Cargando...
Aunque la EPH permite seguir la evolución de la pobreza, es decir, de la situación de la población, también ofrece una serie de datos sobre la vivienda como el equipamiento de ésta, indicando indirectamente los diversos niveles de consumo, sobre todo de electrodomésticos.
Conocer la composición y la diversidad de bienes y equipamiento del hogar resulta relevante para observar el nivel de vida de los hogares. En este sentido, durante los últimos quince años el crecimiento de la economía ha generado impactos sensibles en el equipamiento de los hogares, especialmente en las zonas rurales que, tradicionalmente, han sido las más relegadas y las de menores ingresos y por lo tanto, con un poder de consumo extremadamente bajo.
La pobreza, aunque presente una tendencia decreciente, es aún un fenómeno de relevancia, afectando a 1.809.053 personas, es decir, al 26,40% de la población total, cuyos ingresos per cápita son de G. 664.297 para el área urbana y G. 473.601 para la rural.
Del total de pobres, unas 955.000 personas se encuentran en las zonas rurales, mientras que 853.000 compatriotas residen en el área urbana.
La EPH presenta elementos suficientes para analizar los distintos comportamientos de actores y agentes dentro de la estructura productiva del país. Y estos datos, a su vez, permiten analizar lo que ha ocurrido con la población en lo que respecta al mejoramiento o no de su calidad de vida, en este caso, incluso haciendo uso de los datos recolectados y procesados a partir del año 2002.
Si se analizan los datos del año pasado se puede afirmar que fue un periodo de mejoras importantes y oportunidades de acceso al equipamiento para el hogar entre heladeras, motocicletas, lavarropas, entre otros, producto de varios factores tales como el crecimiento de la economía, la estructura de la población y el aumento de los ingresos, especialmente en la población de menores ingresos.
El progreso en los mencionados indicadores se volvió también en oportunidades para otros sectores como el comercial y financiero, que debieron buscar y generar los instrumentos para tratar de responder al crecimiento de la demanda que comenzó a registrarse, principalmente en los últimos años. Por tanto, la necesidad de un grupo que cambió su comportamiento de consumo se convirtió igualmente en un importante dinamizador de varios segmentos de la economía local.
Para seguir dimensionando la apuesta que viene realizando el ciudadano, o las familias, solo basta con observar el alto porcentaje de viviendas que sufrieron trascendentales transformaciones en los últimos años, desde ampliaciones hasta procesos de modernización, entre otros cambios que agregaron nuevos requerimientos a la lista de objetivos de un hogar, que le han permitido a las familias ir caminando hacia su bienestar material.
Si bien se destaca la evolución que los hogares paraguayos han registrado en los últimos tiempos en materia de equipamiento para el hogar, las políticas públicas en la implementación de las mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos como los servicios de salud, educación, de transporte, entre otros, siguen siendo parte de los grandes desafíos que hasta en la actualidad se encuentran a una considerable distancia de la línea de demanda y que en algún momento deberían acompañar el proceso del progreso de las familias.