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En conversación con ABC, el señalado doctor en genética y consultor de Capeco, oriundo de India, analizó cuáles son las proyecciones para la campaña de trigo de 2025, cuya siembra empezaría a finales de este mes de abril.
Recordó que luego del “fracaso del 2023″, el ciclo 2024 resultó “bastante bien”, pese a las heladas registradas en momentos críticos. “En general, diría que no hubo gran daño, por lo que hay una muy buena disposición entre los productores para la siembra. Ahora, todo va a depender de la cantidad de semillas que pudieron cosechar. La otra ventaja es que la calidad de la semilla es bastante buena, así que creo que sería una muy buena alternativa (de cultivo)”, manifestó.
Desafíos para la producción de trigo
Aclaró además que aún es prematuro realizar proyecciones sobre la superficie de siembra y recordó que durante el año pasado se produjo “una baja importante” en este aspecto, alcanzando cerca de 370.000 hectáreas. “Aunque, se cree que con el optimismo que hay en el ámbito y el precio que está sacando el productor actualmente, se podría alcanzar nuevamente un registro en torno a las 400.000 hectáreas”, añadió.
No obstante, insistió en que aún es temprano para hacer estimaciones de producción debido a que se desconoce “cómo va a venir este ciclo”. “Si las condiciones climáticas que nos están pronosticando siguen, será un año neutral hacia El Niño y todo dependerá de las temperaturas durante el invierno y la humedad”, explicó.
Kohli mencionó igualmente que es posible la aparición de “enfermedades de la espiga” en el trigo y que, si realmente se presentan, puede ocurrir una baja en la producción. De ahí que se encuentran instando a los productores a sembrar variedades resistentes a las condiciones como la “piricularia”, que es la que mayor preocupación genera.
“En la actualidad existen variedades que son resistentes a esa enfermedad y considero que el productor sacará mejor provecho con las variedades resistentes, que sembrando una variedad susceptible”, expresó.
Más allá de los desafíos que suponen las condiciones climáticas y la posible aparición de enfermedades, destacó el potencial productor y exportador nacional, que ya comercializó en el exterior alrededor de 300.000 toneladas de la zafra 2024, que consideró “muy positivo para el país”.
Premio a la calidad del trigo
El experto añadió que aún se encuentra pendiente el diálogo entre el sector productivo y el industrial (molinero) sobre la necesidad de remunerar la calidad del trigo, especialmente teniendo en cuenta los altos riesgos del cultivo y la gran inversión que implica sembrarlo.
“Para el agricultor, el costo de producción está alrededor de 2.500 a 2.600 kilos por hectárea (punto de equilibrio) y enfrenta a gastos muy altos para el cultivo. Su estimación de rendimiento oscila entre 2.800 a 3.000 kilos por hectárea, lo que deja un 10% de ganancia durante esos 4 o 5 meses del ciclo de trigo”, precisó y explicó que en Paraguay, generalmente, el promedio de rendimiento del cereal es bajo debido a las altas temperaturas.
A pesar de los bajos rendimientos, resaltó que la calidad del grano es excelente, pero enfatizó en que lamentablemente el mercado nacional “no le responde al productor con precios o con premio sobre esa calidad”. “No es una lucha, pero básicamente es un diálogo que no hemos podido iniciar con los molineros”, detalló.
Expectativas
El experto Kohli finalmente indicó que las primeras siembras de trigo se estarían iniciando a finales del presente mes, aunque mencionó que es posible que en zonas como Colonia La Paz (Itapúa) ya se tenga una pequeña superficie cubierta.
“Estamos esperando que sea una buena campaña. Si el agricultor siembra las variedades adecuadas, vamos a tener una buena cosecha”, puntualizó.
Desafíos
Más allá de los desafíos por el clima y la posible aparición de enfermedades, se destaca el potencial productor y exportador del sector.
Siembra
Primeras siembras se estarían iniciando a finales del mes, aunque ya se podría tener una pequeña superficie cubierta en algunas zonas del sur del país.