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Las importaciones apalancan el crecimiento del PIB, con una correlación entre ambas del 93%. Es decir, que toda reducción de costos de las importaciones tendrán un impacto directo sobre el crecimiento. Si Paraguay aprovecha el bono demográfico tendrá entre 6,1 y 6,6 millones de personas en edad de trabajar al 2030 y 2039 (más del 70% del total de la población).
El referido estudio, según los directivos del gremio, encontró que las operaciones de importación de nuestro país tiene un sobrecosto anual superior a los US$ 50 millones. Indica que esto pasa, entre otras cosas, porque “Paraguay es, por ejemplo, el único país que comisiona funcionarios de Aduanas y Puertos al extranjero, encareciendo en US$ 100 cada operación en los puertos de trasbordo, como en los casos de Argentina y Uruguay, lo que afecta a todas las mercaderías de extrazona”, es decir fuera del Mercosur.
Si las importaciones alcanzan 22.690 millones de dólares FOB, en el 2039 como indican las proyecciones; las exportaciones serían de un igual o superior monto, considerando los criterios usados por el Banco Central del Paraguay (BCP) para ajustar la balanza comercial y que juntas representan más del 90% del Producto Interno Bruto (PIB).
Recomendaciones para el crecimiento del sector importador
El mencionado estudio ha permitido identificar parte del aporte del sector importador al desarrollo del país. El valor del aporte anual de parte de los asociados del CIP (ubicados entre los 500 mayores contribuyentes) representa una cantidad importante al expresarlo en proporción a la cantidad simultánea de bienes y servicios que podrían realizarse invirtiendo dicha cifra. Además de las cifras actuales y proyectadas, investigaciones académicas de prestigiosas universidades confirman la importancia cuantitativa y cualitativa de las importaciones.
Señala además que está suficientemente demostrado que economías que han hecho de la competitividad e inserción internacional una política de Estado, han obtenido mejores tasas de crecimiento.
El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2030 del Gobierno ha incorporado en uno de sus tres ejes las directivas para la “Inserción del Paraguay en el Mundo”. Importaciones y crecimiento económico: una de las revelaciones obtenidas en este informe fue la elevada correlación existente entre la variable más pequeña de las importaciones correspondientes a los bienes de capital y el crecimiento económico medido por el PIB.
El coeficiente de correlación calculado supera al 90% lo que demuestra que al reducir los costos de importación de este tipo de productos, dicha eficiencia, se verá reflejada directamente en mayor crecimiento económico.
Tomando como referencia el último dato oficial del PIB 2013 y considerando que la ECONOMÍA SUBTERRÁNEA representa el 40%; el monto no ingresado al Estado paraguayo, es decir, 4.811.990 millones de guaraníes. Dicho monto representa el 111% de lo recaudado durante ese mismo año con lo que se podrían construir más de 100.000 viviendas.
Hidrovía: durante 5 meses al año, el comercio exterior paraguayo sufre sobrecostos derivados de las condiciones de navegabilidad. Un contenedor sufre un sobrecosto promedio del 66% durante casi la mitad del año. Se estiman costos adicionales promedios de US$ 15 por tonelada y pérdidas anuales de 181 millones de dólares asociados a las dificultades de la navegación en el Río Paraguay. La competitividad en precios y en tiempo resultante de mejorar la hidrovía sería transferida directamente a los precios de las importaciones.
En ese sentido, el Centro de Importadores propone, para mejorar la ya deteriorada competitividad comercial nacional, una primera reducción de los sobrecostos de cada importación en US$ 620, de la siguiente manera: US$ 380 con el “sector público”, dejando de lado “obstáculos legales que se imponen a la logística y el comercio mismo”, y US$ 240 con el “sector privado”, mejorando las condiciones de los factores financieros, fluviales y gastos de manejo.
Según el CIP, en el 2015, la tendencia de recaudación de las importaciones del país disminuyó 17,7%, en este caso comparando a partir del año 2011. De seguir esta situación, las proyecciones para el 2016 no son alentadoras, teniendo en cuenta el aumento de la inflación y del tipo de cambio a nivel local.