Las notas técnicas, semilla de riesgo

El seguro tiene como función absorber los riesgos. De manera literal, desafía al riesgo, un evento latente, imprevisto, futuro, incierto y algunas veces letal. No puede impedirlo, solo esperarlo, no puede predecirlo, pero sí calcular su probable presencia, su impacto económico y su índice de frecuencia e intensidad.

La base de todo esto es la estadística. Mucho antes de lo que hoy conocemos como IA o inteligencia artificial, los matemáticos y actuarios descifraron a través de una secuencia y combinación de números, sucesión de eventos e intensidad, la aproximación, estimación o probabilidad de ocurrencia de siniestros y hasta su frecuencia construyendo así los cálculos actuariales que constituyen la semilla que se convertirán luego en las notas técnicas, las tarifas y finalmente la póliza de seguros.

Los cálculos actuariales, desarrollada y consolidada en el siglo XVII y XVIII, con el avance de la probabilidad y la estadística, son para el seguro entonces un conjunto de técnicas matemáticas y estadísticas aplicadas para evaluar riesgos, estimar costos futuros y calcular primas adecuadas para los seguros. Estos cálculos consideran probabilidades de que ocurran eventos asegurables, tasas de interés y datos demográficos para determinar el valor presente de los compromisos financieros futuros. Su propósito es que las aseguradoras puedan fijar las primas y establecer reservas técnicas que garanticen su solvencia y capacidad para hacer frente luego a los pagos de siniestros. Nada es improvisado.

El cálculo actuarial sumado a la estadística propia de la aseguradora que desea establecer su propia tarifa, genera lo que se da en llamar las notas técnicas. Las mismas determinan con los datos citados, más la experiencia siniestral y los costos de intermediación habitual, la prima pura que resulta ser el costo esperado para hacer frente a la siniestralidad. Son fundamentales para estimar el riesgo cubierto por el seguro. Como ejemplo, en los seguros de vida, la probabilidad de fallecimiento por edad y sexo, en los seguros de salud, la probabilidad de enfermedades, la hospitalización etc. En los siniestros, miden la frecuencia siniestral; es decir, cuantos eventos ocurren en promedio por el número de asegurados y la severidad media de cada siniestro.

En las notas técnicas se incorporan también aspectos operativos y de negocio como ser costos administrativos y de adquisición, esto es gastos de emisión de las pólizas, comisiones y gastos de gestión, margen de beneficio y la utilidad técnica esperada y como también, la política de reaseguro; es decir, cuánto y cómo se transfiere parte del riesgo al reasegurador.

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En seguros de vida se usan tablas de mortalidad; en seguros de no vida se emplean solo las estadísticas. Con los recargos o cargas adicionales sobre la prima “pura”, se suman entonces, los gastos de administración, los gastos de adquisición, el margen de utilidad deseado y los impuestos constituyéndose así, la prima comercial final o de tarifa que es lo que le llega finalmente al asegurado.

En resumen, las notas técnicas constituyen un documento actuarial y técnico que acompaña a un producto de seguro, y que detalla todos los criterios, supuestos y cálculos utilizados para diseñarlo y tarifarlo. Se consideran fundamentales para evaluar la rentabilidad técnica del seguro y para la constitución de reservas o provisiones técnicas que aseguren el cumplimiento de las obligaciones de los contratos de seguros y definiendo la sostenibilidad financiera del producto. Se presenta a la Superintendencia de Seguros, y debe ser firmado por un actuario debidamente matriculado dando cumplimiento así a las normativas establecidas para este instrumento.

Documento actuarial

Notas técnicas constituyen un documento actuarial y técnico que acompaña a un producto de seguro, y que detalla criterios, supuestos y cálculos.

(*) Abogado

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