La última etapa: “Para nada fácil. Fue difícil desde la rampa de largada hasta la de llegada. Tuvimos barros y piedras de vuelta. Con caminos rápidos, realmente la tipografía del Paraguay completa fue la que corrimos en esta carrera”.
Muy complicada: “Cuando más difícil, la satisfacción de terminarla es más grande. Lástima por los que no pudieron completarlas y terminaron golpeados, pero esta carrera es así. A mayor dificultad, mayor alegría al terminar” .
De las cinco etapas: “La más difícil fue de mi patria chica: la de Pilar. Fue una etapa en la que estuve en carrera durante trece horas y llegué a Corateî a las nueve de la noche, con muchísimo frío, todo mojado y tenía todavía el enlace con Encarnación, que fueron 180 kilómetros. Fue una etapa de terror de la que todos se quejaron. Fue un verdadero calvario”.
El futuro: “Y a empezar a prepararnos para el Desafío Guaraní 2016, golpear otra vez las puertas de los amigos que nos patrocinan, si no, no vamos a poder correr. Y a prepararnos físicamente y conseguir la cuota de plata que necesitamos para la competencia”.
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Calificación. “Ocho. De diez, ocho porque en la tercera etapa ya se pasaron de roja, excesivamente larga y nadie disfrutó por la cantidad de dificultades y distancia en las pruebas especiales”.