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Velázquez, junto a Rodrigo Rojas, director operacional, encaran encuentros de entrenamientos para alcanzar las metas financieras personales y familiares de los beneficiarios, fomentar el ahorro personal y familiar así como el uso responsable del crédito, la proyección del presupuesto del hogar; plan de acción para el pago de deudas y estrategias personalizadas de control de gastos e identificación de la escala de necesidades personales como también autocontrol emocional a la hora de comprar, entre otros.
Sostienen que durante la Semana Santa las familias aprovechan este tiempo para realizar turismo interno o visitar a familiares en el interior, lo que conlleva el desembolso de importantes recursos que muchas veces al no ser planificados generan cadena de deuda y gastos superfluos, con los intereses que se terminan pagando.
“Cuando un acontecimiento no se programa vienen posteriormente los problemas financieros. En las charlas invitamos a las familias a que planifiquen su año y que anoten todas las fechas de alarmas, como son los acontecimientos importantes para las familias, ya sean cumpleaños, Semana Santa, Navidad, etc. de acuerdo a su presupuesto y siempre con un enfoque familiar. Estimar los gastos y el financiamiento son claves para no tropezar con inconvenientes posteriores. La estimación de los gastos se proyecta ya sea con los ingresos, o con los ahorros preventivos que también instamos a practicar”, agregó Velázquez.
Los entrevistados dieron énfasis en que los problemas de administración financiera se constituyen en un drama generalizado en toda la sociedad y se acentúan por la falta de buenos hábitos. “Desde Timón desarrollamos una metodología en donde primeramente realizamos un taller grupal y después las sesiones son individuales con cada uno de los beneficiaros, en donde se aborda la crisis financiera de cada uno, sobre la base de cuatro ejes principales: el control de gastos, el control de deuda, la generación de ahorro, y la diversificación de ingreso familiar”, agregó.
Diversificación de ingresos
Una vez superada la crisis financiera personal o familiar, y ya en etapa de recuperación, se buscan nuevas formas de diversificar los ingresos de los beneficiarios. Para ello cuentan con una alianza con la Fundación Paraguaya, a través de su metodología “Semáforo de la Pobreza”; y para encarar emprendimientos como microfranquicias, que proponen la diversificación de ingresos. A estas propuestas se suma la posibilidad de inversión, en otro programa que desarrollan con “Valores Casa de Bolsa”, una vez superados los problemas urgentes, concluyeron los entrevistados.