Proyectar

Su versatilidad en obras de gran y pequeña envergaduras, así como el compromiso y la excelencia que sobresalen en sus proyectos hacen de Julia Inés Galanti (38) una pieza clave para el desarrollo edilicio del Paraguay.

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La profesional dio sus primeros pasos en el estudio de su padre, Humberto Galanti y Asociados. Tras finalizar sus estudios y recibirse con medalla de oro en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), emprendió viaje para especializarse en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, España. Retornó al país en el 2005 para ejercer su profesión de forma independiente a través de su empresa JG Arquitectura, desde la cual ha encarado proyectos comerciales, industriales, residenciales, de hotelería, salud, educación, deportes y otros. Su vasto conocimiento sobre la materia y notable imaginación la ayudaron además a obtener el primer lugar en el Concurso Internacional de Ideas Oficinas del Gobierno para la construcción de sedes y oficinas de Gobierno, dentro del marco del Plan Maestro para la Reconversión del Puerto de Asunción.

Madre de Joaquín (10), Martín (8) y Benjamín (3), nos cuenta cómo lleva adelante sus proyectos laborales y su vida familiar, además de sus inicios en la arquitectura y el desarrollo positivo que vive el país.

¿Cómo se inició tu interés hacia la arquitectura?

Mi primer contacto con la arquitectura fue a través de mi padre, el arquitecto Humberto Galanti, de quien heredé la pasión por esta profesión. Desde pequeña siempre me caractericé por organizar y armar objetos; jugar con bloques, cajas, sillas, almohadones y mantas. Utilizaba cualquier objeto que tuviera a mano para crear espacios habitables, ya sea para mis muñecas o algún familiar. Recuerdo que de niña no era muy buena dibujando, pero me gustaba mucho pintar y las manualidades. Considero que mi cualidad más asociada a la arquitectura tiene que ver con el gusto y la capacidad de crear, ordenar y organizar, que guardan mucha relación con la carrera, ya que cualquier proyecto implica el orden y la organización de formas y espacios.

Muchos consideran esta profesión como una carrera masculina. ¿fue difícil abrirte camino en el área?

La arquitectura es una de las profesiones más lindas para una mujer. En todos estos años, en ningún momento sentí dificultad estudiando la carrera ni ejerciendo la profesión. Considero, además, que esto depende del profesionalismo de cada una, de la actitud y capacidad de adaptarnos al medio en el cual y con quien nos toque trabajar.

¿Se pueden destacar tus proyectos más ambiciosos?

Cada proyecto es un desafío, que es retribuido al interpretar lo que necesita el cliente y lograr satisfacer sus expectativas haciendo una buena arquitectura.

¿Tus trabajos los realizás netamente en el Paraguay o se puede hablar de proyectos en el exterior?

Si bien he trabajado en el extranjero —durante casi dos años en una empresa de Barcelona, España—, considero que mi producción arquitectónica se ha desarrollado netamente en el Paraguay. Además de Asunción, llevé adelante muchos proyectos en varias ciudades del interior del país.

¿Se puede decir que es un trabajo que consume mucho tiempo?

Si bien hay días que termino agotada por las actividades cotidianas, mi trabajo es algo que me apasiona. No lo siento como una carga; muy por el contrario, me llena de emociones y satisfacciones.

¿Cuántas personas trabajan para vos en cada proyecto?

No siento que nadie trabaje para mí; hay mucha gente que trabaja conmigo. Para cada proyecto, somos un equipo; son muchas las personas que hacen posible el desarrollo de los proyectos, el cumplimiento de plazos, alcanzar y superar las metas. Son personas que se han vuelto parte de mi vida diaria, y con su mejor onda convierten el estudio en un lugar para compartir experiencias de vida y trabajo.

¿Hacia qué tipo de obras te enfocás generalmente?

Existen ciertos principios y tendencias. En general, la construcción tiene una tendencia, pero no por eso me encasillo en un estilo. Me parece que cada arquitectura, cada proyecto te determina. Mi objetivo final es que el cliente quede feliz con su obra, y hacerla acorde a sus condiciones y necesidades.

A la hora de iniciar una obra, ¿cuál es el mayor reto?

Para llevar adelante un proyecto con responsabilidad y ofrecer un trabajo de calidad, es muy relevante la parte técnica. Soy muy exigente con el tema del plazo, calidad, técnica de los planos e información de cada obra que entregamos. Es el lugar en el que las personas van a pasar muchas horas de su vida, por lo que tiene que responder a sus exigencias y necesidades. Ese aspecto representa el mayor reto en todos los proyectos: saber que la gente vivirá allí y debé otorgarles calidad de vida.

¿Cómo complementás tu tiempo familiar y laboral?

Manejo mis horarios con flexibilidad, trato de ser muy profesional y cumplir con todos mis compromisos laborales. Creo que el ejemplo es mi mejor herramienta para educar a mis hijos, Joaquín, Martín y Benjamín. Ellos son lo más importante, y aunque a veces me veo obligada a hacer malabares para estar siempre presente en sus vidas y actividades, con mi marido, Felipe, compartimos todas las tareas y responsabilidades. Dentro de la casa contamos con la ayuda de Ana y Gilda, así como de la ayuda y el apoyo invalorables de las abuelas María Teresa y Claudia.

¿Existe mucha competencia en el rubro?

La sana competencia entre colegas hace que cada vez nos esforcemos más en hacer bien las cosas, aprender y capacitarnos. Por sobre todas las cosas, se debe seguir escribiendo la historia de nuestro país; creo que de eso se trata nuestra gran responsabilidad, sin olvidar conservar y valorar nuestra cultura, nuestros valores, y un firme compromiso con la naturaleza y el medio que nos rodea.

Durante los últimos años, el país ha crecido considerablemente en infraestructura. ¿Cómo ves este desarrollo?

Considero sumamente positivo el crecimiento de nuestro país, sobre todo en nuestro rubro. El desarrollo que estamos viviendo durante los últimos años nos indica que hay trabajo para una enorme cadena de personas. Se benefician no solo el propietario que invierte, el arquitecto que diseña y la empresa constructora, sino también los proveedores y contratistas e, incluso, las chiperas y yuyeras de la zona, así como el ciudadano que tiene un nuevo producto o servicio. Si bien se está haciendo mucho en el Paraguay, aún queda bastante por trabajar y mejorar. Mucho depende de la voluntad política, pero más aún de nosotros mismos; empezar por nuestros hogares, y barrios, entendiendo que todo es de todos y juntos hacemos la ciudad. Creo que debemos pensar en grande, impulsar nuevos emprendimientos, sin olvidarnos que las pequeñas cosas y cambios suman.

Su trabajo al frente de JG Arquitectura la ha puesto adelante de grandes proyectos, catapultando sus obras como sinónimos de excelencia y progreso.

Julia Galanti

Egresada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), se especializó en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, España. A través de su empresa, JG Arquitectura, lleva adelante pequeños y grandes proyectos arquitectónicos.

Plan CHA

La Secretaría Nacional de Cultura, la Municipalidad de Asunción, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), y las Comisiones de Obras del Congreso Nacional impulsan desde el 2014 el Plan Maestro del Centro Histórico de la ciudad de Asunción.

Desde este, se destaca el Plan Maestro de Reconversión del Puerto de Asunción, un proyecto transformador que revitalizará el centro histórico de la capital, y propiciará una reconciliación con la bahía y el río Paraguay. Este tiene como objetivo beneficiar a unas tres millones de personas, así como la construcción de edificios para seis ministerios, una terminal del metrobús, una estación de ferryboat, hoteles, centro de convención, Museo de Bellas Artes y un eje cívico-cultural. Fuente: www.asuncióncentrohistorico.com

nadia.cano@abc.com.py

Fotos: Claudio Ocampo, gentileza.

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