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De acuerdo al análisis, el sector aportó directamente el 1,4% del total contribuido por los primeros 500 contribuyentes del Fisco. La mayor parte de las empresas están entre los primeros 100 grandes contribuyentes, generando directamente impuestos cercanos a 60.000 millones de guaraníes en el año 2013.
Agrega que, como efectos derivados, las 1.200.000 motocicletas en circulación generan impuestos selectivos al consumo, IVA y renta, a través del consumo de combustible (nafta). Además, dice que los salarios mínimos pagados generan consumo e IVA, y aportes para la cobertura médica y jubilatoria de los trabajadores (IPS). Por su lado, las empresas (Alex SA, AM Reguera SA, Chacomer SAE, Inverfin Saeca y el Grupo Reimpex-Sambarie SRL) han desarrollado, en paralelo a sus habilidades industriales, sistemas comerciales y de financiamiento propio, que han tenido efectos beneficiosos adicionales al estrictamente fabril. El estudio destaca que igualmente se generan “efectos derrame” en varias cadenas productivas anexas (repuestos y accesorios, maquinaria industrial, mantenimiento, otros).
Desarrollo social
La investigación señala asimismo que la fabricación local de motocicletas tuvo impacto en el desarrollo social del país al constituirse en una “herramienta de trabajo crucial” para el campo y también para los centros urbanos. Dice que la moto ha sido un “factor clave” para el desarrollo social del país, y en particular en las zonas rurales, ya que vino a satisfacer una necesidad básica insatisfecha de movilidad propia, especialmente en las comunidades rurales más alejadas del país.
Añade que en el año 2013, de 40% de hogares rurales del país, 60% poseía una moto propia, y que a más de una década del inicio del crecimiento de las motocicletas en los hogares rurales del Paraguay, las mismas se constituyeron en un “medio económico” de transporte para el desplazamiento masivo de los ciudadanos rurales, especialmente de aquellos de menores recursos. Asegura que este fenómeno ha inyectado una “nueva dinámica económica y social” en los hogares y en el entorno de las comunidades locales, ya que el acceso a movilidad propia dio lugar a una cadena de nuevas oportunidades laborales, sociales y personales a las comunidades locales. El documento resalta que uno de los “efectos positivos” de esta industria, que apunta ahora a los vehículos de cuatro ruedas, es el “impacto favorable” en las actividades laborales de los trabajadores independientes, generando la expansión de diversos servicios, tales el “delivery”.
Además, facilita el desplazamiento diario de maestras rurales, posibilitando el acceso al doble turno en aulas, con el consecuente mejoramiento de sus ingresos salariales, y con el beneficio derivado para los alumnos por la mayor disponibilidad de grados habilitados. Asimismo, el traslado propio de los estudiantes universitarios a centros educativos, en ausencia de medios de transporte interurbanos en el interior del país, etc.
Acceso
La tenencia de una moto ha permitido el acceso directo de los pobladores rurales a los centros masivos de consumo para sus compras directas.
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