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Pintar con óleo y acrílico
El óleo, como su nombre lo indica, tiene una base oleosa, es decir, de aceite. Y el acrílico es una pintura al agua, por lo que a simple vista no podrían mezclarse. Lo cierto es que se puede pintar una base de acrílico, que tiene la ventaja de un rápido secado, y luego agregar detalles al óleo. ¿Te animas a probarlo?
Para diluir el óleo puedes utilizar aceites especiales, así como aceite de linaza que se consigue en la ferretería. También puedes utilizar aguarrás o trementina, que son los materiales con los que podrás, además, limpiar tus pinceles. Para el acrílico solo necesitarás agua para diluir, y agua y un poco de jabón para limpiar tus pinceles.
Pintar con acrílico y tizas oleosas
Es exactamente el mismo caso que el anterior, ya que las tizas oleosas son la versión más sólida de los óleos. Prueba pintar un fondo con acrílico y, una vez seco, haz algo con tizas oleosas. Algo parecido podrás experimentar mezclando témpera y crayones. La témpera solo requiere de agua para diluirse, por lo que también deberás utilizarla de material de base. Una vez seca, pinta algo de tu agrado con crayones.
Pintar con acuarela y lápices de colores
La acuarela también necesita agua, y deberás tener en cuenta que, si los lápices que tienes son también acuarelados (o acuarelables) se diluirán una vez en contacto con el agua, por lo que es preferible que para la práctica de mezclar materiales utilices los que no son acuarelables.
También podrás utilizar carboncillos, tizas pastel o crayones para pintar sobre la acuarela seca.
