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La idea de Iluméxico surgió de un problema que aqueja a más de 1400 millones de personas en el mundo: carecen de acceso a la red eléctrica y, por lo tanto, no cuentan con un servicio que ha sido de suma importancia para el desarrollo de la sociedad actual.
Como muchas de las grandes historias de emprendimientos, la iniciativa se gestó en las aulas universitarias, cuando Manuel Wiechers, fundador y director general de Iluméxico, junto con un grupo de jóvenes emprendedores, compartieron la inquietud de poner en práctica lo aprendido y encarar un proyecto que tuviera un impacto social.
Los inicios de Iluméxico se remontan a 2009, aunque la empresa se constituyó formalmente en 2010, producto de las ideas de un grupo de ocho jóvenes a quienes “se les prendió el foco” y dieron seguimiento a un sueño que ha impactado a más de 18.000 personas, y recibido más de 30 premios y reconocimientos, tanto nacionales como internacionales.
Iluméxico se autodefine como una empresa social que provee productos y servicios de tecnología solar a comunidades urbanas y rurales en México. La firma ofrece soluciones eficientes y sustentables que satisfacen la demanda energética de viviendas, negocios, empresas o industrias en búsqueda de alternativas de electrificación, ya sea por falta o deficiencia en el servicio, o bien para el ahorro en el consumo.
En México se estima que existen más de 600.000 viviendas en situación de pobreza energética, lo cual significa que más de tres millones de mexicanos tienen acceso nulo o muy limitado al servicio básico de luz eléctrica. Esta fue la principal necesidad que los jóvenes emprendedores de Iluméxico identificaron para hacer un negocio que beneficiara a la sociedad.
Una empresa social
Rodrigo Moreno, director de Comunicación de Iluméxico, define a una “empresa social” como un proyecto con misión, visión y objetivos orientados a la esfera social, pero que también busca lograr ganancias para seguir alimentando la iniciativa. “Debe ser un proyecto sostenible en el largo plazo; de lo contrario, no funciona”, asegura.
En México, y en general en América Latina, el modelo de empresa social es cada vez más replicado debido al compromiso que representa y, al mismo tiempo, por ser una apuesta mucho más confiable que un negocio convencional. De hecho, según cifras de la Secretaría de Economía del Gobierno mexicano, nueve de cada 10 empresas sociales sobreviven los primeros tres años de vida, mientras que siete de cada 10 pymes tradicionales no superan los dos primeros años de operaciones.
La estrella de la empresa es Prometeo, un sistema muy parecido a un chip, pero con dimensiones más grandes. En esencia, un controlador que convierte la energía solar en electricidad. Y si bien el núcleo es un desarrollo tecnológico, Iluméxico no solo cuenta en su plantilla con ingenieros, sino también con sociólogos, psicólogos y personas de distinta formación, lo cual le ha dado una orientación más social, sin perder de vista que también deben llevar adelante un negocio rentable.
Modelo de negocio
Su modelo de negocio se basa en dos pilares fundamentales: los microcréditos y las alianzas estratégicas, aunque también acuden a otras fuentes de financiación, como convocatorias para tener acceso a estímulos económicos y ciertos proyectos de iluminación urbana, ya sea en viviendas particulares o comercios.
En lo que respecta a los microcréditos, a través de la figura de los “ingenieros sociales” —personas de la región que han sido capacitadas por Iluméxico— se acercan a los habitantes de las comunidades y les plantean un programa de financiamiento que puede ser de seis, nueve o 12 meses, de modo tal que el responsable de la familia se comprometa a cubrir el costo del equipo.
En ocasiones, ese mismo esquema se aplica a más de una familia para que se beneficien de créditos grupales. De este modo, quienes reciben el equipo y el servicio eléctrico son varias personas, lo cual genera un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida.
Según la complejidad del equipo y la necesidad de consumo de electricidad, las personas pagan desde 200 pesos mexicanos mensuales por un sistema; es decir, alrededor de USD 15. Al cabo del plazo de financiamiento, el equipo es de propiedad de las personas, y solo deben abonar una póliza de mantenimiento adicional, que es opcional. Con este esquema, operan en 11 centros en distintas comunidades y ciudades del país.
“En realidad, diseñamos los planes a la medida de cada persona, con la finalidad de que se ajuste a sus posibilidades de pago, que es una suma similar a la que destinan a comprar velas o diésel, los insumos con los que se suelen alumbrar”, comenta el director de Comunicación.
El segundo pilar son las alianzas estratégicas, para lo cual han desarrollado proyectos con gobiernos federales y locales. Esas instituciones se comprometen a brindar un subsidio a las comunidades para que tengan acceso a la electricidad. “En muchas ocasiones, para el gobierno es más redituable invertir en estos sistemas que desarrollar toda la instalación eléctrica para 20 casas en comunidades alejadas”, asegura Moreno.
Iluméxico ha establecido alianzas tanto con organismos públicos —la Secretaría de Energía, la Comisión Federal de Electricidad, la Secretaría de Desarrollo Social, entre otros— como con empresas privadas. Schneider Electric, Energizer, GM y Banamex son algunas de ellas. Mediante esas alianzas se llevaron adelante proyectos sociales en comunidades alejadas.
Debido a lo inspirador del proyecto y al gran impacto demostrado, Iluméxico ha encontrado en los concursos y premios otra fuente para percibir recursos económicos que impulsaron el crecimiento de la empresa.
Desde 2010 ha obtenido más de 30 reconocimientos nacionales e internacionales; esto es, alrededor de seis reconocimientos por año en convocatorias de distinta índole. De hecho, el inicio de la historia de Iluméxico fue producto de haber ganado en 2009 el Premio Santander a la Innovación Empresarial en la categoría “emprendimiento social”. Por último, pero no menos importante, son los desarrollos urbanos que han hecho en complejos de viviendas, sedes gubernamentales, empresas o casas particulares. A esos rubros les vendió sistemas solares de iluminación, electrificación, refrigeración, bombeo de agua, cercos eléctricos e, incluso, luminarias públicas.
Proyecto innovador
Son cuatro los aspectos que distinguen la operación de Iluméxico: el primero es la innovación, por cuanto se trata de un desarrollo de tecnología mexicana; el segundo es la creación de programas de índole netamente social,el tercero es su modelo de distribución rural y el último es el financiamiento flexible que otorga a las comunidades.
En 2015 la empresa cumple sus primeros cinco años de vida, y hoy cuenta con alrededor de 30 colaboradores que proveen un recurso vital a miles de personas de escasos recursos, además de ser miembros de dos de las redes más importantes de entrepreneurship social en el país: Ashoka y New Ventures.
Sus planes a futuro incluyen una expansión al 100 % del territorio mexicano e, incluso, otros países de Latinoamérica, ya que los directivos de Iluméxico son conscientes de que las condiciones de muchas comunidades de la región suelen ser parecidas. Por lo tanto, se proponen llevar la luz a las personas que la necesitan y contribuir, de ese modo, a su crecimiento y a mejorar su calidad de vida.
Iluméxico en cifras
8 fueron los fundadores en 2009.
30 colaboradores tiene actualmente.
21-30 años es la edad promedio dentro de la empresa.
1200 ton de co2 desplazadas.
3300 sistemas instalados.
18.000 personas impactadas en 11 estados.
95.000 Watts generados.
Fuente: HSM Group // www.wobi.com