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Los alimentos agroecológicos son ofertados hace varios años a través de las diversas plataformas de internet. “Estos empezaron en Gran Asunción en la década del 2000, enviando semanalmente a los interesados la lista de productos disponibles vía email. Por ese medio, realizaban los pedidos. Hoy, incorporan webs, redes sociales e incluso WhatsApp”, cuentan Magalí Casartelli y Jorge González, los comunicadores que administran la web que promueve los emprendimientos: Huertitas.com.
Amigables con la salud y la naturaleza. Son alimentos producidos naturalmente y en armonía con el equilibrio ambiental, a diferencia de la producción a base de transgénicos y agroquímicos. La agricultura familiar campesina del Paraguay y el mundo emplea históricamente esta práctica recomendada por la FAO, y catalogada como la que ayuda a enfriar el planeta.
“Se debe tener especial cuidado de estos alimentos y al modo de cultivo. No es suficiente decir que fueron cultivados sin agroquímicos, advierte la Ing. Agr. Juanita Caballero, especialista en producción de hortalizas orgánicas.
Cualquier productor puede decir que usó estiércol de vaca, gallina u otro método natural, lastimosamente eso no es suficiente. Estos alimentos deben contar con una certificación de calidad, otorgada por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave). “Vender productos, con la cualidad de ser orgánicos, provoca un impacto muy positivo en el consumidor, por lo que se debe tener especial cuidado”, explica Caballero.
Certificación y costos. Los ingenieros agrónomos Nelson Fariña, director del Senave, y Genaro Coronel, de la Dirección de Calidad, Inocuidad y Agricultura Orgánica de la misma institución, describen en qué consiste la habilitación: “Se llama certificación SPG o Sistema Participativo de Garantía al otorgado solo para ventas en el mercado local a las asociaciones de productores que lo soliciten. Tiene un costo de G. 1.233.216, monto que se cobra en concepto de tasas”. Para concederlo y hacer el seguimiento, periódicamente –cada tres meses– se reúne un comité de ética, conformado por técnicos especializados, ingenieros, comerciantes, consumidores, productores y representantes de organismos no gubernamentales.
“Por el momento, la Asociación de Productores Orgánicos (Apro) es el único grupo que cuenta con la habilitación. Otros gremios se encuentran en proceso de certificación”, acotan.
Considerando los precios de la oferta de la Apro y tras consultar con la nutricionista Jeannine Zuccolillo acerca de los 10 alimentos esenciales para la salud, una canasta básica con 30 productos –hortalizas, verduras, frutas, legumbres, productos frescos, como el azúcar, la miel de caña, infusiones, harina de maíz y otros– cuesta G. 194.600, variando de acuerdo a la temporada. Las compras van desde G. 50.000, además del recargo de G. 3000 por el envío.
La mayoría de los integrantes que conforman esta red adquiere los productos para la venta de esta nucleación, sumando cantidades mínimas a los costos. Es el caso de Tu kokue, que dos veces por semana toma y distribuye pedidos, mientras que el Mercadito Campesino los recibe semanalmente, pero los clientes los retiran de casas de las familias que, voluntariamente, abren su espacio para la distribución.
También hay almacenes de orgánicos que, además de frutas y verduras, disponen de preparados artesanales, como lo hace Flor de la vida.
Negocios que apuntan al bienestar deben cumplir con todos los parámetros de salubridad existentes. Entretanto, los entes reguladores deben destacarse por la transparencia y honestidad en la gestión. De esa forma, tanto vendedores como consumidores resultan beneficiados.