Cargando...
En efecto, y no se trata de simplismo por detenerme en un solo artículo. Se trata de economía procesal. Basta la premisa para saber lo que se viene después. Se podrán agregar, sustraer y quitar otros artículos, pero lo principal está ahí, en la “planificación del desarrollo nacional”.
Esta frase es de pleno giro intervencionista a la cubana y venezolana. Todavía más y para una mejor profundización es la forma de hacer entrar al socialismo en Paraguay por la puerta grande mediante el neo keynesianismo colectivista de raíz comunista.
De manera que aquí lo importante no solo está en la fusión de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) con la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) para la consolidación de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios que, por cierto, es la cabeza de playa para luego contar con el Ministerio de Economía.
Este ministerio que en una nota anterior y en este espacio catalogué como superministerio con su superministro hacía referencia precisamente a una función que no es ni debe ser desconsiderada por los legisladores al momento de su tratamiento.
Y agrego que no se trata de estar en desacuerdo con el mejoramiento de la relación entre la sociedad civil y el Estado que como sabemos está aplazada desde el mismo gobierno como ejecutor de diversas políticas, sino en advertir sobre algo que no está bien y que no será beneficioso para el país.
La expresión planificación en la economía en lo referente al Estado en una sociedad no es una expresión superficial, hecha sin un propósito. Tiene un objetivo y consiste en que el término planificación es el sinónimo de control económico y por ende termina por ser totalitario.
Es control porque la planificación desde el Estado no es lo mismo que la que realizan los individuos, las familias y las empresas. Estas realizan una planificación de acuerdo a sus ingresos y egresos, pero no están exigiendo a los demás que hagan lo mismo o imiten algo que realizan mediante la coerción.
La diferencia es notoria. El estado mediante su respectivo gobierno se basa en la compulsión y coerción necesarias, pues esa es su misma naturaleza, de lo contrario no sería tal. Si el gobierno mediante sus funcionarios cada tanto tiene que cambiar su decisión si, por ejemplo, un delito o crimen debe ser castigado o no, pues entonces estaríamos en un caos generalizado. La acción estatal aplica la ley para que la sociedad tenga un orden jurídico y de seguridad.
Si el gobierno gasta más y mal, entonces es la gente la que no puede gastar. Todo lo que tiene el sector estatal, desde los salarios hasta un lápiz u obra pública, es debido a que antes fue financiado o lo hará después sacando el dinero a la gente de una u otra manera. Las obras llamadas públicas no se llevan a cabo por una cuestión de milagro inexplicable, pues en realidad se pagan con el dinero de los ciudadanos.
La idolatría al poder
No existen justificativos para planificar la economía desde el Estado. La historia lo demuestra. No me detendré en esta nota sobre los muchos ejemplos a nivel planetario sobre tal arrogancia del poder sino que debemos -y así espero que lo hagan nuestros legisladores al momento de tratar este proyecto de ley- dejar de creer y sostener supuestamente con “argumentos” que no son tales la idolatría al poder de los gobiernos que aún en democracia se convierten en omniscientes y omnipotentes al momento de planificar la economía, que no es otra cosa que dirigir la vida de los demás.
El poder del Estado no puede ni podrá hacer desaparecer un tema elemental de la economía: la escasez de los factores de producción. La planificación conlleva en sí misma la afectación a la propiedad privada y si no hay propiedad privada o se la perjudica en su uso y disposición pues se distorsionan las señales de los precios. Esto es lo que permite hacer el muy necesario cálculo económico.
Al afectarse la propiedad privada debido a la planificación de los burócratas y políticos porque desde luego su planificación es de carácter coercitivo, resulta cada vez más difícil realizar aquel cálculo económico por el cual las personas van eligiendo los métodos de producción más eficientes y menos costosos.
El Estado mediante su respectivo gobierno en ningún modo puede hacer a la sociedad más próspera. El Estado hace más ricos a algunos como de hecho se sabe y mucho, pero empobrece a la mayoría. Esta es la sociedad del privilegio en vez de la meritocracia, el esfuerzo, la disciplina, el talento, el ahorro y la inversión, cuestiones que solo lo puede hacer el individuo libre y soberano en la plena disposición de su vida, libertad y propiedad.
Actividad contra cíclica
La planificación del desarrollo nacional reemplaza la iniciativa y creatividad del ser humano por la maquinaria estatal. Esta maquinaria se mueve con incentivos diferentes, pues no tiene capital propio sino que lo confisca y tampoco puede hacer el desarrollo sino que su tarea es la de resguardar la seguridad. Únicamente la función empresarial puede crear y distribuir mejores bienes y servicios, en cantidad, calidad y precio.
Lo que algunos denominan como actividad contra cíclica para de ese modo modificar la evolución de la economía tienen un solo objetivo. Lo que hacen es imponer un modelo de desarrollo que solo ellos desde el Estado ven y creen necesario. La información de los millones de individuos que a diario planifican sus vidas y haciendas es una cuestión personalísima y en ningún modo el Estado la puede conocer y menos decidir. El experimento más grande de la historia hecho en la ex Unión Soviética (1917-1989) queriendo conocer la información de los mercados muestra fuera de toda duda razonable que dicha pretensión terminó en muertes, desolación y hambre.
Ha sido la división del trabajo mediante la cooperación libre y pacífica la que ha hecho el aumento de la producción y la productividad. Esta es la forma desde hace miles de años en que se ha venido disminuyendo notablemente el desempleo y la miseria de las masas de pobres. Fueron la libertad de empresa y de comercio las que lograron romper con aquel círculo vicioso de tener que ser parte de familias que no pueden salir adelante mejorando las condiciones de vida de sus padres y abuelos.
Las llamadas políticas contra cíclicas efectuadas en la práctica mediante medidas de bajar las tasas de interés por medio de la expansión crediticia crean penurias e inflación. Una sociedad incapaz de crear ahorro e inversión es la presa fácil de los cantos de sirena de los autoritarios de siempre adosados de populismo y demagogia.
La planificación del desarrollo nacional tal como se pretende desde el Ministerio de Economía que no es más que darle más poder al Ejecutivo incidirá no solo sobre la libertad económica sino también sobre la misma libertad política y los derechos civiles.
La planificación detallada y mejor hecha por los tecnócratas llegados a la cumbre del poder conllevará a manipular la moneda y el crédito para de ese modo establecer el predominio del Estado sobre los individuos, las familias y las empresas privadas.
Cubana
Lo principal está en la “planificación del desarrollo nacional”. Esta frase es de pleno giro intervencionista a la cubana y venezolana.
Civiles
Es darle más poder al Ejecutivo, lo que incidirá no solo sobre la libertad económica sino sobre la misma libertad política y los derechos civiles.
(*) Catedrático de materias jurídicas y económicas. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como “Ensayos sobre la Libertad y la República”.