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El objetivo es que las cargas provoquen transformaciones funcionales, bioquímicas, morfológicas y psíquicas en procesos de adaptación, como forma de aumentar la capacidad de rendimiento deportivo.
El joven, habitualmente, desarrolla en forma paralela su formación cultural, intelectual y de futuro profesional. Esto puede ser analizado desde el punto de vista referente a que coexisten dos sistemas de exigencias de cargas (intelectivo y deportivo), que se desarrollan paralelamente y que deben ser estimulados y aumentados continua y sistemáticamente, pero en el mismo sujeto.
Si se quiere reducir al mínimo el conflicto inevitable de los objetivos de las exigencias de las dos carreras (curricular y deportiva), el aumento en la eficiencia de la utilización del tiempo disponible representa un antecedente fundamental para la programación de las cargas de entrenamiento en un contexto global.
Esto nos obliga a elaborar y desarrollar un sistema de entrenamiento infantil y juvenil que se caracterice por el aumento racional del tiempo y los volúmenes, en un marco realista y realizable, obteniendo sobre todo un aumento de la calidad y la eficacia del entrenamiento.
A esta tendencia se contraponen las corrientes que promueven la formación multilateral básica, como principio fundamental del entrenamiento infantil y juvenil, basados en la integración de consideraciones metodológicas, biológico-evolutivas y de orden pedagógico.
Metodológicamente, se parte de la experiencia en la que existe una estrecha relación entre la formación multilateral y el nivel de rendimientos futuros y su estabilidad. Biológica y evolutivamente, la formación multilateral favorece los procesos de maduración y desarrollo, de acuerdo a los períodos sensibles del mismo, y evitando un excesivo desgaste unilateral precoz.
Pedagógicamente, los niños no son especialistas, ya que la edad infantil tiene una función de preparación para la vida futura y la misma carece de especificidad, por lo cual utiliza formas variadas de movimiento y juego.
SALUD
Levadura de cerveza
Su gran interés dietético es debido, especialmente, a su riqueza en vitaminas del complejo B (B1, B2, B6, B14, ácido pantoténico) y entre los minerales: hierro, potasio, calcio, fósforo y sodio. Es de alto valor proteico (45 % al 50 %) y ricas en aminoácidos esenciales.
Es utilizada en dietética como suplemento y aconsejada en períodos de crecimiento, embarazo; a deportistas, en la convalecencia, vejez, agotamiento y surmenage.