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Enormes pozos se observan a lo largo de esta carretera, dificultando la circulación de los vehículos, expresaron. Indicaron que tanto la Gobernación como la Municipalidad no hacen caso a los pedidos de reparación.
La comunidad es una de las más abandonadas y pobres del Ñeembucú. Sus habitantes se dedican preferentemente a la pesca y a los trabajos como peones en los establecimientos ganaderos de la zona.
Por su parte, el intendente Marcos Benítez (ANR) reconoció el mal estado del camino, pero dijo que no cuenta con maquinaria para los trabajos de reparación.
Señaló que necesariamente se debe recurrir a las máquinas de la Gobernación o del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Lamentó que máquinas pesadas como tractores del sector privado o pescadores deportivos que cruzan en días de lluvias destruyen aún más la ruta.
“Esta acción no colabora con el mantenimiento, apenas se arregla, se registra una lluvia, el camino vuelve a deteriorarse, afectando el tránsito”, indicó.
Añadió que el problema de los caminos es de larga data y no solamente de ahora. Mencionó que esperan la rápida adjudicación de la obra de asfaltado Alberdi- Pilar para dar una solución.