¡Disfrutá de un rico postre disponible en Instagram!

Cocinar durante la mayor parte del día y estudiar a la par no les resulta nada fácil a Génesis Cabello (23), Paulina Montanaro (22) y Florencia Reinau (20); tres jóvenes que con deseos de trabajar y preparar novedosos postres decidieron abrir una tienda virtual de dulces. Ellas no poseen un espacio físico pero aprovechan las redes sociales como el Instagram y el Facebook para ofrecer sus productos.

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Las chicas se conocieron en el colegio y desde entonces son amigas inseparables. Las ganas de cocinar y realizar un nuevo emprendimiento las motivó a abrir una miniempresa de dulces llamada Candela Postres. “Empezamos preparando tortas, biscochuelos y muffins para nuestros amigos, la familia, los profesores y luego nos fuimos extendiendo a más clientes”, relatan.

Pese a que las chicas no se especializaron en repostería, recibieron ayuda de una persona cercana a ellas: “La abuela de Patricia estudió confitería y nos enseñó trucos de cocina que jamás hubiésemos aprendido solas, para nosotras fue como una profesora”. También buscan recetas en internet para el preparado de los postres, pero siempre le agregan un toque especial que las identifica.

Las amigas se dividen los trabajos para así agilizar la entrega de los pedidos: Génesis se encarga de interactuar con los clientes, mientras que Paulina y Florencia cocinan. Aunque aseguran que Flopy es la artista principal, puesto que ella elabora el decorado de la mayoría de los dulces. “Nuestros preparados se caracterizan por la originalidad, muchas de las tortas tienen dibujos de caricaturas, algunas por ejemplo llevan la cara de un pollito, chanchito, león, entre otros”, afirmaron.

Estas jóvenes trabajadoras apenas tienen tiempo libre para despejarse y realizar otras actividades, pues la mayor parte del día se encuentran elaborando los pedidos, luego van a la facultad y para el final de la jornada llegan “muertas de cansancio” a sus casas. Sin embargo, manifestaron que la reacción positiva de las personas cuando ven los postres es lo que las motiva a seguir con este emprendimiento.

Finalmente, comentaron que desean expandirse. Quizás en el futuro disponer de un local de donde salgan todos los pedidos y así poder contratar a personas que las ayuden con el trabajo.

Por Sandra Villalba (19 años)

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