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Desde aquel entonces, el teatro en nuestro país no solo ha cobrado notoriedad gracias a grandes obras nacionales y actores entregados a su papel, sino también mediante adaptaciones tomadas del extranjero.
Escrita por la dramaturga argentina Maruja Bustamante, Paraná porã es una de esas puestas en escena que, además de destacar la difícil travesía del teatro independiente en el Paraguay, distingue el trabajo artístico y escénico de Selva Fox (43) y Guadalupe Lobo (30), así como la dirección de Fátima Fernández (36).
La obra teatral, contextualizada en un momento posapocalíptico, es un cruce de realismo y fantasía que retorna al escenario alternativo de la agrupación Nhi-Mu, a un año de su estreno nacional. Las responsables hablan no solo de la travesía de llevar a escena una obra de forma independiente, sino también del desafío de hacer teatro en el Paraguay.
Paraná porã, ¿cómo definirla?
G: Se trata de una obra que sucede entre dos mujeres que viajan por el río Paraná y huyen de una situación catastrófica con la intención de subsistir. Ellas comparten un pasado con un mismo hombre, lo que ocasiona una transformación de ambas en el transcurso de la obra. F: El texto original es de la argentina Maruja Bustamante, una autora que trata hace mucho tiempo de acercarse al universo teatral paraguayo, por lo que tras mi regreso al Paraguay, luego de pasar siete años formándome en la Argentina, tomamos este texto para llevarlo a escena, porque lo vemos como una situación muy paraguaya, una realidad muy nuestra.
Tomando en cuenta que se trata de una obra contextualizada en la Argentina, ¿tuvieron que realizar muchos cambios?
F: No, la obra trata de una realidad muy latinoamericana y, además, el interior de la Argentina es muy parecido a lo que es el Paraguay. Por ejemplo, en el texto original se pasa cerca de nuestro país, mientras que nosotras, en esta puesta en escena, partimos del Paraguay con destino a Córdoba, Argentina. S: La obra de por sí ya presenta una situación muy del litoral; simplemente, lo que cambiamos fue acercar el escenario al contexto paraguayo. De hecho, en el texto original se habla tanto el castellano como el guaraní. G: Ahondamos y profundizamos un montón, pero no lo consideramos una adaptación, ya que respetamos mucho el texto original.
¿Costó llevar al escenario esta obra?
F: El teatro no es solo el texto, sino también la puesta en escena. Paraná porã son 70 min en los que Guadalupe y Selva, sin salir de escena, están a bordo de una canoa que tienen que remar, literalmente. S: Es una obra intimista para 50 personas por función, en la que estamos en una canoa de pescadero de cuatro aguas, de más de 300 kg, y debemos remar en el concreto sin perder el realismo.
¿Cómo logran ese realismo?
G: Fue un trabajo arduo, pues se tuvo que realizar todo un sistema de ruedas para que la canoa se deslice. Paraná porã tiene un trabajo muy minucioso, no tiene cortes y, además, se ve apoyado por el juego de luces, el olor del río, la lluvia que cae en cierto momento sobre el escenario y otros detalles que hacen de la puesta muy real. F: Cuenta también con una ambientación sonora que se fue creando a partir de una coordinación de ideas, para que el público asocie lo que ve con lo que está imaginando, con las luces y el momento. Estamos apuntando a un tipo de teatro que pretende acercarnos al público no desde lo fantasioso, sino desde lo real. Tanto Guada como Selva hablan tal cual son, no realizan impostaciones.
¿Cómo surge la unión entre ustedes?
F: Aunque Guada y Selva no eran amigas, sí eran amigas mías. Con Selva trabajamos desde hace 14 años en Nhi-Mu y con Guada iniciamos una relación más cercana estando en Argentina, donde trabajamos mucho juntas, pues mientras yo estudiaba dirección, ella se perfeccionaba como actriz. Al regresar al Paraguay, una cosa llevó a la otra y así nació Paraná porã, una idea que ya se formó en Buenos Aires. Fue todo un desafío, pues nunca le dirigí a Selva; siempre fue ella quien me dirigió a mí, aunque a veces codirigíamos, pero como actriz nunca estuvo en mis manos guiarla. Al principio, hubo muchos roces, pero lo teatral es tan maravilloso, pues desarrolla todo lo que tiene que ver con lo humano, la comprensión y el diálogo.
¿Conlleva mucho costo una puesta en escena como esta?
F: Siempre. Esta obra está en escena sin ningún apoyo, sin un fondo que la respalde. No existe una empresa o institución estatal que nos esté amparando; somos nada más que nosotras y nuestro equipo técnico. Cuando me preguntan si el teatro en el Paraguay es rentable, debo decir que vivo de esto desde el 2000, así como también Selva, pero la gran mayoría no tiene en cuenta lo que realmente cuesta hacer una obra de teatro.
¿Qué hace falta para que reviva el interés hacia el teatro en el Paraguay?
F: En nuestro país, como no tenemos academia o escrituras al respecto, el interés hacia el teatro no pasa solamente por una cuestión monetaria, sino también por una cuestión de falta de crítica; razón por la que cuesta un montón impulsar un trabajo sin una estructura que lo respalde. Definitivamente, hacen falta más espacios de crítica, una dinámica más activa de difusión. En el Paraguay querés ir al teatro, pero a la salida ya no tenés transporte público para regresar a tu hogar; es una realidad muy social y cultural la que vivimos aquí con el teatro. Tampoco podemos salir de Asunción, por la complejidad de lo que eso implica. Por ejemplo, nosotras no alquilamos luces, sino que montamos todo mediante el aporte de cada una. Hoy, entrar a un teatro cuesta mucha plata. G: Es muy triste que la realidad del alto costo que implica llevar a escena una puesta teatral haga que las obras mueran relativamente rápido. Es por eso que decimos que el sistema de teatro en el Paraguay no está funcionando ni está apoyando a que las obras perduren. S: A esto hay que sumar que existen muy pocos lugares independientes; mueren al poco tiempo.
Luego de dos meses, ¿Paraná porã seguirá en escena?
F: No sabemos (risas). Pasa que, en este país, uno dice: “Vamos a estar arriba del escenario todo el año” y la gente espera hasta último momento; es la razón por la que cada fin de mes nos juntamos y evaluamos si todavía hay público interesado en ver la obra, que llama para interiorizarse sobre esta. También hay gente muy interesada en que salgamos afuera con Paraná porã, pero el costo logístico es siempre el gran inconveniente.
Unidas por el entusiasmo al escenario, hacen posible la realidad del teatro alternativo e independiente, gracias a la tenacidad que ponen por lograr el crecimiento del arte teatral.
Fátima Fernández, Selva Fox y Guadalupe Lobo
Relacionadas con el teatro desde hace muchos años, el empeño por destacar el lado alternativo e independiente las une en Paraná porã, una obra que fusiona la realidad con la fantasía.
Nhi-Mu
El Galpón Alternativo - Grupo Nhi-Mu Teatro Aéreo es un grupo de teatro aéreo que nació el 13 de junio de 1997. Ubicado en el microcentro de Asunción (25 de Mayo 1087 casi Brasil), se encuentra abierto hace 21 años, no solo para compartir experiencias y conocimientos sobre teatro a través de talleres y charlas, sino también para sobresalir con un espacio alternativo para el teatro independiente.
Fotos: Silvio Rojas, gentileza