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Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelaron que la subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo afectó a 188.175 ocupados en el tercer trimestre de 2022 y con mayor fuerza, nuevamente, al grupo de las mujeres (60%). Es de recordar que la mayor cantidad de subocupados se había registrado en el tercer trimestre de 2020 cuando alcanzó a 318.217 trabajadores.
En cuanto al desempleo, las estadísticas también mostraron una recuperación entre los meses de julio, agosto y setiembre del presente año. Los registros del INE refieren además que, de las 238.352 personas, 116.516 fueron hombres (49%) y 121.836, mujeres (51%), lo que sustenta que la mayor afectación ha sido para el grupo de las mujeres trabajadoras a pesar de que fueron las que más salieron de la condición de desocupadas (48.530) frente a la dinámica de los hombres.
En nuestro país la población ocupada en el tercer trimestre de este año mostró una recuperación que superó los niveles registrados en la prepandemia. Entre julio, agosto y setiembre, en Paraguay existían 3.517.762 trabajadores, destacándose el empleo masculino con la mayor cantidad (2.037.304 hombres laborando) frente a las 1.480.458 mujeres empleadas. Dentro de la mencionada categoría está la población “subocupada por insuficiencia de tiempo de trabajo” y forma parte de lo que se denomina “subutilización de la fuerza de trabajo”. Se refiere a las personas ocupadas que en una semana trabajaron menos de 30 horas, estuvieron disponibles para trabajar más horas, pero no lo hicieron por no conseguirlo (Instituto Nacional de Estadística).
Los datos del INE revelaron que la subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo afectó a 188.175 ocupados en el tercer trimestre de 2022 y con mayor fuerza, nuevamente, al grupo de las mujeres (60%). Es de recordar que la mayor cantidad de subocupados se había registrado en el tercer trimestre de 2020 cuando alcanzó a 318.217 trabajadores.
Dinámica del empleo femenino por sectores económicos
Como se mencionaba, las medidas de confinamiento durante el primer año de la pandemia habían impactado de manera significativa en el empleo femenino y las demás actividades lideradas por mujeres.
Con la flexibilización de las medidas sanitarias, en consecuencia, reapertura de las actividades, los sectores económicos más afectados como el de los servicios, sobre todo la cadena HORECA (hoteles, restaurantes, catering) y el comercio comenzaron un periodo de reactivación. Por tanto, las mujeres, que han sido las más empleadas en estos rubros, comenzaron la etapa de reincorporación al circuito laboral, abandonando, de cierta manera, el cuidado del hogar, actividad sin remuneración alguna y que aumentó de manera considerable durante el periodo de confinamiento a causa de la crisis sanitaria.
Datos del INE y procesados por la Consultora MF Economía/Inversiones muestran que la brecha entre hombres y mujeres es similar en el sector de comercio, restaurantes y hoteles, pero superior en el segmento de servicios comunales, sociales y personales que incluye la enseñanza y representa el mayor peso dentro del rubro. En este agrupado se encuentran los empleos de la administración pública, salud, veterinaria, actividades de esparcimiento, culturales y deportivas, noticias, servicios domésticos.
Del total de la población ocupada en Paraguay al tercer trimestre de 2022, los sectores primario y secundario concentran la mayor cantidad de hombres empleados con el 72,2% y 79,4%, respectivamente. En tanto que, en el terciario, destaca la supremacía de las mujeres con el 52,5% laborando en la mencionada actividad.
En el desagregado específicamente de género, alrededor del 80% de las mujeres están empleadas en el sector terciario y el 20% laboran en el primario y secundario.
Por su parte, la participación de los hombres es del 52% en el terciario y el restante porcentaje en las demás actividades.
Comparativo interanual
Los datos del INE muestran que en el comparativo interanual e intertrimestral, el empleo femenino ha registrado un aumento importante en la rama de las industrias manufactureras y de servicios comunales, sociales y personales. Así, en el sector secundario, el crecimiento entre el tercer trimestre del año 2021 y el mismo periodo, pero de 2022, el incremento fue de 20,5%, mientras que los datos observados con respecto al trimestre anterior de este año presentó un repunte de 21,6%.
Tal y como muestran los datos, se observa una recuperación del empleo femenino; sin embargo, aún la brecha existente con relación a los trabajadores hombres es importante.
Si antes de la pandemia reducir la brecha de género en todas las dimensiones era uno de los grandes desafíos, con la crisis sanitaria la diferencia se ha profundizado; por ende, acortar esta desigualdad existente entre hombres y mujeres se ha posicionado en un tema más que urgente. De acuerdo con una reciente publicación de la OIT, las medidas restrictivas implementadas por los gobiernos para mitigar la propagación del virus, afectó de manera considerable las labores intensivas en mano de obra femenina y conforme con los datos de la OIT, el impacto fue igualmente significativo en el empleo informal y en las micro, pequeñas y medianas empresas. El trabajo doméstico, donde el 91% del empleo es femenino y el 72% es empleo informal, se vio también afectado de manera considerable.
De los 23,6 millones de puestos de trabajo perdidos en el peor momento de la crisis y que estaban ocupados por mujeres, a fines de 2021 aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones. En tanto que el empleo masculino ya había alcanzado una recuperación de los aproximadamente 26 millones de puestos perdidos en el periodo más crítico de la pandemia.
Informalidad
En el mismo sentido, la informalidad es otro factor que sigue representando un freno para el desarrollo y crecimiento de las mujeres. En la siguiente edición se profundizarán los datos relacionados con el empleo informal.
La reciente publicación de la OIT denominada “Panorama Laboral en América Latina y el Caribe 2022″ referenció que el freno a la actividad económica a causa de las medidas sanitarias había incidido fuertemente sobre los y las trabajadoras informales, pero sobre todo la afectación había sido considerable en las mujeres, quienes resultaron menos beneficiadas por las políticas de sostenimiento del empleo implementadas en los diferentes países de la región.
Por tanto y tal como lo señala la OIT, en el presente se hace más que imperiosa la necesidad de considerar la igualdad de género en el diseño, la elaboración, la aplicación y el análisis de los resultados de la totalidad de programas y estrategias, políticas, leyes y reglamentos implementados durante la pandemia y en la etapa de recuperación.
Brecha
Los datos muestran una recuperación del empleo femenino; sin embargo, aún la brecha existente con relación a los trabajadores hombres es importante.
Freno
La informalidad es otro factor que sigue representando un freno en la actividad económica, tanto para el desarrollo como para el crecimiento de las féminas.
Políticas
Se hace imperiosa la necesidad de considerar igualdad de género en diseño, elaboración, aplicación y análisis de resultados de estrategias y políticas.