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La estación estival es sinónimo de abundancia para las industrias especializadas en la fabricación y distribución de helados, como también para aquellas que lo importan. Tal es el caso de ciertas compañías que no dan abasto debido a la alta demanda, a raíz de lo cual están inyectando capital para aumentar su capacidad productiva.
La ola de calor, más los 3.000 clientes mayoristas que dependen de Puerto Helado fueron suficientes para plantear la posibilidad de contar con infraestructura más amplia, señala Julio Escobar, propietario de la firma, respecto a la nueva planta de procesamiento que opera en la ciudad de Luque, en la cual se invirtió más de USD 1.000.000.
Para dimensionar el alza del consumo, Escobar cuenta que el horario de atención de la fábrica anterior era muy limitado. “Abría a las 5:30 y cerraba a las 9:00 de la mañana”, sostiene al recordar que los revendedores formaban filas desde tempranas horas para acceder a comprar al menos un balde del postre.
Pero este panorama cambió a inicios de enero, cuando Puerto Helado anunció la puesta en marcha de sus nuevas instalaciones, donde actualmente produce 2.000 baldes diarios, lo que significó un 50% más que el año anterior. Cada recipiente contiene 5 kg de la crema helada. Este giro fortaleció el negocio y, por ende, la cantidad de interesados en comercializar su producto. Aclara que de momento seguirán con el formato de ventas a mayoristas y que más adelante analizarán la alternativa de franquiciar la marca.
Otra que conquista con sus 27 sabores es la heladería Amandau SA, rescata su dueño, Jorge Leoz, quien relata que la salida del producto se dispara de manera increíble en temporada alta, afirmando que la capacidad de producción se duplica y llega a los 4.800 l por hora, equivalentes a 2.800 kg cada 60 min. El volumen abastece a 180 franquicias y cinco locales propios.
El empresario puntualiza que la masiva oferta promueve una industria sana, que se empeña en proponer precio, variedad y calidad acordes. Además, anticipa la apertura de más puestos Amandau para este año.
Para Alejandro Conti, CEO de la cadena de franquicias argentina Freddo, la cultura de tomar un helado en cualquier momento del día se viene sintiendo con mayor peso desde enero pasado. En tal sentido, comenta que la firma importó 12.000 kg del manjar a mediados de diciembre de 2015 y para febrero prevé otra carga de 7.000 kg. “Se nota un incremento importante en el movimiento de ventas. Desde Freddo importamos 50% más que lo habitual”, expresa.
Los entrevistados coinciden en que los helados a base de dulce de leche, frutilla y el sabor granizado lideran la elección de los consumidores. En cuanto a precios, los cucuruchos se comercializan desde G. 6.000 por unidad, dependiendo de la marca. Asimismo, la torta helada se ubica entre los preferidos de la gente.
Compra foránea. Los dos últimos años resultaron atrayentes para los importadores, según revelan las estadísticas de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), que posiciona a helados de Corea del Sur, Francia, Chile, Brasil y Argentina entre los favoritos de los paladares exquisitos.
El reporte arroja que, si bien el volumen importado fue mayor en el 2015, en ingresos se estuvo por debajo en relación con el 2014. Es así que la adquisición de 649.357 kg de helado durante el año pasado representó USD 2.073.539, mientras que en el 2014 la cifra trepó a 527.427 kg, con USD 2.492.855.
En cuanto a exportación, la DNA registró la salida de 3.534 kg del producto en enero de 2014 con destino a Brasil y otros 13 kg a Chile, en abril del mismo año. En este punto, Amandau es la única empresa nacional del rubro que dio a conocer sus exportaciones al mercado brasileño.
Competencia
Además de las firmas ya mencionadas, las marcas Quattro D, El Heladero, Sugar, Doctorazo, Plezier, París y Grido están compitiendo fuertemente en el sector. Algunas de ellas optan por instalarse en shoppings, otras prefieren locales propios o las típicas góndolas. Una que llamó la atención es Gelatus, que lanzó una variedad con láminas de oro a un precio de USD 100.
emilse.rolon@abc.com.py