Amistad extrema

Luego de algunas vueltas, un tanto perdidos, llegamos a su hogar y mientras Alice María Meza Insfrán (31) nos recibía, un viento inoportuno bloqueó el portón de entrada. Como si se tratara de algo cotidiano, se acomodó su atuendo, trepó una muralla de más de dos metros, brincó al otro lado sin inconvenientes; y, sin haberlo planeado, nos dio una demostración de su agilidad y destreza.

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Inquieta desde pequeña, estudió danza desde los cinco años. En aquel entonces, ocupaba todo su tiempo en la escuela, la academia de baile e inventando juegos con sus hermanos y primos. Recién en la adolescencia tomó el baile de forma seria y participó en numerosos concursos nacionales e internacionales.

Fue por aquellos años que afloró su inclinación hacia el deporte; primero, formando parte del equipo de balonmano del colegio La Providencia, institución en la que cursó la secundaria, y luego, tomándole el gusto al running y ciclismo. En aquel tiempo –recuerda– utilizaba una vieja bicicleta de su madre, Marlene, que incluso se convirtió en su medio de transporte.

Con los años, el deporte fue expandiendo raíces en su vida, y hoy sobresale como la mejor atleta de carreras de aventura en el Paraguay. Con equipos locales como Walhala y ExPy, ha sido parte de los mejores eventos de ecoaventura alrededor del mundo, y se alista ahora, para correr el Adventure Racing World Series (ARWS) en Australia.

¿Cómo inició tu afición por el deporte?

Tras finalizar el colegio, me alisté para ir a la universidad, pero también debía ir al trabajo. Mi tiempo se redujo bastante, por lo que no pude continuar con mis clases de danza. Tenía mucha energía y comencé a trasladarme a todas partes en bicicleta. Además, corría 10 km de forma diaria. Fue de ese modo que el deporte fue ganando terreno en mi vida.

¿Recordás tus primeros pasos?

Comencé a correr carreras de aventuras en febrero de 2003. Recuerdo que un día, leyendo la revista Dominical de ABC Color, me llamó la atención una nota sobre el tema. Se trataba de una competencia organizada por los Bomberos Voluntarios del Paraguay; inmediatamente quise participar, pero debía conforma un equipo para poder ser parte. Hablé con un primo y dos amigos, y empezamos a conseguir el equipo requerido. Era todo muy rudimentario, pero nos sirvió para cumplir con las exigencias de la organización. Fue nuestra primera carrera, y la competencia se extendió por tres días. Aunque dormí 24 h después de cruzar la línea de meta, la experiencia fue única e inolvidable. Desde ese momento, nunca paré.

¿Por qué las carreras de aventura?

Este deporte es entretenido, pero exigente; una carrera de aventura no se limita a exigirte solo un buen estado físico, sino también demanda el trabajo estratégico, y la unión y amistad entre compañeros de equipo. Se práctica el compañerismo y la solidaridad, y aunque existen momentos en los que tu cuerpo llega al límite, uno descubre que puede sacar fuerza de la mente y el corazón. Otro motivo que hace de este deporte algo maravilloso es descubrir, conocer lugares y gente encantadora –tanto corredores como lugareños–. Además, gracias a esta afición me uní al amor de mi vida, Rubén Etienne, con quien comparto la pasión que genera la aventura.

Iniciaste a nivel local, pero ¿cuándo decidiste llevarlo a un plano más exigente y competir fuera del país?

Las cosas simplemente se fueron dando, luego de que algunos equipos me invitaron a sumarme a ellos. Me sentía cómoda corriendo al mismo nivel, porque, en este deporte, las mujeres deben ser iguales o más fuertes que los hombres. Por aquel entonces, pocas chicas se animaban a este deporte; paradójicamente, en la actualidad, las mujeres superamos en número a los hombres. En el 2004 recibí mi primera invitación por parte del team Walhala para correr fuera del país, en Brasil. Acepté con gusto, aunque con miedo de no estar a la altura. Nos fue mejor de lo que esperábamos y, durante esos 15 km, aprendimos un montón de cosas que en el Paraguay desconocíamos. En el 2008, el equipo ExPy, conformado por Sebastián Aguilera, Diego Beconi y Rubén Etienne (que luego se convirtió en mi marido), me invitó a correr 650 km por el nordeste de Brasil. Hasta esa fecha, ningún equipo paraguayo había corrido esa distancia. Luego de cinco días cruzamos la meta, en el puesto 27 de 60 equipos, y esa experiencia fue como un curso superintensivo de carreras de expedición y aventura. Con el transcurrir de los años fui formando parte de otros equipos y participando en carreras de, incluso, nueve días, tanto en el país como en el extranjero. Me sentía conforme y agradecida con todos esos corredores.

¿Qué carreras se pueden destacar de todas las que ya has sido parte?

En el 2012 corrí en la Patagonia argentina una carrera de 600 km llamada Tierra Viva. Fue una auténtica experiencia con grandes corredores de ecoaventura, como Robert Monges, Gustavo Borgognon y Darío Samaniego. En el 2013 volvimos a correr con mayores expectativas en el mismo escenario; esta vez, se unió al team Fernando Pérez. Ese mismo año corrimos Ecomotion Pro, en Brasil, al sur de Bahía, 650 km como parte del circuito mundial (ARWS). En el 2014 fui parte del equipo Continental, de Paraguay, con Mony Monges, Gustavo Morel y Rubén Etienne, para correr la XK Race que se disputó en San Juan, Argentina. Tuve, además, la oportunidad de correr con un grupo extranjero: el Kuntur Team. La lista de carreras es interminable.

Se alzaron este mes con el segundo lugar de Expedición Guaraní. ¿Cómo vivieron esa aventura, sabiendo que iban todo el tiempo muy cerca de la punta y del segundo mejor equipo del mundo?

Fue pura adrenalina. No imaginamos que podíamos pelear el primer lugar a la par de Columbia Vidaraid, uno de los mejores equipos del mundo actualmente. El hecho de ir segundos durante esos cinco días que duró la competencia, detrás de los campeones mundiales, nos mantenía motivados. Dormíamos poco (tres horas en cinco días), pasábamos mucho frío, nuestras prendas estaban mojadas por la lluvia o por tener que cruzar algún arroyo o río. Al ver el arco de meta y un montón de amigos que nos esperaban, no pude contener las lágrimas; habíamos logrado algo que hace mucho estábamos buscando: un full course o carrera completa dentro del circuito mundial. Además, Expedición Guaraní nos brindó la oportunidad de ser parte del mundial de aventuras a realizarse en Australia, en noviembre de este año.

¿Es importante la amistad a la hora de ser parte de un equipo?

Sí, siempre es importante, además de conocer las reacciones de cada uno, ya que, durante una carrera, el equipo pasa por momentos buenos y malos. Nos ayudamos entre todos, hablamos sin complicaciones ni miedos, por lo que no hay rencores al terminar una competencia.

Sus años de experiencia, así como sus historias y vivencias, hacen de Alice la mejor corredora de aventuras del Paraguay, un deporte calificado como extremo, pero sumamente irresistible y cautivador.

Alice Meza

Nutricionista por la Universidad del Norte (UniNorte), se apegó a los deportes desde joven. Hoy es conocida por su asidua participación en carreras de aventura alrededor del mundo, mostrando que para un equipo nada es imposible siempre que lo una la amistad.

Carreras de aventura

Las carreras o raid de aventura son una combinación de dos o más disciplinas de resistencia, en las cuales es fundamental la orientación y navegación, ya que estas se desarrollan exclusivamente con la ayuda de un mapa y una brújula.

Ciclismo de montaña, remo, juma y rapel son algunas de las modalidades que incluye habitualmente una competencia, dependiendo de la categoría elegida. Aunque un evento de expedición puede llevar varios días, según la cantidad de kilómetros a desarrollar, en el Paraguay; habitualmente, tiene una duración máxima de dos días. Para conocer más de este deporte, puede ingresar a la web del Club de Corredores del Paraguay: www.corredoresdeaventura.com.py.

nadia.cano@abc.com.py

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