Fundación Tesãi, créditos fiscales, los jubilados de oro y otros

La misión de la Itaipú Binacional (IB) es generar energía eléctrica de calidad (producto principal), con responsabilidad social y ambiental, impulsando el desarrollo económico, turístico y tecnológico sostenible, en Paraguay y Brasil, a través de sus 20 generadores. Ésta, como cualquier otra empresa o industria, también genera subproductos, muchos de ellos bien aprovechados.

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Un subproducto se refiere a una consecuencia secundaria y, a veces, inesperada. Se llama también subproducto al residuo de un proceso que se le puede sacar una segunda utilidad. No es un desecho porque no se elimina y se usa para otro proceso distinto. Es ventajoso encontrar una utilidad para los desechos y convertirlos en algún subproducto. Así, en vez de pagar el costo de eliminar el desecho, se crea la posibilidad de obtener un beneficio.

Además de lo económico están los factores socioambientales, al reducir o eliminar los residuos que en otro caso recibiría el entorno. Los subproductos de IB nunca fueron desechos, son beneficios muy cotizados en el desarrollo nacional; es por ello que ahora mencionaremos a dos muy importantes:

1. La Fundación Tesãi: quiebra técnica

Fue constituida como una organización sin fines de lucro el 18 de abril del año 1997, con el objeto de prestar servicios de asistencia médico-hospitalaria. El motivo principal de su creación fue la preservación de la salud de los trabajadores de la IB y sus dependientes, a través del contrato principal; pero, con el nuevo concepto de responsabilidad social, también se incluyó a la población carente del área de influencia. El Hospital Área 2 es la dependencia principal de la Fundación Tesãi, en el cual se puede mencionar hechos llamativos como:

Año 2008: la IB provee a la Fundación G. 7.149.453.932 a los efectos de indemnizar a los empleados dimitidos en el “plan de racionalización y readecuación de la fuerza laboral” (RDE 254/08); y G. 5.036.000.00 para refacciones y compras de equipos hospitalarios.

Llamativamente, la infraestructura y los equipos de la Fundación caían a pedazos mientras aumentaba el cuadro del personal contratado, así como los usuarios del servicio. En este grupo se encuentran cónyuges, convivientes, amiguitas, comadres, compadres, suegras, hermanos, hijos, tanto de los propios empleados, así como de la parentela de políticos y “amigos” del sistema.

El 25 de octubre de 2013, el Consejo de Administración de IB, previa resolución del Directorio Ejecutivo de la entidad, aprobó un aporte financiero de G. 51.838.282.790 para la Fundación Tesãi con miras a, de nuevo, “restablecer el equilibrio económico financiero de la institución”. Se menciona, una vez más, que será la última vez que se tenga que llegar a esta instancia; no obstante, la entidad binacional incurre permanentemente en este tipo de “restablecimiento del equilibrio económico financiero”. Actualmente la Fundación ya debía estar a la altura del hospital Sirio Libanés de San Pablo, Brasil, sin embargo está en una quiebra técnica funcional.

2. Crédito fiscal

Las manifestaciones del Sr. presidente, Horacio Cartes, en un acto en Villa Hayes, referentes al caso (ABC color 23 de enero de 2014): “Vengo del sector privado y no voy a callar que el mayor daño a la República lo estamos haciendo desde el sector adonde yo pertenezco. Acá se habla mucho de la clase política, yo soy nuevo ahí. Pero si hay ladrones, si hay gente que corrompe, si hay gente que está comprando créditos tributarios, llámese Club Centenario o grandes empresas, es en el sector privado, que a la noche usamos cuellito blanco y durante el día robamos al Estado como estamos robando”. La crítica principal era contra el Club Centenario, que se negó a renunciar al crédito fiscal IVA por G. 12.762 millones, obtenido mediante sentencia de la Corte tras querellar al fisco.

El caso del crédito fiscal en la fundación es similar a la del Club Centenario, con la diferencia de que dicho club es una institución privada, mientras la Fundación Tesãi es cuasi una institución pública. ya que los gerentes están subordinados, vía IB, al propio Presidente de la República. El monto del crédito de la Fundación es de aproximadamente G. 110.000 millones; casi nueve veces más.

En el 2005, la Fundación Tesãi inició una demanda contra el Estado por la recuperación de unos G. 50.000 millones (actualmente más de 110.000 millones, con los intereses, honorarios, etc) que la Fundación había pagado en forma indebida en concepto de IVA que no correspondía (Entidad sin fines de lucro). El caso también llegó hasta la Corte Suprema de Justicia y la Sala Penal de la máxima instancia falló a favor de la Fundación, lo que obliga al Estado también a devolver a Tesãi el monto requerido.

Jubilados de oro

Algo curioso y llamativo es que el asesor legal de Tesãi en el mencionado caso, el Walter Shultz, hoy es funcionario de Itaipú y Consejero representante de la entidad en dicho colegiado, es decir, juez y parte en dicho tema. Así mismo, el Gerente Ejecutivo en aquella fecha y signatario del contrato 610/283/2009 “Contrato privado de prestación de servicios profesionales” (contrato leonino y efectuado sin el consentimiento de los miembros del Consejo de la Fundación) hoy día, de nuevo, es premiado con el cargo de gerente financiero en la Fundación …, luego de acogerse a los beneficios de la jubilación y con dos salarios mensuales (IPS y CAJUBI). Se trata de Lino Chamorro.

En honor a la verdad y la transparencia es bueno mencionar el nombre de todo el cuadro ejecutivo de entonces y que conoce bien estos hechos: Gustavo Benítez Viera, gerente financiero; Claudio Garcete, gerente administrativo y signatario, junto con Lino Chamorro del mencionado contrato leonino y la Dra. María Cristina Motta, gerente técnica y única que se oponía por actas y notas a las “andanzas” de sus colegas.

Las contrataciones de los llamados “jubilados de oro” no se compadecen con el proyecto principal del Sr. Presidente de combatir la pobreza extrema.

... Mientras, miles de jóvenes profesionales en busca de su primer empleo no lo encuentran, estos “suertudos” los hacen, logrando tres salarios de primer mundo. Es triste ver como muchos concursantes con medallas de oro salen desanimados porque no consiguen ingresar a la IB, mientras estos aventajados lo logran por medios políticos o sindicales.

Mi oposición a esta casta de privilegiados se debe a que apañaron las malas gestiones anteriores y al nepotismo y tráfico de influencia que persiste hasta hoy.

Esta posición me ha costado el cierre de las puertas de la sala de sesiones ordinarias y extraordinarias en el Consejo, conste que soy el único miembro electo democráticamente en elecciones libres y transparentes entre casi 2.000 empleados de IB.

Los demás miembros son nombrados a dedo, a excepción de mi representante titular, Marta Saldaña, cuyos parientes también son beneficiarios privilegiados en la Fundación. Para colmo de males, el presidente del vonsejo actual de la Fundación Tesãi, Gustavo Ramón Legal, es sobrino político del dictador Stroessner.

Duele decir pero hay que decirlo: con hombres viejos jamás llegaremos al nuevo rumbo. Urge un cambio de paradigmas, especialmente en la administración de la Fundación Tesãi.

Deterioro

Llamativamente, la infraestructura y los equipos de la Fundación Tesãi caían a pedazos, mientras aumentaba el cuadro del personal contratado.

Quiebra

La Fundación ya debía estar a la altura del hospital Sirio Libanés de San Pablo, Brasil; sin embargo, está en una quiebra técnica funcional.

* Miembro del Consejo en la Fundación Tesãi en representación de los funcionarios de Itaipú; titular 2010/2011; adjunto 2012/2013. Funcionario técnico de IB.

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