La misa fue oficiada el martes 24 de abril pasado. Concelebraron el obispo diocesano, monseñor Pedro Collar Noguera, y el obispo emérito, monseñor Mario Melanio Medina. Además, participaron el clero diocesano, religiosas y fieles de la parroquia.
La homilía estuvo a cargo de monseñor Medina, quien resaltó la importancia de la vocación cristiana. El que descubre su vocación primero se convierte y abraza el compromiso de difundir la palabra de Dios, dijo.
Explicó la relación que existe entre el pastor y las ovejas; es decir, entre el sacerdote y la comunidad cristiana. “El pastor debe conocer a su oveja. Significa cercanía, contacto, acompañamiento, porque el pastor cuida a las ovejas y las ovejas escucha la voz del pastor quien actúa de guía, orientador y formador del hombre”, manifestó.
Añadió que la misión del sacerdote, es formar a la comunidad cristiana. “No se da la formación ética a la fuerza ni con el sometimiento como ocurren en los cuarteles”, aclaró el obispo.
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Expresó que hay que enseñar sin amenaza, sin autoritarismo, sino con el ejemplo y las buenas obras.
Ocampo fue ordenado sacerdote por el entonces monseñor Carlos Milciades Villalba, el 24 de abril de 1993, en la parroquia Virgen del Rosario de Mayor Martínez (Ñeembucú).