Viaje a Chile visitando las viñas (IV)

Esta semana recorremos Viña Indómita, a la cual se llega por la ruta que une Santiago con Viña del Mar, donde se encuentra esta hermosa viña que cuenta con una gran vista panorámica de sus viñedos y de parte del valle de Casablanca, en la región vitivinícola de Aconcagua.

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Ya conocía los vinos de esta interesante viña; Indómita es una marca recién introducida al país, en junio del año pasado, por la empresa La Caoba y ha causado muy buena impresión en todos los niveles de sus vinos.

Llegamos allí un domingo temprano, es decir tipo 10 horas, y nos esperaba Gonzalo, el gerente de exportaciones. Hasta allí todo bien, pero grata fue nuestra sorpresa al ver que el señor Milko Oddone, uno de los directores de La Caoba, también hizo el viaje hasta el corazón del valle de Casablanca para recibir al grupo de degustadores fanáticos oriundos de Paraguay. Este fue uno de los puntos que hicieron la diferencia y que todos apreciaron muchísimo.

Degustación

Como siempre, nos dieron la bienvenida, y a continuación nos sirvieron un desayuno. Todos se preguntaron por qué… Bueno, es que las actividades a realizar eran muchas y no almorzaríamos antes de las 15 y 30 horas.

Fuimos divididos en tres grupos, por lo tanto iré relatando mi propia experiencia en Viña Indómita. La primera actividad que tuve que realizar fue tal vez la más "dura" de las experiencias: ir a la sala de degustación y tener la oportunidad de experimentar toda la línea de vinos que Indómita tiene para ofrecer; ¡en total fueron 17 vinos! Por supuesto que no recuerdo todos, pero de ellos, algunos sí que me llamaron la atención como el Indómita Gran Reserva Sauvignon Blanc (un vino seco y cítrico, equilibrado, ideal para mariscos), el Indómita Gran Reserva Carménère (un tinto sabroso y fácil de beber, sin ser muy fuerte), el Indómita Duette Premium Chardonnay (un vino de aquellos que me gustan por ser complejo y cremoso, una pena que no se vende aquí en Paraguay), el Indómita Duette Pinot Noir (un tinto suave y agradable que acompaña de maravillas pescados y aves, además de beberse fresco, es decir aproximadamente a 12 ºC). Seguimos con un vino blend, el Indómita Duette Cabernet - Carménère (muy buena opción de vino, de cierta complejidad, donde la madera y la fruta combinan bien), este tipo de productos lastimosamente aun no está siendo entendido en un 100 % por el público consumidor paraguayo, pero en principio presenta buen equilibrio y, sobre todo, elegancia. El último vino tinto que degustamos fue su vino ícono: el Indómita Zardoz, un Cabernet Sauvignon de aquellos potentes que te llenan la boca gracias a su pasaje por barricas de madera de roble (ideal para carnes asadas). Terminamos la degustación con un vino de postre, el Indómita LH (late harvest “cosecha tardía”) mezcla de dos uvas, Gewürztraminer y Sauvignon Blanc, este es un vino blanco dulce que agrada muchísimo al público femenino.

Actividades

La siguiente actividad fue la de ir a trabajar en la viña. Para ello todos fuimos correctamente disfrazados con mamelucos y ¡a la viña fuimos!... Nos tocó ir a las líneas de espalderos de las plantas de uvas y retirar las hojas de los pies de las viñas, dejando las mismas limpias y expuestas al sol. Parecía fácil sí, los primeros metros, pero si uno se dedica a hacerlo todo el día, de seguro termina agotado. Esta fue una oportunidad para muchos de darse cuenta de lo lindo y cansador que es trabajar en la viña los 365 días del año.

La última actividad fue nuevamente de placer absoluto. Nos prepararon unos caballos y subimos las colinas de los viñedos para poder tener una vista global de las parcelas y su ubicación con respecto al tipo de suelo, sol y altura. La inclinación de la colina era superior a los 40 grados, por lo que se hizo fácil subir, pero bajar en cabalgata parecía que en cualquier momento el caballo se resbalaría e iríamos todos para abajo sin detención… Por suerte los animales parecían bien entrenados y todo salió correctamente como nuestros anfitriones lo habían planeado.

Por fin, las 15 y 30 horas y el almuerzo nos aguardaba en una fantástica terraza que se imponía sobre los viñedos. Degustamos nuevamente sus vinos, acompañados de un menú de cinco pasos en una gran mesa donde encontramos amigos paraguayos residentes en el país trasandino. Compartimos muy buenos momentos junto a la gente de Indómita, La Caoba y el grupo fanático de los vinos.

¡Salud a todos! y les deseo un excelente 2013.

oligayet@hotmail.com

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