El trabajo de despedir

Minimizar el trauma de un empleado que está desvinculándose de la empresa y obtener información relevante sobre lo que ocurre en la organización, y no es detectable a simple vista, son motivos que llevan a algunas firmas a optar por tercerizar el despido, contratando a una consultora que haga esa tarea para ellas.

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Desarrollar un proceso óptimo de desvinculación es un elemento suficientemente importante como para instaurar una correcta y productiva entrevista con aquellos trabajadores que, forzados o no, finalizan su relación laboral con la empresa. Por esto, cada vez más compañías tercerizan esta tarea, solicitando el servicio de otras.

En este caso, la consultora Paraguay Consulting Group ofrece esta asistencia poco conocida en el mercado. “Las empresas tercerizan el servicio por la seguridad que otorgan nuestros consultores; la gran mayoría, psicólogos laborales que manejan la parte humana y cuentan con vasta experiencia en las leyes de nuestro Código Laboral. Es entonces que prefieren llegar a un acuerdo entre las partes, antes que realizar juicios que muchas veces terminan por alargarse debido a los plazos judiciales de nuestro sistema judicial”, explica el psicólogo laboral Eduardo Martínez, encargado de realizar este trabajo.

Este tipo de servicio se presta en todo el Mercosur y es producto de que las compañías buscan que las desvinculaciones no sean muy traumáticas ni para el empleado ni para el personal del departamento de Recursos Humanos, y logra obtener información relevante para la organización. El costo depende de la complejidad de cada caso, y el cargo de la persona a la cual se va a despedir también marca la diferencia. “En definitiva, el monto que se paga es mucho menor de lo que implicaría un proceso judicial que puede durar años y que, muchas veces, antes que conseguir información importante, lo que se obtiene es quedar mal parados. Además, este servicio es tomado como un proceso de Responsabilidad Social en alguna empresas, pues en algunos casos el empleado recurre en ese momento a nosotros mismos para que le busquemos otro lugar de trabajo y todos terminan felices”, comenta.

Outplacement o newplacement

Transición de carrera, outplacement o newplacement (recolocación) es el servicio que brindan Manpower y Jobs a sus clientes cuando estos afrontan la necesidad de reducir su personal porque deben reestructurar algunas funciones, debido al nuevo enfoque hacia el mercado, o son parte de adquisiciones o fusiones con otras empresas y eso genera una duplicación innecesaria de los cargos.

Rodrigo Arturi, gerente general de Manpower, advierte que la transición de carrera es un proceso que puede tomar seis meses o más, durante los cuales los empleados despedidos deben buscar otros horizontes, para lo que la consultora de recursos humanos asesora de manera a conseguirles un nuevo lugar de trabajo. “Identificamos sus intereses, vemos las empresas posibles en las que podrían trabajar y, en función a eso, seguimos el proceso natural para que encuentren otro espacio laboral”, dice.

En la mayoría de los casos, es el empleador el que contrata este servicio, pero aún de manera esporádica, porque las firmas todavía no tomaron conciencia de que el hecho de que la persona salga afectada influye negativamente en el clima laboral interno.

En los casos en que las empresas deben realizar despidos masivos, buscan asesoramiento en la comunicación de cómo hacerlo, pero con la presencia del empleador. Según Arturi, no es recomendable que el empleador no esté en el proceso de despido.

“Cuando la persona fue desvinculada, la empresa contrata nuestro servicio como forma de agradecimiento por los años prestados”, cuenta también Lourdes Ventre, coordinadora de consultoría de Jobs, al hablar del newplacement. Resalta que ellos ayudan no solo a la reinserción laboral por medio del acompañamiento de un coaching, sino que incluso hay personas que en estos momentos de transición deciden abrir una nueva empresa por su cuenta  y emprenden caminos independientes.

Cuidar el clima interno

La gente a la que se despide sigue en contacto con los empleados que permanecen en la empresa e incluso hay estudios que indican que el vínculo persiste hasta 18 meses luego de la salida. Si no se encara un proceso claro y transparente en el cual el afectado sienta que la empresa está preocupada por él, puede repercutir en el clima interno, indica Rodrigo Arturi, gerente de Manpower.

silvana.bogarin@abc.com.py

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