Más dinero, más hurreros

En Paraguay, las municipalidades y prácticamente todos los órganos del Estado se han convertido en refugios de hurreros políticos, esos operadores de campaña que, lejos de aportar algo al servicio público, solo inflan las planillas salariales y asfixian las finanzas de instituciones ya quebradas moral y administrativamente.

Lo que ocurrió en Coronel Oviedo con la aprobación sobre tablas de un nuevo endeudamiento de G. 3.030 millones para pagar salarios y aguinaldos no es un hecho aislado: es apenas otro capítulo de un sistema que funciona —desde hace décadas— para mantener contenta a la clientela política y garantizar operadores para las próximas elecciones.

Porque seamos claros: cuando los intendentes y concejales piden más presupuesto, no es para mejorar servicios, reparar calles, invertir en salud o educación. Es para meter más gente. Su gente. Sus hurreros. Los mismos que durante las campañas mueven banderas, reparten panfletos y hacen de ejército privado para cada cacique de turno.

Y el resultado es evidente: municipalidades saturadas, oficinas públicas repletas, ventanillas con cinco funcionarios para hacer el trabajo de uno y un Estado cada vez más caro, más lento y más inútil para el ciudadano común. Se endeudan para sostener un aparato improductivo y, cuando el dinero no alcanza, piden más. Siempre más.

El presupuesto de la Municipalidad de Coronel Oviedo suele establecerse en alrededor G. 33.000 millones, de los cuales unos G. 21.000 millones corresponden a ingresos genuinos, de cuyo monto entre el 12% y el 18% es para salario de concejales. Cuando más aumentan el presupuesto, más dinero en concepto de dieta les corresponde, sin importar si se llega o no a ejecutar el presupuesto. Para salvar eso, piden préstamos para seguir manteniendo sus jugosos salarios y, por supuesto, cuando hablamos de dinero, los supuestos opositores se alinean al oficialismo y dan luz verde a la violación de la ley.

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Lo más grave es que esto se hace a plena luz del día, sin disimulo y muchas veces violando las mismas leyes que prohíben usar créditos para gastos corrientes. Esto viola directamente la Ley Nº 3966/Orgánica Municipal. El Artículo 197 - Del Sistema de Crédito y Deuda Pública, señala en una parte: “Se prohíbe realizar operaciones de crédito público para financiar gastos corrientes”.

Este modelo está destruyendo al país. El Paraguay no necesita más funcionarios. Necesita mejores funcionarios. No necesita más cargos, necesita resultados. No necesita más hurreros, necesita instituciones que funcionen. Pero eso, para muchos, es un peligro: un Estado eficiente no es útil para repartir favores. Y por eso seguimos como estamos.

victor.barrera@abc.com.py