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Los trabajadores entraron por el puesto 2, resguardado por guardias paraguayos y debieron de ingresar a las entrañas de la usina por el puesto 8, también resguardado por guardias de seguridad paraguayos. Sin embargo, a 10 metros del puesto de control, fueron interceptados por una patrullera con chapa argentina, que transportaba cinco guardias argentinos, quienes atravesaron la patrullera en la pista e impidieron el ingreso de los 30 trabajadores paraguayos.
Cuando reclamó uno de los trabajadores esa arbitrariedad, el que aparentemente actuaba como jefe del grupo les respondió que ellos eran los dueños de casa, razón por la cual ellos deciden quién entra y quién no y que, por orden superior, tenían prohibido el ingreso a su lugar de trabajo.
Visto que fueron retenidos en la cota 70, donde no hay señal telefónica, uno de los trabajadores decidió subir unos 30 metros por la barranca y hacer pública la denuncia a través de una FM local, incluso con la grabación de lo que manifestó el guardia argentino. Estos, al percatarse de lo sucedido, también les prohibieron acceder a la cima de la represa e incluso mantuvieron incomunicados a los 30 trabajadores paraguayos durante ocho horas y solo los dejaron libres cuando concluyó la jornada.
Una de las limpiadoras, cuya función es la de servir al jefe paraguayo del Departamento Técnico en la cafetería y que logró burlar a los guardias argentinos gracias a que ingresó en vehículo de la EBY, fue apresada, prácticamente en las narices del jefe paraguayo del Departamento Técnico, sin que este amagara un movimiento siquiera.
Todo lo relatado, debe enfatizarse, ocurrió en territorio paraguayo y en las narices de nuestras “Autoridades”, entre ellas dos generales retirados con doble sueldo, que son los “expertos” responsables de la seguridad en la margen paraguaya.
Lo ocurrido no es un hecho aislado y muestra de cuerpo entero el manejo unilateral y arbitrario de la usina de Yacyretá por parte de los argentinos que así como este hecho también manejan el funcionamiento de las turbinas, ordenan la subida del embalse, elevan la producción de energía eléctrica, imponen la fijación de su precio, atrasan el pago de los royalties y ordenan el otorgamiento de los contratos, en este caso de limpieza que hace 16 años monopoliza esta empresa arrgentina LX, sin llamarse a licitación y explotando a trabajadores paraguayos que perciben más de un millón de guaraníes menos que sus pares argentinos.
Es hora de que nuestros representantes paraguayos se pongan los pantalones largos y, en este momento crucial de la renegociación del anexo C, traten de que se nos dé lo que realmente nos corresponde como país y que los cargos de responsabilidad en el manejo de la represa y la seguridad del lado paraguayo sean ocupados por personas que, además de buenos técnicos o alzar las cinco estrellas de un general sean, principalmente, patriotas. Buen domingo.
Arbitrario
Hay un manejo unilateral y arbitrario de la usina de Yacyretá por los argentinos, que también manejan el funcionamiento de las turbinas, ordenan la subida...