Cargando...
Si se observan los datos del año 2013, el crecimiento tanto en monto como en plásticos se mostraba de forma sostenible hasta septiembre del 2015, cuando fue aprobada la Ley de Tarjetas, pero que recién comenzó a implementarse en octubre, por lo que el impacto se hace notorio a partir del mencionado período.
Desde ese tiempo hasta ahora, el producto financiero ha registrado una caída en la cartera de alrededor del 15%, unos G. 474.000 millones (US$ 86 millones), así como con la salida del sistema de 166.000 tarjetas, principalmente las denominadas clásicas, es decir, líneas menores a G. 5.000.000 y que estaban en manos de los clientes con bajos ingresos. Sin embargo, la disposición terminó beneficiando al grupo con líneas mayores, a los que poseían las tarjetas “Oro” y “Premium”, debido a la alta disponibilidad de recursos a una tasa baja.
Efecto adverso
El efecto fue adverso al objetivo de la referida Ley Nº 5.476 “Que establece normas de transparencia y defensa al usuario en la utilización de tarjetas de créditos”. De acuerdo a la propuesta, se buscaba que la normativa regulara la utilización de la tarjeta de crédito y débito, para lo que se establecieron reglas que las entidades emisoras, operadoras, financieras y de intermediación de pago debían cumplir con la finalidad de proteger los derechos del consumidor.
La Ley de Tarjetas establecía taxativamente que los intereses aplicables por el uso del plástico no podrán exceder tres veces el promedio de tasas pasivas promedio vigentes en el mercado.
Y generalmente, cuando existe un proceso de regulación de precios como lo generado por la Ley de Tarjetas, se fomenta la creación de un mercado paralelo y en este caso, aquellas personas con ingresos menores que perdieron sus tarjetas y tenían la necesidad de seguir endeudándose, lo pudieron hacer a tasas, incluso que llegaban al doble de las que pagaban anteriormente por el uso del plástico, es decir, al ser expulsados del sistema financiero formal terminaron migrando a productos ofrecidos por entidades no reguladas por el Banco Central del Paraguay (BCP) como las casas de crédito, comerciales y otros.
En esta entrega, desde la consultora MF Economía, se analizará el impacto que ha tenido la normativa en las promociones, desde la perspectiva de las empresas, por el lado de las ventas y la pérdida en materia de ahorro para los usuarios.