Como se ha visto en los tres capítulos anteriores, el uso de la moneda como elemento de intercambio comercial ya se inició con los españoles que llegaron a estas tierras en la época de la conquista.
Desde ese momento, distintos tipos de monedas se utilizaron. Las que venían de Europa, las de algunos países limítrofes, las que estaban hechas de algún metal precioso o noble, las que eran de papel moneda.
El sello inconfundible del gobierno de don Carlos, quien edificó a través de sus acciones un país moderno, fue el progreso. Entre esas acciones de avance sobresalió también la moneda, una moneda nacional acuñada o impresa (según sea el tipo) en el país, respaldada por la fortaleza económica de su producción.
Luego de la Guerra Guasu que acabó con el país en muchos aspectos, los esfuerzos por mantener una moneda nacional estable recién culminaron con la reforma monetaria de 1943, cuando nació el guaraní a través del Decreto Ley 655, que dice en una parte: «Instituyese el guaraní como unidad monetaria de la República del Paraguay».
En otra parte reza: «Todos los precios, impuestos, tasas, honorarios, sueldos, salarios, contratos y obligaciones de cualquier clase o naturaleza, que deben ser pagados, cobrados o ejecutados en la República, se expresarán y liquidarán exclusivamente en guaraníes» a partir de ese momento.
Entre otras medidas, se afirmó que el Banco de la República, lo que ahora es el Banco Central del Paraguay, sería la única institución encargada de la gestión de la moneda nacional. Anteriormente a eso, casi todos los bancos estaban autorizados a emitir su propia moneda, respaldada por sus fondos y bienes.
En suma, se logró consolidar a través de una política única una moneda estable que no estuvo exenta, sin embargo, de vaivenes, pero que logró sostenerse en el tiempo y a través de distintos cambios sociales, políticos y económicos del país, la región y el mundo.
Junto con el peso colombiano, establecido en 1811, es considerada la segunda moneda en Sudamérica en permanencia y vigencia. Saludemos pues al guaraní, una venerable moneda a punto de cumplir 71 años de edad.