Los viñedos sufren con las heladas

La cosecha 2017 en Francia se ve altamente afectada por las heladas. A comienzos de este mes, temperaturas debajo de los cero grados durante las madrugadas causaron estragos en varias regiones del país galo. Hasta este momento, aún se están tratando de cuantificar los daños.

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El AOC Champagne fue uno de los más afectados, pero parece ser que aquellas noches de heladas fueron tan grandes que llegaron a afectar al país entero, de punta a punta, inclusive en zonas cercanas al Mediterráneo, como el Languedoc. Las heladas fueron tan fuertes en algunas regiones que la temperatura llegó hasta los -6 ºC por tiempos prolongados, perjudicando seriamente los brotes en este periodo primaveral.

Grandes pérdidas

El efecto es casi inmediato en las viñas: el frío quema los brotes y estos ya no vuelven a crecer a tiempo como para que las uvas tengan tiempo de madurar antes de que el otoño llegue; por lo tanto, para los viticultores es una pérdida parcial o total del rendimiento en la cantidad de uvas que podrán obtener por hectárea plantada. Algunos productores estiman que, con estas heladas, la pérdida fue de entre el 20 y 50 %, y en algunos casos, más específicos y graves, llegó al 70 %. Aún se están tratando de cuantificar los daños reales, pero esto, sumado a las heladas de años anteriores, ya está afectando el stock de vinos de algunas bodegas, con sus consecuentes efectos económicos.

Es sabido que en las mejores regiones vitivinícolas de muchos países es importante tener una amplitud térmica grande y, por lo tanto, los viñedos son plantados, muchas veces, en regiones con riesgo de heladas, como lo son Champagne, Alsacia o Borgoña, en Francia, y en países como Alemania, Argentina, Chile y Gran Bretaña. Todos ellos lidian con este inconveniente desde hace mucho tiempo y para ello tratan de anticipar estos fenómenos climáticos con tecnología, desde lo más sencillo hasta los elementos más modernos y costosos, para evitar que el aire frío quede estacionado sobre los viñedos y así se quemen los brotes.

Alternativas

La técnica para luchar contra las heladas es hacer que las moléculas de aire estén en movimiento; así, las mismas se frotan unas con otras para producir calor y elevar la temperatura ambiente. Como entenderán, hacer esto en un dormitorio no es muy difícil, pero a gran escala, en campo abierto, ya es mucho más complicado. Por suerte ya se sabe muy bien cómo hacerlo y, para ello, los viticultores dejan guardianes durante la noche en los viñedos, dispuestos a actuar en todo momento para evitar las heladas.

Las técnicas más comunes son:

1 Regar con aspersores el viñedo, ya que el agua siempre está a una temperatura superior a los 0 ºC; por lo tanto, inmediatamente, hace que el aire se ponga en movimiento y se eleve la temperatura ambiente.

2 Una medida de urgencia es usar cubiertas viejas y quemarlas en el medio del viñedo, esto también genera grandes fuentes de calor e inmediatamente hace que las moléculas de aire frío se muevan, pero, lastimosamente, el humo producido por estas cubiertas es muy dañino para el medioambiente, así que los viticultores lo practican cada vez menos.

3 La utilización de grandes latas rellenas con parafina (como velas gigantes) que se colocan entre los espalderos del viñedo. La fuente de calor es menor y, por lo tanto, se debe colocar una cantidad numerosa de latas, pero esta técnica tiene un efecto también casi inmediato y no afecta el medioambiente.

4 La colocación de ventiladores gigantes en los viñedos. Esto funciona muy bien, pero los costos son muy altos para una bodega, que adquiere un equipo costoso y puede que no sea utilizado todos los años, y además requiere de mantenimiento.

5 La utilización de helicópteros sobrevolando los viñedos, también es una técnica moderna, ya que volando a baja altura mueven las moléculas de aire frío y, de esta forma, se consiguen combatir las heladas. Pero mover un helicóptero para esta tarea tiene un altísimo costo.

6 La implementación de estufas también es muy común, ya que en ellas se quema madera o carbón y se logra el mismo efecto. Este sistema tiene muchos adeptos, pues las estufas pueden estar permanentemente fijas en los viñedos con un costo muy bajo.

Como verán, técnicas ancestrales y modernas se pueden combinar para combatir el clima, aunque no siempre se puede prever en un 100 %. Por suerte, hoy en día existen estaciones climáticas modernas que permiten tener información casi precisa de cómo será la situación meteorológica y prepararse para combatir estas heladas.

Preciados lectores, ¡salud a todos! y el próximo sábado tendré más historias que contarles.

oligayet@hotmail.com

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