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1 La capacidad del estómago es de 1,5 litros. Pero cuando comemos, se estira, tanto que puede llegar a duplicar su tamaño.
2 Cuando la comida alcanza el estómago, este se comprime cada 20 segundos para mezclarla. Los alimentos pasan de 3 a 4 horas en el estómago, y de 6 a 20 horas en el intestino grueso, el siguiente órgano del tubo digestivo.
3 El jugo gástrico es un líquido claro segregado en abundancia por numerosas glándulas microscópicas diseminadas por la mucosa del estómago. Funcionalmente, podemos decir que el jugo gástrico es un ácido muy fuerte que se encuentra en el estómago y que sirve para eliminar la parte de los alimentos que es útil; es decir, aquella parte que no puede ser transformada en energía para el cuerpo. Este líquido contiene agua, ácido clorhídrico en una proporción del 1 al 4 % y enzimas (pepsina, renina gástrica y lipasa gástrica). La secreción de jugo gástrico la inicia normalmente el cerebro, que envía un mensaje al estómago a través del nervio vago. La pequeña cantidad de flujo de jugo gástrico que esto produce estimula el estómago, que produce una hormona: la gastrina. La hormona ingresa a la corriente sanguínea; cuando regresa al estómago con la sangre arterial, estimula la producción de grandes cantidades de jugo gástrico sumamente ácido (la histamina también tiene este efecto). Su función es actuar principalmente sobre la digestión de las proteínas, por el efecto de las enzimas pepsina y renina, para favorecer la absorción de los nutrientes en el intestino delgado. La renina (también conocida como fermento del cuajo) transforma la caseína (proteína de la leche) en una proteína (cuajo) soluble para la acción de la pepsina. Esto es necesario para mantenerla en el estómago el tiempo adecuado para que la pepsina actúe sobre ella, ya que si la leche permaneciera líquida, pasaría por el estómago tan rápidamente como el agua. El jugo gástrico (también se habla de los jugos gástricos), es extremadamente poderoso en los humanos. Es capaz de digerir el hierro, la mayoría de los plásticos, el vidrio, y, prácticamente, todos los metales, entre otras cosas.
4 La mucosa gástrica también segrega una proteína llamada factor intrínseco, que es esencial para la absorción de la vitamina B12. Cuando no hay factor intrínseco, no se absorbe esta vitamina y entonces se da lugar a una forma grave de anemia, llamada anemia perniciosa. El epitelio gástrico también produce mucus (o mucina), que cumple con un importante papel de autoprotección: de esta manera evita el ataque directo del ácido clorhídrico sobre su superficie.
5 Los movimientos peristálticos conducen el alimento por el tubo digestivo. Por eso es posible comer boca abajo.
6 Si extendiéramos por completo el intestino delgado de un adulto humano mediría unos 6 m de longitud. Y el área total de su superficie (llena de pliegues y vellosidades) es de 300 m2, equivalente al tamaño de una cancha de tenis.
7 El estrés cambia el tipo, número y la diversidad de las bacterias que viven en el estómago. Dado que estos microbios regulan la función inmune, es más fácil que se inflame el estómago y que contraigamos enfermedades si nos estresamos.
8 De los alimentos se obtienen, fundamentalmente, tres tipos de sustancias nutritivas: carbohidratos, que se oxidan cuando se necesitan o, si sobran, se almacenan en forma de glucógeno; grasas, que se oxidan y se almacenan; y proteínas, que pueden formar tejidos (por ejemplo, músculo), oxidarse o participar en la síntesis de aminoácidos y grasas. Los alimentos oxidados producen calorías. Concretamente, un gramo de carbohidratos o un gramo de proteínas produce 4 cal; mientras que un gramo de grasa produce 9 cal.