Es un tiempo ideal para reflexionar y cambiar

La fiesta patronal es un tiempo fuerte de la Iglesia Católica para reflexionar y buscar el cambio interior de los feligreses, señaló el párroco de San Juan Bautista, Celestino Ocampo.

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Durante el novenario al protector de los sanjuaninos, el sacerdote hizo un llamado para defender la familia y la vida.

“El matrimonio tiene dos valores esenciales: la unidad y la indisolubilidad”, precisó.

El párroco indicó que la festividad es muy importante para los cristianos, en nuestro caso la festividad de San Juan Bautista, el precursor de Jesucristo.

La fiesta patronal de San Juan fue celebrado el martes 24 de junio. Participaron fieles de distintos barrios y compañías, instituciones educativas, autoridades, empresas privadas y medios de comunicación.

El padre Ocampo señaló que la fiesta patronal es un tiempo propicio de cambio de la vida interior. Agregó que es como un retiro espiritual para toda la comunidad cristiana, porque los fieles se preparan desde la prenovena, durante el novenario y en el día del patrono.

Se tiene en cuenta el carisma del santo patrono, en este caso San Juan Bautista, quien preparó el camino de Jesús, “por eso se le llama el precursor”, señaló el padre Ocampo.

Agregó que San Juan Bautista fue un gran predicador, un profeta austero, de mucha oración. Hizo  un llamado fuerte a la conversión, denunció las injusticias del rey Herodes de aquel entonces.

Él denunció las injusticias y el pecado del rey, y eso le costó la vida, dijo el sacerdote.

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