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El ser humano vive en un planeta compuesto por tres cuartas partes de agua. Partiendo de ello, podemos comprender la importancia y la necesidad de adaptarnos a este medio. La hidrogimnasia, aquaeróbic o gimnasia acuática, es gimnasia con música dentro del agua. Ha sido considerada ejercicio aeróbico con la ventaja de no provocar el impacto que tienen otras gimnasias fuera del medio acuático. “También fue una ventaja para aquellos que observaban y deseaban los beneficios de la natación, pero no sabían nadar. O quizás no nadaban tan bien como para realizar un entrenamiento aeróbico”, dice la Prof. Rossana Acevedo. Hoy, cada vez más centros van incorporando ejercicios debajo del agua. Las ventajas que ofrece la hidrogimnasia son tan amplias que invitan a personas de todas las edades. También para aquellas que tienen poco tiempo para hacer ejercicios, embarazadas, personas que se recuperan de una lesión, sedentarios o gente que por alguna lesión no puede hacer ejercicios en tierra. Además, se considera que para los habituados a la gimnasia es una nueva alternativa para complementar su programa. Ciertamente, al hacer ejercicios en el agua se consume más energía que haciendo el mismo ejercicio fuera de ella, debido a la resistencia que impone el agua sobre nuestro cuerpo. Entonces, se podría decir que una persona de peso normal y edad intermedia puede llegar a quemar 450 a 700 calorías durante una hora de actividad aeróbica acuática. “El alumno suda, pero no lo percibe porque permanentemente su cuerpo es ‘lavado’. El agua le quita ese ‘desconfort’”, refiere el libro Hidrogym, y agrega: “Alumnos con diferentes condiciones físicas, aptitudes, edades, peso corporal y nivel de entrenamiento pueden trabajar juntos, yendo cada uno a su ritmo y capacidad”. Según entendidos, la hidrogimnasia debe practicarse en agua templada, porque si el agua está fría puede producir problemas respiratorios, y si está caliente, mareos y agotamiento. Es preciso aclarar que esta gimnasia no es exactamente la terrestre llevada al agua, sino que va mucho más allá: mantenerse a flote, desplazarse por la superficie, estirar los músculos ayudándose de las paredes de la piscina o sumergirse en el agua son ejercicios habituales.
Ropa y accesorios acuáticos
Respecto a qué ropa se utiliza, dice el libro Hidrogym: “Lo más indicado es un traje de baño cómodo de una pieza para movernos libremente. Las medias o zapatos antideslizantes aumentan nuestra seguridad al salir del agua y el agarre al fondo de la piscina para efectuar algunos movimientos de caminata, trote, saltos. Para tener sujeto el cabello, evitar los daños solares o del cloro, muy útiles son las gorras o kepis”. También se recomiendan algunos accesorios para aumentar la intensidad del entrenamiento: tobilleras flotantes, mancuernas, pelotas inflables pequeñas o incluso globos inflados, sandalias flotantes. Además, hay barras flexibles (especiales para agua), Magic ball (balón terapéutico) que permite el trabajo de fortalecimiento de brazos, hombros y pectorales. Guantes, manoplas, brazaletes, tobilleras con alas, gomas con agarre para las manos o los tobillos. Luego, hay accesorios que facilitan la realización de los ejercicios o aumentan la comodidad del alumno: flotadores circulares, cinturones de flotación (ideales para los que temen al agua), collares cervicales cortos y largos.
Las clases
Tienen distintos formatos; la secuencia y duración varían de acuerdo a las condiciones climáticas. En todas las clases se hace un calentamiento térmico, preelongación y calentamiento cardiorespiratorio antes del entrenamiento aeróbico –que dura de 20 a 50 minutos–. Sobre la música, hay variada opción de ritmos y estilos, pero cada una guarda creatividad y diversión. Se da desde step acuático hasta kick boxing o tai chi.
Nada más bueno
- Controla el sobrepeso por sus efectos sobre el sistema glandular (endócrino). - Calma la ansiedad. - Estimula el riesgo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, proporcionando un alto nivel de resistencia muscular. - Contribuye a la mejoría de problemas de artrosis, de columna. - Evita dolor sobre articulaciones, huesos y músculos. - Baja los niveles de estrés. n Desarrolla el mejor nivel de respiración. - Favorece en la recuperación de las articulaciones y músculos que han sufrido lesión. - Regulariza las funciones respiratoria, circulatoria, digestiva y glandular.
Texto lperalta@abc.com.py
Fuente Internet, Hidrogym…la fuente de la juventud, de Rossana Acevedo de Zabala