bajoneado. Siempre te van a poner mejor invitándote a comer una pizza y jugar play o, simplemente, con un buen futbolacho. Pese a que “los perros” son más cerrados para expresar sus sentimientos, te muestran su cariño con un akapete o dándote unas palmadas por la espalda cuando algo va mal.
Muchas personas ya pasaron en tu vida, desde tus vecinitos, quienes seguramente fueron tus primeras amistades, pues con ellos aprendiste a jugar y discutir, hasta tus compas del colegio o la facu, con quienes a diario convivís y compartís las mismas desesperaciones a la hora de rendir o presentar un trabajo práctico.
A pesar de toda la gente que ya pasó en tus diferentes etapas, sin duda, siempre hay alguien con quien llevás años de amistad y parece ser que ese lazo nunca se romperá. Esa persona que es como tu alma gemela, la que conoce a todos tus parientes y hasta la incluyen en los viajes o acontecimientos familiares.
Tomate un tiempo para saludar a todos esos amigos que forman parte de tu vida, pero, sobre todo, valoralos, pues, en ocasiones, quizás sean las únicas personas que estén en las malas. Demostrales tu amor con hechos y que no se quede todo en el collage de fotos y la carta que le dedicaste en Facebook.
Por Valeria Candia (19 años)