Adultos mayores y su aporte a la estructura socioeconómica del país

La economía plateada se ha convertido en los últimos años en punto de debate como parte del proceso de recuperación económica, luego de la crisis sanitaria desatada por el covid-19. En el mismo contexto es repasar lo que hasta hace unos años era considerado el principal motor de una economía, el bono demográfico. De hecho, países de América Latina y el Caribe como Chile, Ecuador, Perú junto con Paraguay duplicarían su población mayor de 60 años hasta el año 2050, mientras naciones como Brasil y Colombia casi la triplicarían durante los siguientes 28 años.

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GENTILEZA

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El Instituto Nacional de Estadística (INE) se basa en el autor Saad (2012) que define al bono demográfico como “el período durante la transición demográfica en que la proporción de personas en edad de trabajar (potencialmente productivas) crece con relación a las personas en edades potencialmente dependientes. En otras palabras, el bono demográfico de un país no es otra cosa que la situación en que las personas en edad de trabajar superan a las que se encuentran fuera.

Este fenómeno demográfico se registra una sola vez en toda la historia de un país. Esto es, en un sentido análogo, al proceso evolutivo de la vida de una persona.

En línea con lo anterior, la tasa de dependencia demográfica (TDD, por sus siglas) es un indicador clave para interpretar el periodo del bono demográfico de cierto país. De acuerdo con precisiones metodológicas del INE, la TDD se define como la proporción de personas en edad infantil (0 a 14 años) junto con las personas en edad de vejez (65+ años), respecto a la población potencialmente en edad activa (15 a 64 años). Es de mencionar que, de acuerdo con los datos del Censo Nacional del año 2012, Paraguay se perfilaba como un país relativamente joven, donde el 31,9% de la población estaba conformada por niños y adolescentes, el 62,5% comprendía al segmento de los adultos, y un 5,6% de la población total se componía de adultos mayores. Desde otro punto de vista, 3 de cada 10 paraguayos tenían de 0 a 14 años en el 2012, 6 de cada 10 entre 15 y 64 años, y apenas 1 de cada 10 paraguayos poseía más de 65 años.

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Al considerar los datos expuestos, la tasa de dependencia en Paraguay se ubicó en 3/5, lo que en la actualidad y ante la falta de datos actualizados, supone que existen 3 personas dependientes para 5 independientes o en edad activa de trabajo. Con los resultados del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, la relación podría sufrir modificaciones.

Las proyecciones realizadas por el INE en el 2016 daban cuenta de que el ratio se ubicaría en 1/2 para el 2025. A decir, existiría 1 persona dependiente por cada 2 personas en edad activa de trabajo en 2025.

Es importante destacar que el crecimiento del grupo en edad productiva respecto del grupo en edad de dependencia no es infinito. Datos del informe “Aprovechar ahora la juventud: un análisis del bono demográfico del Paraguay. Periodo 2000-2025″ revelan que la tasa de dependencia demográfica comenzaría a incrementarse nuevamente a partir de 2045. Es decir, se estima que la ventana de oportunidades del bono demográfico, que se inició en el 2008, termine en el año 2045, dando el paso a un acelerado crecimiento de la población dependiente (niños y adultos mayores) en comparación a la población económicamente activa (adultos y jóvenes) dentro de la estructura demográfica nacional.

De esta manera, Paraguay no es la excepción al proceso de envejecimiento de su población. De hecho, países de América Latina y el Caribe como Chile, Ecuador, Perú junto con Paraguay duplicarían su población mayor de 60 años hasta el año 2050, mientras naciones como Brasil y Colombia casi la triplicarían durante los siguientes 28 años.

En la misma línea, datos y estimaciones realizadas por el Banco Mundial (2020) referían que la región latinoamericana pasaría de tener un promedio de 12,8% de su población total dentro de la categoría mayor de 60 años en el 2020 a un 27,5% para el 2050.

Población de los adultos mayores en Paraguay

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Al cierre del 2021, 754.283 personas formaban parte de grupo de personas de 60 años y más, lo que representaba a aproximadamente el 10% de la población total de Paraguay. De ese grupo de adultos mayores, el 62,3% residía en el área urbana y el restante porcentaje en el área rural. El 80% de las personas que integra el segmento, no es considerado pobre o pobre extremo, de acuerdo con el INE.

Otro dato importante es que las personas entre 60 a 64 años son las que integraban el mayor segmento de la población con el 33,5%, seguido de los adultos mayores (27,2%) cuyas edades se encuentran entre 65 a 69 años.

Al observar a la población adulta mayor en alguna actividad económica, el INE reveló que 5 de cada 10 personas incluidas dentro de la mencionada categoría o alrededor del 50% (358.321) aún se encontraban trabajando y mayormente prestando servicios en el sector terciario.

En el mismo orden de temas, de las 62.349 personas de 60 y más años ocupada asalariada en el país, el 42,8% aportó a un sistema de jubilación y el 57,2% se encontraba fuera. Mientras que alrededor del 70% del grupo no contaba con un seguro médico, pero gozaba de buena salud.

Los datos oficiales también mostraron el comportamiento educativo de la población de adultos mayores. Así, el 6,5% no contaba con instrucción alguna, aquellas personas con 1 a 6 años de estudio alcanzaban un 65,9%; quienes tenían de 7 a 12 años de estudio conformaban un 18,3%; y con 13 a 18 años de estudio el 9,1%, de acuerdo con datos del INE.

Organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) proyectan que, en los próximos 30 años, la cantidad de adultos mayores se duplicaría en Paraguay.

Ante este escenario es imperiosa la necesidad de que no solo el país, sino todos los de la región, diseñen estrategias para transformar sus economías y adaptar el sistema de salud y protección social para el inminente escenario.

De igual manera, el proceso de envejecimiento de la población se convierte en una importante oportunidad para la economía, al considerar las perspectivas de oferta y demanda a nivel mundial de bienes y servicios en el corto y mediano plazo que hará el mencionado segmento. Esto es, la economía plateada como oportunidad de negocio en sectores de la vivienda, el turismo, los cuidados o el transporte con potencial para generar nuevos empleos, y por consiguiente, impulsar el desarrollo y crecimiento económico.

Economía

El proceso de envejecimiento de la población es una oportunidad para la economía, al considerar perspectivas de oferta y demanda para este sector.

Diseñar

Urge diseñar estrategia para transformar la economía y adaptar el sistema de salud y protección social ante el inminente aumento de la población de adultos mayores.

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