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Tanto las remolachas como las acelgas son variedades diferentes dentro de la misma familia de plantas (Amaranthaceae-Chenopodiaceae) y sus hojas comestibles comparten similitudes, tanto en sabor como en textura. Pegada a sus hojas verdes, la remolacha tiene una raíz redondeada y ligeramente ovalada, que es lo que la mayoría de la gente reconoce por la palabra remolacha. Aunque suele ser de color rojizo púrpura, también hay variedades de remolacha con la raíz blanca o dorada. Las raíces de remolacha crudas tienen una textura crujiente, que se vuelve suave y blanda cuando se cocinan. Su sabor dulce refleja su alto contenido de azúcar, lo que hace que la remolacha sea una importante fuente para la producción de azúcar refinado en Europa. Las hojas de remolacha tienen un sabor amargo similar a la acelga y pueden prepararse como las espinacas o las acelgas. Son increíblemente ricas en nutrientes, como vitaminas y minerales, así como en carotenoides como el betacaroteno y la luteína/zeaxantina.
Propiedades
- La remolacha es un alimento de moderado contenido calórico, ya que tras el agua, los hidratos de carbono son el componente más abundante, lo que hace que esta sea una de las hortalizas más ricas en azúcares. Por eso, es bienvenida en las dietas para bajar de peso.
- Es laxante, por lo que combate el estreñimiento y ayuda en casos de hemorroides.
- Posee propiedades depurativas de gran valor, ya que estimula las funciones hepática, intestinal y renal, agilizando la expulsión de toxinas y desechos. También es un buen remedio para mejorar las infecciones en la vejiga urinaria.
- Son beneficiosas en caso de hipertensión, hiperuricemia y gota, cálculos renales (salvo de oxalato de calcio), retención de líquidos y oliguria. Con el aumento de la producción de orina se eliminan, además de líquidos, sustancias de desecho disueltas en ella, como ácido úrico, urea, etc.
- Tienen alto contenido de fibra, soluble e insoluble. La fibra insoluble ayuda a mantener el buen trabajo del tracto intestinal, mientras que la fibra soluble mantiene estables los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol.
- Posee folatos, que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y en la formación de anticuerpos en el sistema inmunológico. Por ello, la remolacha es apropiada en la dieta de la embarazada, gracias a que su contenido en folatos asegura el correcto desarrollo del tubo neural del feto, sobre todo en las primeras semanas de gestación.
Vitaminas
- Las hojas de la remolacha son una fuente excelente de vitamina A y las raíces (remolachas) son una buena fuente de vitamina C.
- La remolacha tiene vitaminas del grupo B, por ejemplo, la vitamina B2 o riboflavina, que se relaciona con la producción de anticuerpos, de glóbulos rojos. Colabora en la producción de energía y en el mantenimiento del tejido epitelial de las mucosas, mientras que la niacina o vitamina B3 colabora en el funcionamiento del sistema digestivo, el buen estado de la piel, el sistema nervioso y en la conversión de los alimentos en energía. La vitamina B6 participa en el metabolismo celular y en el funcionamiento del sistema inmunológico.
Minerales
- En relación con los minerales, es una hortaliza rica en yodo, sodio y potasio. Están presentes en menor cantidad, el magnesio, el fósforo y el calcio. En sus hojas abunda el betacaroteno y minerales como el hierro y el calcio.
- El yodo es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula el metabolismo, mientras que el potasio y el sodio son necesarios para la transmisión y generación del impulso nervioso, la actividad muscular, además de intervenir en el equilibrio del agua dentro y fuera de la célula.
Antioxidantes
- La remolacha contiene pigmentos llamados antocianinas, de acción antioxidante y que le dan su color característico. Los antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres, que modifican el llamado colesterol malo, con lo que contribuyen a reducir el riesgo cardiovascular y cerebrovascular. Por otro lado, unos bajos niveles de antioxidantes constituyen un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer y de enfermedades degenerativas.
- Son ricas en luteína y zeaxantina, carotenoides que ayudan a prevenir problemas de salud ocular.
- El pigmento que da a la remolacha su color rojizo también es un poderoso agente contra el cáncer. La eficacia potencial de la remolacha contra el cáncer de colon, en particular, se ha demostrado en varios estudios.
Precauciones
Además del hecho de que la remolacha puede volver de color rojo o morado la orina o las heces, la principal desventaja percibida de la remolacha es su alto contenido de nitratos. Sin embargo, la remolacha y otros vegetales ricos en nitrato contienen inhibidores que parecen limitar los efectos adversos de estos nitratos, como se señala en un artículo publicado en Environmental Health Perspectives, en agosto de 2006. De hecho, los nitratos en la remolacha pueden tener efectos beneficiosos sobre la presión arterial.
Los estudios publicados tanto en el British Journal of Nutrition como en el Nutrition Journal en 2012, encontraron que el consumo de jugo de remolacha bajó la presión arterial de los adultos sanos. Hay personas que tienen predisposición a formar cálculos en el riñón (debido al oxalato de calcio), motivo por el que se ha de restringir el consumo de remolacha de su alimentación.
Cómo elegirla
Elija las pequeñas o medianas, con raíces firmes, piel lisa y de color intenso. Las remolachas más pequeñas y jóvenes pueden ser tan tiernas que pelarlas no será necesario después de cocinarlas. Evite las remolachas que tengan manchas, moretones, partes blandas y zonas húmedas, ya que esto indica un deterioro de la remolacha. Las remolachas arrugadas o flácidas también deben evitarse, ya que estos son signos de que las raíces están demasiado maduras y fibrosas.
Aunque la calidad de las hojas no corresponde con la de las raíces, si se va a consumir esta parte muy nutritiva de la planta de remolacha, compruebe que las hojas estén frescas, tiernas y tengan un color verde vivo.
Cómo conservarla
Se conservan frescas en la heladera, sin lavar, y duran de dos a tres semanas. Las hojas de la remolacha, por separado, también se conservan en una bolsa de plástico, sin lavarlas. De este modo, y en refrigeración, pueden mantenerse de tres a cinco días. Nunca congele la remolacha cruda porque se vuelve blanda. La remolacha cocida sí se puede congelar y conserva su sabor y textura.
Cómo prepararla
La remolacha es una hortaliza que puede consumirse cruda, hervida o en conserva. Si la quiere comer cruda, puede rallarla y aliñarla con un poco de aceite y limón. Una vez cocinada será más digerible, para ello se hierven sin pelar porque, si no perderían parte de su color y su sabor. Deben hervirse no más de dos horas y luego la piel sale con facilidad. Cocinadas en el horno, las remolachas conservan casi intactas todas sus propiedades. Las hojas de la remolacha se pueden aprovechar también como si fueran espinacas en una ensalada de hojas verdes o blanqueadas, en el relleno de tartas y masas en general (canelones, sorrentinos, etc.).
En jugos saludables
Revitalizante: 1 remolacha, 1 zanahoria,
1 manzana y jugo de limón, a gusto.
Desestresante: 1 remolacha, 5 frutillas, el jugo de 2 naranjas, 1 cda. de miel de abejas.
Para mejorar la circulación: 1 remolacha,
2 dientes de ajo, 2 tallos de apio, 2 tomates,
1 cda. de ralladura de jengibre.
Para el estreñimiento: 1 remolacha,
2 zanahorias, 1 pepino, 10 hojas de espinacas, 1 tallo de apio.
En el 10 % de las personas que comen remolacha regularmente, su orina o heces se vuelven de un color rosa o rojizo. Se llama beeturia (el cuerpo no absorbe el pigmento) y es totalmente inofensivo.