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A tres años del brutal asesinato del periodista de ABC Pablo Medina Velázquez, el juicio oral y público al primer acusado con relación al caso llega a su final. El hombre de prensa, quien se desempeñó como corresponsal de nuestro diario en Curuguaty y en el resto de la zona baja del departamento de Canindeyú durante 16 años, denunció en forma reiterada la manera en que operaba la narcopolítica en dicha zona del país.
En juicio, el Ministerio Público sostuvo que el exintendente de Ypejhú Vilmar Acosta Marques cumplió con las amenazas que había hecho contra Medina, quien incluso tuvo que vivir por un largo tiempo con guardia policial.
Este jueves, los jueces Ramón Trinidad Zelaya, Janine Ríos y Benito González deben dar a conocer su veredicto respecto a la reprochabilidad de Vilmar “Neneco” Acosta Marques, acusado de instigar el homicidio en represalia por publicaciones realizadas por el periodista respecto a su vinculación con el narcotráfico y crímenes ocurridos en dicha zona del país.
Las notas periodísticas de Pablo sobre los marihuanales en la reserva del Mbaracayú, una red que ocultaba importantes cargamentos de las drogas en fosas acondicionadas en viviendas del lugar y la implicancia de miembros del clan Acosta en casos de ajusticiamientos, habrían determinado el ingreso del periodista en una “lista negra” en la que, a decir del testigo Casimiro Núñez, hermano del también asesinado Julián Núñez, Pablo figuraba en el número 4.
Los fiscales Sandra Quiñónez y Vicente Rodríguez hicieron hincapié en la contundencia de las evidencias presentadas por la Fiscalía, tales como testificales, informes de telefonías móviles, documentos y elementos varios incautados durante los allanamientos realizados durante la investigación, permiten concluir que “Vilmar Acosta Marques tuvo un control del hecho antes, durante y después de la materialización del homicidio”.
La convocatoria es para las 11:00 y como a pedido de la defensa se dispuso la división del juicio, en esta oportunidad el colegiado deberá expedirse únicamente sobre si las pruebas presentadas por la Fiscalía son suficientes para demostrar la culpabilidad del acusado.
De resolver que “Neneco” es reprochable, el juicio entra a una segunda etapa, en la que la eventual pena pasa a ser el objeto del debate. En esta fase, de nuevo las partes presentarán sus respectivos alegatos y a juzgar por los argumentos sostenidos por el Ministerio Público, además de la pena privativa de libertad, es prácticamente un hecho que se solicitará la aplicación de medidas de seguridad.
En ocasión de presentar sus alegatos finales, el abogado Ricardo Paredes sostuvo que la Fiscalía “armó” un montaje para involucrar a su defendido como instigador del homicidio del periodista Pablo Medina y de otros, entre ellos el del exintendente Julián Núñez. Para la defensa el objetivo es presentar a su defendido como un criminal en serie, de manera a lograr la imposición de medidas de seguridad.
Paredes afirmó que la Fiscalía no obró con objetividad y pretendió acomodar las evidencias para incriminar a su representado, pero no precisó cuál sería el motivo del supuesto plan.
El defensor también restó mérito a la declaración de la única sobreviviente del atentado, la hermana de Antonia, de quien incluso puso en duda su existencia, por no haberse presentado sin cédula en la audiencia de reconocimiento y en la testifical.
Paredes cuestionó a la Fiscalía por haber ingresado la declaración indagatoria del exchofer de su defendido Arnaldo Cabrera como prueba documental, al señalar que se trata de una prueba que “entró por la ventana”. En la misma, Cabrera relata detalladamente cómo su entonces patrón –molesto por sus publicaciones– encargó el asesinato de Pablo, acompañó la previa y festejó con la expresión “beleza pura” cuando le informaron que el atentado ya había sido materializado.
Antes del cuarto intermedio “Neneco” insistió en su inocencia y pidió su libertad, pues ya lleva casi 3 años en prisión. Don Pablo Medina, padre de Pablo, preguntó al acusado por qué mató a su hijo.
A su turno, Dyrcen Medina, hija del periodista, dijo que confía en el trabajo de la Fiscalía y pidió a los magistrados que tengan en cuenta las pruebas presentadas durante el juicio y mientras que el hermano de Pablo, Francisco, destacó que su hermano siempre trabajó con la verdad e imploró justicia al Tribunal.
Extensión de extradición
El eventual procesamiento de Vilmar “Neneco” Acosta Marques por transgresión a la Ley 1340 (Ley de drogas) artículo 27 está en manos del Supremo Tribunal Federal del Brasil.
A petición del fiscal de Curuguaty, Vicente Rodríguez, el juez penal de garantías de Curuguaty, Carlos Martínez, solicitó a la justicia brasileña la extensión de extradición, a los efectos de poder procesar a Neneco en nuestro país.
Antes de resolver la cuestión planteada, la justicia brasileña solicitó conocer la versión del procesado respecto al caso, motivo por el cual se fijó fecha para la audiencia indagatoria. Sin embargo, el político se negó a declarar y ni siquiera accedió a firmar el acta correspondiente.
El abogado Ricardo Paredes explicó que la negativa de Vilmar se debe a que la extradición fue concedida por Brasil solo para su procesamiento por el asesinato de nuestro periodista Pablo Medina y Antonia Almada, por lo que mal podría responder por un hecho punible distinto.
El letrado dijo que únicamente corresponde hacerlo en caso de que eventualmente se conceda la extensión de extradición.
Esta causa se abrió tras el hallazgo de una carga de droga en un allanamiento a la estancia Dos Naciones, ubicada en Ypejhú, el 22 de octubre del 2014, ocasión en que los intervinientes incautaron 148 kilos de marihuana prensada distribuidos en 128 panes y 120 bolsas de marihuana picada de un total de 3.000 kilos en un campamento.
Otro de los campamentos tenía 5 prensas de hierro y madera, y un cazabobo de fabricación casera, entre otras cosas. Tanto la droga como las prensas fueron incineradas, previa toma de las muestras correspondientes
Exhorto de juzgamiento, en trámite
El exhorto de juzgamiento de Flavio Acosta Riveros, solicitado por el juez penal de garantías de Curuguaty Carlos Martínez, ya se encuentra en el Brasil. La documentación fue entregada el martes último a la Dirección de Asuntos Internacionales de la Corte Suprema de Justicia, para su remisión a su par del vecino país, la jueza federal de Curitiba Gabriela Hardt.
La Dirección de Comunicación del Ministerio Publico explicó que el trámite otorgado al exhorto tras su ingreso a la Dirección de Asuntos Internacionales de la Corte es el siguiente: por los conductos diplomáticos pertinentes, los documentos de pedido de juzgamiento y transferencia de proceso se enviaron a la Dirección de Asuntos Legales del Ministerio de Relaciones Exteriores, la cual trasladó la documentación a la Embajada de Paraguay en Brasilia (Brasil), para que finalmente llegue a Itamaraty y al Departamento de Recuperación de Activos y Cooperación Jurídica Nacional del Ministerio de Justicia, que es la autoridad central en el vecino país en materia de extradiciones.
El 10 de noviembre pasado, Gabriela Hardt, jueza interina del juzgado federal N° 13 de Curitiba, se declaró competente para atender el caso, ratificó la prisión de Acosta Riveros y dio plazo al MPF para presentar la acusación correspondiente.
La magistrada tomó la determinación luego de que el Supremo Tribunal Federal rechazara la extradición ante la posibilidad de que Flavio, sindicado como uno de los autores materiales del doble crimen, sea ciudadano brasileño.
La principal prueba de la Fiscalía es el informe de llamadas entrantes y salientes proporcionado por empresas de telefonía celular que revela el itinerario realizado por Flavio el día del crimen, coincidente en hora y lugar con el realizado por el periodista Pablo Medina.
La última cobertura
“Buen día, jefa. Voy a colonia Ko’ê Porã (Villa Ygatimí), Ára Vera y Crescencio González (Ypejhú). Caso ataque masivo de marandova en cultivos de mandioca e intervención de FNC en fumigación. Hora de regreso recién a la tardecita. Aviso al llegar a mi base”, dice el último mensaje enviado por Pablo Medina al grupo de WhatsApp de los corresponsales de ABC Color, el 16 de octubre del 2014.
Seguimiento
En la fecha citada Pablo Medina salió de su casa de Curuguaty a bordo de su camioneta Mitsubishi L-200 poco después de las 8:00, con Antonia Almada y su hermana. Cuando el rodado pasó por Ko’ê Porã, a 10 km de Villa Ygatimí, fue seguido por una motocicleta al mando de uno de los supuestos autores materiales del crimen, Flavio Acosta Riveros, sobrino del intendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta.
Emboscada fatal
Flavio, una vez que Pablo llegó a Crescencio González, llamó a su celular a Vilmar y le informó de la situación, para luego iniciar el seguimiento. En todo el trayecto, se sucedieron varias llamadas entre Flavio y Wilson, quien a su vez venía desde Ypejhú en otra motocicleta. El periodista fue emboscado en un camino rural entre Ko’ê Porã y Villa Ygatimí, donde fue acribillado en su vehículo, al igual que Antonia.
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