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Antes de llegar a Santiago, Misiones, y quedarse entre el 13 de agosto y el 6 de septiembre pasados para pintar una serie de 12 murales bajo la denominación de “Calendario Guaraní”, Fredone Fone (nombre artístico) hizo obras similares en varias otras ciudades latinoamericanas como Santiago de Chile, Buenos Aires, Montevideo, Caracas, México, Querétaro y Cancún, además de algunas brasileñas, según contó a ABC Color.
Las características de su trabajo apunta a motivos minimalistas, en un conjunto de composiciones abstractas donde prevalecen lo geométrico y colores fuertes como el rojo y el negro, en un marco de blancos y grises, de acuerdo a lo que pudimos observar en Santiago, donde llegó a pintar, incluso, un panteón situado en el camposanto santiagueño, cuyas imágenes publicamos en el número anterior de este suplemento dedicado al sur.
“Santiago es una comunidad tranquilita; conocí a la gente, que siempre está pendiente de todo lo que uno puede necesitar”, dijo el artista al recordar su paso por esa localidad. Contó una vez más que llegó hasta allí invitado por Javier Melero, un español que periódicamente visita ese lugar para sacar fotos a los habitantes y compartir con familias amigas. Este año justamente Melero montó una muestra fotográfica en la Casa de Cultura.
Se habían conocido en Boadilla de Río Seco, España, donde fue a pintar un mural grande, y ahí le propuso venir a Paraguay.
“Mi trabajo tiene que ver con construcciones, con materiales y con la memoria. He trabajado como albañil con mi padre desde los 10 y hasta los 20 años en la periferia de la ciudad de Serra, donde crecí. Lo que hago es juntar formas que hay en mi memoria y construir y crear otras formas. Así es como la gente construye en las favelas, juntando restos de materiales que otros tiran (ventanas, tejas, puertas, ladrillos, ayudas de vecinos y mucha lata para conseguir tener un techo)”, reveló a nuestro diario.
No olvidó que además de Melero, en todo el proceso de pintar los 12 murales fue acompañado por el joven santiagueño Darío Víctor Valdez, quien hizo de ayudante en los trabajos, y por la fotógrafa Joana Quiroga, también de Vitoria, Brasil, quien además de tomar fotografías, filmó todas las fases de estas creaciones que hoy adornan Santiago.