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Hace unos días, el SICHAP, Sindicato de Ingenieros de Centrales Hidroeléctricas del Alto Paraná, publicó un comunicado que vertía soberbia por todos lados. En uno de sus párrafos finales, y luego de las adulaciones de rigor, relataba el discurso de un socio no identificado que también debería hacer prueba de ADN sobre la paternidad de la línea: “…y haciendo caso omiso a maliciosas críticas de algunos agoreros, profetas y especialistas que anunciaron calamidades para la obra, continuó su trabajo, manifestando orgullosamente al finalizar la misma: el mundo se puede caer, pero esta línea no” (las negritas y cursivas son del comunicado). Me hace recordar tanto a la frase del constructor del trasatlántico Titanic: “ni Dios lo podrá hundir”. Todos sabemos el final de su viaje inaugural.
Ya en su tiempo he manifestado que aquel acuerdo Lugo-Lula tiene sus padres bien identificados, así como sus detractores, que pusieron todo tipo de trabas para que la misma no se concrete. Su verdadera progenitora es la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), liderada por el Ing. Ricardo Canese y compuesto por un equipo multidisciplinario y multipartidario: Ing. Hugo Cacase, Ing. Orlando Valdez, Ing. Germán Escauriza, Ing. Axel Benítez, este humilde colaborador y otros. Dicho acuerdo no será perfecto, pero tiene la virtud de ser el parto bien sucedido de una serie de duras negociaciones con los “maestros” de Itamaraty, semidioses que tenían hipnotizados y embrujados a todos los negociantes, diplomáticos y técnicos de 60 Hertz, anteriores al 2008.
La línea de 500 kV, las ampliaciones de la SEMD, la repotenciación y la construcción de los famosos transformadores TX y RX que permitirían extraer, luego de más de 30 años, nuestra propia energía; la triplicación de los aportes por la “cesión” energética que da lugar a los fondos del Fonacide, entre otros, son también los logros de dicho acuerdo que contiene 25 puntos. ¿Dónde estaban los padrastros actuales?
Por otro lado, un buen líder se caracteriza por el carácter, y al carácter se lo define como: “lo que haces cuando nadie te ve”. El líder del sector energético debe estar dispuesto a realizar dos acciones difíciles: el primero, y tal vez el más importante, continuar las negociaciones con el Brasil basadas sobre los seis puntos históricos: el precio justo, la paridad y cogestión, la terminación de las obras faltantes, la revisión de la deuda, la transparencia, la venta libre de nuestra energía. La segunda acción, rodearse de valientes, honestos y patriotas. El perfil de un buen técnico y diplomático paraguayo no tolera el gatopardismo, es decir, cambiar algo, para no cambiar nada. El 2023 está a menos de dos períodos presidenciales, es decir, menos de 10 años.
El líder del Paraguay, a su vez, debe estar dispuesto a concretar dos pactos: uno social y otro político, y una acción administrativa: el uso pleno de nuestra energía eléctrica. Eso implica dialogar con los sintierras, sintechos, sinrollos, sinesperanzas y sinvergüenzas; implica además saber negociar con nuestros socios condóminos en las binacionales, es decir, Brasil y Argentina. Esto solamente se consigue teniendo integridad, es decir, principios y valores.
El presidente que consiga reponer al Paraguay en su antiguo sitial de gloria y prosperidad, un día debe estar dispuesto a desayunar con los sindicatos del transporte, de la educación, del IPS, de INC, incluso de Itaipú; luego debe almorzar con los carperos, con los cuidacoches, los limpiavidrios asociados y las trabajadoras del sexo; y por último, debe terminar el día cenando con los militantes del EPP, del “comando vermello”, de los narcos convertidos en políticos, y, con los más difíciles, los comerciantes del poder. Si no tiene estómago para digerir estos sapos, debe volver a su casa y cuidar de su prole y sus bienes. Esta misión sagrada de gobernar, por lo menos en esta época difícil, debe reclutar a célibes políticos, al estilo Gaspar Rodríguez de Francia; hombres de valor como el Mcal. López e íntegros como el Dr. Eligio Ayala. Solo aquellos que contraigan matrimonio con el Estado y que permanezcan fieles a él, podrán redimir a la nación.
Muchos dirán: solo Jesucristo logró eso; y tendrán razón, pero ¿acaso no fue esa su enseñanza? Si no encontramos a ese hombre o mujer providencial, seguiremos en esta postración económica, social y moral; y nuestros vecinos continuarán mofándose de nosotros. Tal vez nos pasen algunas migajas para no molestarles en su banquete regional.
Real
La verdadera progenitora de la línea de transmisión de 500 kV es la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH).
Padres
La comisión estuvo integrado por Ricardo Canese, Hugo Cacace, Orlando Valdez, Germán Escauriza, Axel Benítez, Luis M. Fleitas ...
* Presidente de la Sociedad de Ingenieros Liberales (SILP), filial Alto Paraná