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Son drogas que alteran la percepción y los procesos mentales. Se denominan así por su capacidad para producir alucinaciones. Algunos son extractos de plantas u hongos consumidos desde la antigüedad. Ejemplos: la mescalina que se obtiene de un cactus mexicano llamado peyote y la ayahuasca que se extrae de unas lianas de América del sur, entre otros. Por otra parte, existen aquellas sustancias que son elaboradas por síntesis química en los laboratorios. Ejemplo de este tipo es el LSD (dietil amida del ácido lisérgico).
Los alucinógenos se pueden clasificar también como típicos o atípicos, según produzcan alucinaciones o solamente distorsiones, de la percepción, y también como primarios y secundarios, según su efecto sea directo o secundario a efectos adversos de una dosis tóxica. Otra situación que se observa es que distintos autores clasifican a estas drogas de diferentes formas, por lo que en algunas bibliografías se puede encontrar al éxtasis dentro de este grupo (droga que se estudió en el capítulo de drogas de diseño).
Si bien son drogas utilizadas desde hace muchos años, últimamente, se ha producido un resurgimiento de este tipo de sustancias, en especial algunas como el LSD, conocido también como «ácido» y asociado a fiestas juveniles.
Las primeras sensaciones al consumir estas sustancias son: vértigo, debilidad muscular, temblores, náuseas, vómitos (en especial con la mescalina), sudoración y visión borrosa. Luego aparecen y se suman las alteraciones de las funciones psíquicas y de estado de ánimo, trastornos en la forma de percibir las cosas a través de los sentidos (colores, formas alteradas), fusión de los sentidos, como por ejemplo: ver un sonido, escuchar un color, alucinaciones y vivencias extrañas, como sentirse fuera del cuerpo o vivencias delirantes.
Los efectos no deseables que pueden darse: crisis de pánico, alteraciones del ánimo de tipo depresivo o ansioso, episodios paranoides (ideas de ser perseguido), flashbacks y también existe la posibilidad de desarrollar trastornos psiquiátricos crónicos (presuponiendo que exista una predisposición individual en la persona que consume). Los síntomas pueden seguir apareciendo más adelante sin la ingesta de la droga, y esto se conoce como trastorno perceptivo persistente por alucinógenos.
Los consumidores de alucinógenos llaman a los efectos «viaje» y cuando se presentan reacciones adversas se denomina «mal viaje».
Actividades
1. Contesta.
a. ¿Cuáles son los efectos de las drogas alucinógenas?
b. ¿Cómo se pueden clasificar?
c. ¿Cuáles son los síntomas psíquicos?
2. Define alucinación.
3. Cita ejemplos de drogas alucinógenas.
Fuentes
GÓMEZ PEREIRO, C. (2010). Manual de adicciones para médicos especialistas en formación. Socidrogalcohol.
KAPLAN, SADOCK. (2015). Sinopsis de Psiquiatría. Philadelphia, EE. UU. Wolters Kluwer.