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El jueves, las partes se presentaron en San José, Costa Rica, para exponer sus versiones de los hechos y el primero en ser llamado al estrado fue el prófugo por el secuestro de María Edith Bordón viuda de Debernardi (en el 2001), Juan Arrom, quien a través de una vídeo conferencia trató de convencer a los jueces de que es un perseguido político y que por eso tuvo que pedir el refugio político en el Brasil.
Arrom, al ser consultado por su supuesta detención ilegítima de libertad en el año 2002, dijo que fue capturado junto a Anuncio Martí, por un grupo de policías que tenían la intención de involucrarlo en el caso del secuestro de María Edith y que fueron sometidos a todo tipo de torturas para obligarlos a confesar el hecho.
Sin embargo, con el correr de su relato, comenzó a caer en serias contradicciones. Primero dijo que huyeron junto con Martí debido a que no tenían garantías de parte de la justicia, cuando estaban afrontando un proceso por el secuestro de María Edith.
Pero, poco antes de afirmar que el aparato judicial estaba contra ellos, dijo que la Corte Suprema de Justicia había fallado a favor de ellos al otorgarles medidas alternativas a la prisión.
Esa libertad es la que mal utilizaron para fugarse días antes que se inicie el juicio oral y público.
Los jueces además le hicieron notar que no agotaron todas las instancias judiciales en Paraguay, antes de llegar a la Corte IDH.
Arrom, en todo momento trató de llevar el caso de su supuesto secuestro por el lado político y argumentó que su movimiento Patria Libre, quería ser perjudicado por el Estado, que lo querían ligar en todo momento con el secuestro de Nika y de esa manera desestabilizar al gobierno del entonces presidente Ángel González Macchi, pero esa versión no pareció muy creíble para los miembros de la Corte.
Lo que Arrom no dijo es que tras su fuga el que quedó al frente de Patria Libre, que con el tiempo derivó en lo que hoy se conoce como EPP, fue Alcides Oviedo Brítez, quien si afrontó el juicio.
Oviedo fue uno de los condenados junto a su pareja Carmen Villalba por el secuestro de María Edith.
Ahora los miembros de la Corte IDH, tras escuchar a las partes entran en un periodo de estudio de las pruebas de cargo t descargo que se presentaron y para el mes de diciembre de este año darían a conocer el fallo sobre la demanda planteada por los prófugos.
Huyeron antes del juicio oral
Uno de los testigos propuestos por el Estado paraguayo fue el ex fiscal general del Estado Óscar Germán Latorre, quien al ser interrogado sobre el caso de los prófugos fue tajante al decir que cuando se cerró el círculo investigativo del Ministerio Público, Juan Arrom y Anuncio Martí quedaron como los cabecillas del secuestro de María Edith, y fue entonces cuando huyeron días antes de iniciarse el juicio oral. También Latorre confirmó que los dos prófugos mantenían contactos constantes con líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC), que ayudó a que la industria del secuestro se instalara en el Paraguay y siempre estuvieron asesorando a los delincuentes para seguir con los hechos de privación ilegal.
Solo recordaba algunos hechos
Cristina Arrom, en su relato ante la Corte, cayó en una serie de contradicciones y solo parecía recordar a la perfección los sucesos que se relacionaban con el presunto secuestro de su hermano Juan Arrom y Anuncio Martí, mientras que otros hechos no los tenía tan presente. Uno de ellos fue que no recordaba, por ejemplo, el caso del secuestro de María Edith, y solo señaló que vagamente recordó que había una señora de apellido Bordón secuestrada. Sin embargo, esa señora era la cuñada de Marina Arrom, hermana de Cristina. Tampoco la testigo recordó que durante el 2001, cuando María Edith estuvo secuestrada, ella era la sicóloga de los dos hijos menores de edad de la señora Bordón y que frecuentaba la casa de esta.
No comprobaron lo denunciado
El fiscal Édgar Sánchez, quien fue el encargado de la investigación en el 2002 del presunto secuestro de Juan Arrom y Anuncio Martí, fue otro de los que declararon. Él señaló en forma tajante que los hechos denunciados nunca pudieron ser comprobados y por eso se sobreseyó a los acusados como autores del hecho: Javier Cazal, Antonio Gamarra y José David Schémbori; estos dos últimos, agentes policiales.
A decir del fiscal Sánchez, no se pudo proseguir con las pesquisas debido a que los dos denunciantes se fugaron del país y se refugiaron en el Brasil para evitar ser juzgados por secuestro. En todo momento el testigo negó que el Ministerio Público no haya extremado esfuerzos para llegar a aclarar el tema.
La sentencia saldrá antes de fin año
Recién para finales de este año se conocerá la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre la demanda que presentaron los prófugos de la justicia por un hecho de secuestro, Juan Arrom y Anuncio Martí, contra el Estado paraguayo.
En los meses de noviembre o diciembre se tendrá el fallo, luego de que se haya llevado a cabo la audiencia pública en la sede de la Corte IDH, en San José, Costa Rica, donde se escucharon a los testigos de las dos partes en conflicto.
Para el próximo 8 de marzo, el Estado paraguayo y los demandantes deberán presentar sus alegatos finales, pero esta vez por escrito, y eso será agregado a lo relatado en la audiencia del pasado 7 de febrero.
Tras la audiencia quedó instalada la duda sobre el hecho denunciado por los demandantes ya que el mismo Juan Arrom y su hermana Cristina Arrom cayeron en muchas contradicciones y eso llamó la atención de los jueces que hicieron varias preguntas que antes que esclarecer los hechos, trajeron más sombra.
Juan Arrom y Anuncio Martí quieren que el Estado les pague US$ 63 millones por un supuesto secuestro que sufrieron de parte de miembros de la Policía en el 2001.
victor.franco@abc.com.py