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La citada agenda comprende 17 objetivos, 169 metas y alrededor de 300 indicadores de seguimiento. El compromiso asumido era cumplir esos objetivos en un plazo de 15 años, es decir, llegar a las metas en 2030.
La pobreza de ingreso puede reducirse por dos vías. Aumentando el ingreso de las personas mediante el crecimiento económico o redistribuyendo los recursos disponibles en la economía. Entre los dos extremos posibles –crecimiento económico sin reducción de la desigualdad y reducción de la desigualdad sin crecimiento económico– se encuentran combinaciones en las que se producen cambios en las dos variables.
Otro factor que afecta las posibilidades de reducir la pobreza es la inflación, pues el aumento de los precios de la canasta básica modifica la línea de pobreza y eleva la proporción de personas por debajo de ella.
También el gasto público incide en la reducción de la pobreza. Ya sea de manera directa y a corto plazo aumentando los ingresos mediante transferencias monetarias a los grupos sociales menos favorecidos; o, de manera indirecta y a mediano y largo plazos aumentando el capital humano y, con ello, el nivel de ingreso derivado de las mejores oportunidades económicas.
Con base en los datos proveídos por las encuestas de hogares y otras fuentes de información, y en el comportamiento de estas variables en los últimos 19 años (1997-2016), se construyeron dos escenarios para proyectar la trayectoria de la pobreza de 2017 a 2030, año de finalización del compromiso. Es importante señalar que las limitaciones de las estadísticas del Paraguay cuando se trata de series históricas largas (en este caso se incluyeron veinte encuestas de hogares) reducen la potencialidad del uso de proyecciones.
Escenario 1: La desigualdad se mantiene constante, 5% de inflación anual, 2% de aumento del gasto público real y 5% de crecimiento del producto interno bruto (PIB).
Escenario 2: La desigualdad se mantiene constante, 5% de inflación anual, 2% de aumento del gasto público real y 3,2% de crecimiento económico, que es la tasa media de expansión del PIB real en el periodo 1997-2016.
Niveles de pobreza
Se adjunta más abajo el cuadro que muestra los niveles de pobreza en 2015 y, con base en las proyecciones, dos posibles escenarios de cumplimiento de las metas. Como puede verse en dicho cuadro, de mantenerse la tasa de crecimiento promedio del PIB verificada en los últimos años en el Paraguay (3,2%), ninguna de las dos metas se cumplirá. El escenario del 5% del crecimiento del PIB es altamente improbable, ya que ese nivel de crecimiento se dio solamente en los años del boom de los commodities. Pero aún si se revirtiera la situación mundial, y se pudiera alcanzar ese ritmo de crecimiento económico, tampoco podríamos cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza extrema y reducir a la mitad la pobreza total.
Las proyecciones de población de CELADE (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía - División de población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe - Cepal), señalan que para el año 2030 el Paraguay tendría una población de 7.741.203 habitantes, incluyendo 1.900.577 niños y niñas de hasta 14 años de edad. Si la estructura etaria de la pobreza se mantiene, la pobreza infantil (0-14 años) en 2030 afectará a 539.562 (escenario del 5% de crecimiento del PIB) o 750.123 menores (escenario del 3,2% de crecimiento del PIB).
La cantidad de niños y niñas en pobreza extrema se situará entre 123.441 y 170.639, dependiendo del escenario que se considere. 46,9% de pobreza extrema
De acuerdo con el último dato disponible (2016), en la actualidad el 42,5% de la población en situación de pobreza tiene 14 años o menos, proporción que se eleva al 46,9% si se trata de pobreza extrema. Es decir, la pobreza total afecta a unos 828.000 niños y niñas, incluyendo 182.000 niños y niñas en situación de pobreza extrema.
Con este contexto, el Paraguay no solamente no cumplirá las metas en 2030 sino que, además, continuará con pobreza total y extrema, y poco habremos hecho para que la niñez viva en mejores condiciones.
No obstante las limitaciones metodológicas, los resultados poco optimistas obtenidos deben obligar al Estado paraguayo a planificar políticas públicas a largo plazo para garantizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente el relativo a la reducción de la pobreza.
Conclusión
En conclusión, de acuerdo con las proyecciones presentadas aquí, aun en el poco probable escenario de mayor crecimiento económico, es imperativa una reducción de la desigualdad para que sea posible erradicar la pobreza extrema y reducir la pobreza total en el Paraguay.
Ambos escenarios obligan a poner en el debate el obstáculo que representan los altos niveles de desigualdad, no solo para la reducción de la pobreza sino también para lograr un crecimiento sostenido en los próximos años.
Todas las políticas que contribuyen a la reducción de la pobreza de ingreso, sean estas de protección social, laborales o agropecuarias, deben ser revisadas para garantizar su efectividad.
Falencia
Paraguay no solo no cumplirá las metas en 2030 sino que, además, continuará con pobreza total y extrema, y poco habremos hecho para que la niñez viva en mejores condiciones.
Erradicar
Aun en el poco probable escenario de mayor crecimiento económico, es imperativa una caída de la desigualdad para que sea posible erradicar la pobreza extrema y reducir la pobreza total en el país.
(*) Directora de investigación del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
veronica_serafini@yahoo.com