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Se observa un incremento en la intensidad energética del consumo de electricidad, tanto a nivel general como no residencial, en relación al PIB entre 2022 y 2023. El alza del 4,3% en el consumo final total de electricidad por unidad de PIB (MWh/Millones Gs) y del 6,6% en el Consumo final NO residencial de electricidad por unidad de PIB (MWh/Millones Gs) sugiere que el país ha utilizado más electricidad para cada unidad de producción económica durante este período.
Este comportamiento puede reflejar una menor eficiencia en el uso de la energía o una falta de inversión en tecnologías de eficiencia energética. Otra posibilidad es que el crecimiento económico haya sido impulsado por sectores más intensivos en energía, aunque esta expansión no fue acompañada por mejoras proporcionales en eficiencia energética o en la implementación de infraestructuras más sostenibles. Finalmente habría que considerar la posibilidad de una mayor penetración de la electricidad asociada a la actividad productiva en reemplazo de otros energéticos, aunque esta posibilidad tendría que estar corroborada por una menor intensidad en el uso de esos energéticos que han sido desplazados.
El aumento del 5,1% en el consumo de electricidad por hogar también refleja un posible aumento de artefactos eléctricos, incluyendo posiblemente los aires acondicionados para amenizar el calor, a lo que habría que añadir la tendencia al incremento registrado en los últimos años en cuanto al número de hogares que deciden el uso de la electricidad como energético principal en la cocción de alimentos.
Estos resultados en conjunto resaltan la necesidad de políticas de eficiencia energética y adaptación al cambio climático que puedan mitigar el aumento en la demanda energética bajo condiciones climáticas extremas, como periodos prolongados de calor excesivo.
La tendencia en el sector residencial subraya un crecimiento sostenido, tanto en el consumo de electricidad como en la adopción de electrodomésticos que elevan la calidad de vida.
En 2023, el sector residencial, representando el 41,8% del consumo final nacional, experimentó un incremento de 5,9% en su consumo eléctrico, alcanzando 6.686,27 GWh.
Este incremento puede estar parcialmente impulsado por un mayor uso de electricidad como fuente principal en la cocción de alimentos, con un aumento nacional del 22,2% al 25,4% entre 2022 y 2023, y un incremento en la posesión de acondicionadores de aire, de un 56,6% a un 59,0% en el mismo período.
Fuente principal para cocción
El uso de la electricidad como fuente principal para cocción continúa aumentando, alcanzando un 26,2% en la zona urbana en el 2023. Este cambio hacia la cocción eléctrica, junto con la creciente disponibilidad de acondicionadores de aire —especialmente en zonas urbanas, que muestra un crecimiento del 70,1% al 71,8%— indica una tendencia hacia la modernización y la electrificación de tareas diarias, así como un aumento en el confort térmico en los hogares.
Cocción
El uso de la electricidad como fuente principal para la cocción continúa aumentando, alcanzando un 26,2% en la zona urbana en el 2023.
41,8%
En 2023, el sector residencial, representando el 41,8% del consumo final nacional, experimentó un incremento de 5,9% en su consumo eléctrico, alcanzando 6.686,27 GWh.
Consumo
En 2023, el consumo final de energía eléctrica alcanzó los 15.993,6 GWh, experimentando un incremento del 9,1%, en comparación con el año previo.