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En el 2013, la economía paraguaya tuvo un crecimiento récord de 14,4%. Dicho crecimiento, que fue uno de los más altos del mundo ese año, tuvo origen en una excelente producción agrícola, la recuperación del sector cárnico y la expansión del gasto público. Dado que este incremento productivo se hace sobre un año de malos números como fue el 2012, el impacto es más significativo. Estos crecimientos se diseminaron por otros sectores como las finanzas, el transporte, el comercio y los servicios.
La volatilidad del producto interno bruto (PIB) paraguayo tiene su origen en estas bruscas variaciones que normalmente se originan en la producción agrícola producto del cambio climático. Sin embargo, el potencial de crecimiento de la economía se normaliza cuando se crece sobre un buen año. Las proyecciones originales para 2014 están basadas en el retorno al camino del crecimiento potencial.
Los supuestos bajo los cuales se realizaron estas estimaciones son:
Buen año agrícola aunque no como el anterior: soja, 8,5 millones de toneladas; maíz, 3 millones de toneladas; trigo, 1 millón de toneladas. Aporte al crecimiento: 1% del PIB. Resultados favorables para el sector de la carne: 330.000 toneladas exportadas, faena de 2 millones de cabezas para exportación. Aporte al crecimiento: 0,5% del PIB. La construcción con dinamismo sostenido derivado de proyectos del sector público y del privado. Aporte al crecimiento: 1% del PIB. Los servicios seguirían mostrando un crecimiento sostenido como ocurre desde hace varios años. Aporte al crecimiento: 1% del PIB.
Finalmente, un eje articulador central del crecimiento era la gestión gubernamental, que había arrancado con la aprobación de leyes de alto impacto en el campo económico como es el caso de la ley de responsabilidad fiscal, la ley de APP y la reforma tributaria del Iragro. El impacto esperado de la gestión pública era doble. Por un lado, el aumento anunciado por el Gobierno en el gasto de capital, fundamentalmente en obra pública. Por el otro, el incremento de expectativas por parte del sector privado, impulsado por la gestión del nuevo gobierno.
¿Qué pasó en los primeros meses del 2014?
Agricultura: una vez iniciado el 2014, el comportamiento del clima permitió estimar que los resultados de la campaña sojera, con un peso del 11,5% del PIB, serían muy buenos pero inferiores a los del año anterior. A pesar de los buenos resultados, una menor producción de soja tiene un impacto negativo en el producto interno bruto y genera efectos en otros sectores vinculados, como el transporte al reducir los volúmenes de carga.
Carne: se están alcanzando cifras récord desde hace varios meses: la faena está en niveles óptimos, las exportaciones se encuentran en su máximo histórico y los precios de las mismas están mejorando. Paraguay está reconquistando a paso lento pero sostenido el mercado chileno, que paga mejor. Se debe recordar que el sector cárnico es muy generador de empleo en toda su cadena, por lo tanto un buen año para la ganadería tiene un impacto importante y positivo en el empleo.
Industria: las diferentes inversiones bajo incentivos de las leyes de maquila y la 60/90 tuvieron un comportamiento muy positivo con la generación de mano de obra, principalmente en el sector de autopartes.
Comercio interno: los niveles de consumo tienen el comportamiento esperado. Sin embargo el origen del mismo constituye el principal problema. Como ya ocurrió en el 2013, el impacto del ingreso de productos de contrabando desde países vecinos sigue afectando al comercio minorista, principalmente en ciertos rubros como la venta de alimentos, vestimenta y otros productos de consumo no duradero. En este tipo de bienes se observa una reducción en los volúmenes importados y en el desempeño del comercio dedicado a la venta de los mismos.
Comercio de frontera: dos fenómenos ocurren simultáneamente. Las ciudades fronterizas con Brasil han experimentado una marcada disminución de ventas como resultado de la depreciación del real que hace que sea menos atractivo y menos conveniente para los brasileños venir a realizar compras del lado paraguayo, a lo que se suman los mayores controles por parte de la Receita Federal brasileña. La zona fronteriza con Argentina, principalmente las ciudades del departamento Central, Asunción, Ñeembucú e Itapúa, aprovecha la diferencia de precios de productos argentinos que ingresan de contrabando.
Construcción: se venía recuperando a partir del segundo semestre del 2013, pero luego, en los primeros meses del 2014, empezó a mostrar un freno o un crecimiento menos dinámico del que se esperaba inicialmente. El Gobierno había anunciado un fuerte impulso a las obras públicas, lo cual afectaría positivamente al sector. Sin embargo, la gestión de las mismas ha tomado más tiempo de lo previsto y aún no se han ejecutado, paralizando las economías locales. La dinámica del sector privado se ha mantenido en niveles estables e incluso ha aumentado, pero es insuficiente para compensar la caída generada por menor ejecución de obras públicas.
La importación de asfalto, asociada a la construcción vial, ha experimentado una marcada retracción de casi el 50% con respecto a un año atrás, mostrando niveles incluso inferiores al 2012.
El empleo: la última Encuesta Continua de Empleo (ECE) presenta resultados mixtos en términos del empleo, con sectores dinámicos que han incrementado las contrataciones y sectores más retraídos que han generado despidos. A pesar del incremento global en el empleo con relación al mismo periodo del año pasado, se puede notar la retracción específica en ciertos sectores.
El crédito: Se aprecian dos fenómenos principales. Por un lado, existen sectores que han crecido en los últimos años, como los de la agricultura, la ganadería, la industria y el comercio al por mayor. Por el otro, sectores como el comercio al por menor experimentan una disminución porcentual importante, siendo este rubro de gran importancia para la generación de empleo y, por ende, de impacto socioeconómico alto.