Jöel Robuchon

El año pasado nos dejó Paul Bocuse, conocido como el papa de la gastronomía, quien murió a sus 91 años, y esta semana el mundo de la alta cocina perdió a otro grande, Jöel Robuchon, el chef francés más influyente y con más estrellas Michelin de la historia.

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Se lo consideraba “una leyenda viva”. Jöel Robuchon es a la cocina lo que Bono, de U2, a la música y recibió muchos títulos: Meilleur Ouvrier de France, en 1976; Chef del año, en 1987, y Cocinero del siglo, en 1990. Fue el chef que obtuvo la mayor cantidad de estrellas del mundo, según la guía Michelin: nada menos que 32. 

Su temperamento volcánico era conocido entre fogones. Fue mentor de otro chef de armas tomar, el inglés Gordon Ramsey, quien en su autobiografía Humble Pie relata cómo el pacífico y multipremiado chef Robuchon le lanzó un plato de comida cuando trabajaba para él.

De seminarista a cocinero

Nació en Poitiers (Francia), en 1945, en el entorno de una familia católica practicante, frecuentada por religiosos que solían quedarse a cenar, creando un ambiente especial, el “sentido de compartir la comida” como él lo recordaba. Con 12 años, llegó a entrar en el seminario de su localidad con la idea de seguir esta vocación, pero descubrió que era más feliz pelando papas que leyendo la Biblia. Tres años después, salió de la comunidad religiosa y se puso a trabajar en un restaurante local, donde observó dos cosas: que la profesión es terriblemente dura y que la nouvelle cuisine era capaz de poner una zanahoria afeitada en el plato como si fuera un producto grandioso, algo que le parecía una solemne estupidez. Su gastronomía apostaba por la combinación de sabores, pero no más de cuatro por plato. De hecho, su plato más célebre es un sencillo, brutal y sabroso puré de papas: manteca, sal, leche y papa. Punto.

La competitividad y el talento le llevaron a ganar con solo 16 años el más importante concurso francés de cocina, y con 28 años ya era jefe de cocina del restaurante Harmony-Lafayette de París. Un año después, ganó su primera Estrella Michelin, la segunda y la tercera en los siguientes años, algo insólito hasta ese momento… Hasta obtener un total de 32, más que cualquier otro chef a lo largo de su carrera, informó la BBC.

Con 50 años decidió retirarse de los fogones para no morir de un infarto y poder dedicarse a vivir la vida y pasar tiempo con su familia. A esa edad pisó la nieve por primera vez, porque no había tenido tiempo antes. Se dedicó al negocio de abrir restaurantes, transmitir sus conocimientos y participar en muchos programas de televisión, entre otros MasterChef en España. Robuchon operaba una docena de restaurantes bajo el nombre de “Chef del siglo” en tres continentes, informó la BBC. Era famoso por su perfeccionismo y el uso de algunos ingredientes, manteniendo la preparación simple y alejándose de los excesos de la nouvelle cuisine francesa. 

Entre sus publicaciones destaca el libro Todo Robuchon, con un montón de recetas explicadas para que estén al alcance de todos, como su famoso puré de papas, su tarta de trufas o el pollo asado a la Robuchon, entre las más reconocidas.

Falleció el 6 de agosto en la ciudad de Ginebra, Suiza, a los 73 años de edad. Toda Francia y todo el mundo llora su pérdida. En las redes sociales fue unánime el reconocimiento de sus compañeros de profesión, quienes agradecieron su labor creativa, capacidad de innovar y renovar el concepto de la cocina francesa. El gobierno francés, a través de su portavoz, Benjamin Griveaux, publicó en Twitter: “El chef visionario y la mayor estrella del mundo nos ha abandonado hoy. De París a Shangái, su arte ha hecho brillar a la gastronomía francesa y seguirá inspirando a la joven generación de chefs”.

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