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“Nuestra libertad nunca estará completa ni la democracia será estable si no se atienden las necesidades básicas de nuestros pueblos. Hemos visto la estabilidad que viene con el desarrollo, y a la vez sabemos que la paz es el arma más poderosa que cualquier comunidad o nación puede tener para alcanzar ese desarrollo”. Con esas palabras, el Premio Nobel de la Paz en 1993, y expresidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, invitaba a pensar a fines del siglo XX una hoja de ruta global para garantizar el bienestar, la igualdad, la inclusión, el desarrollo y la cooperación entre las personas de todo el planeta.
Casi 25 años después, el mundo reclama más que nunca una serie de consensos básicos para garantizar la paz en el concierto internacional, así como el reconocimiento pleno de las democracias y la justicia. Con esos objetivos en mente, resulta esencial para el sano desarrollo de los sistemas democráticos internacionales el trabajo mancomunado entre los sectores políticos, empresariales, de organizaciones sociales y comunitarias para subsanar las brechas existentes y superar los desafíos a nivel global.
En el ámbito de América Latina y el Caribe, los retos siguen siendo innumerables, pero todos los esfuerzos a nivel de los gobiernos locales deben estar puestos en trabajar contra la desigualdad, con una mirada puesta en la acción estratégica en pos de un desarrollo regional sustentable y amigable con el medio ambiente.
Ante estos desafíos globales y regionales, el pasado 19 de setiembre se desarrolló en la ciudad de Nueva York el panel “Diálogos por la paz: la voz de los latinoamericanos galardonados por el Premio Nobel”, en el marco de la 77ª Asamblea General de las Naciones Unidas. El encuentro, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), congregó al presidente ejecutivo de la institución, Sergio Díaz-Granados, su vicepresidente corporativo de Programación Estratégica, Christian Asinelli, el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, y los Premios Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú Tum y Juan Manuel Santos.
El panel formó parte a su vez del evento “América Latina y el Caribe trabajando en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, cuyo objetivo central fue alzar la voz de la región y reflexionar sobre los avances alcanzados hasta el momento en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en América Latina y el Caribe. Durante el encuentro, los líderes expresaron sus opiniones en torno a la diversidad, el diálogo y el desarrollo como conceptos clave para superar las desigualdades que padece la región y mejorar la calidad de vida de los latinoamericanos y caribeños.
En esa línea se expresó Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, al precisar que “las relaciones humanas entre las personas y los pueblos” son el eje para “construir la convivencia en la diversidad”, y añadió: “No todos tenemos que pensar igual. La gran riqueza de la madre tierra, la naturaleza, es la diversidad, no los monocultivos y el pensamiento único”.
“Hoy nos quieren imponer el único pensamiento, el monocultivo de las mentes, y tenemos que tener diversidad para poder alcanzar la convivencia y construir la paz”, instó el líder argentino al abogar por una democracia más participativa donde los pueblos tengan las herramientas para defender sus derechos.
En tanto, el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz en 2016, definió que el “diálogo” es el puntapié inicial para que América Latina y el Caribe tenga “una oportunidad para salir con una voz fuerte y una relevancia mayor frente a los problemas mundiales”, al tiempo que enumeró una serie de iniciativas regionales exitosas como los “Objetivos de Desarrollo Sostenibles; o el Índice de Pobreza Multidimensional que ahora se está volviendo el indicador para combatir la pobreza”.
Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz en 1992, destacó que “el desarrollo integral no puede pasar por encima del sentimiento de la sociedad y de los diversos conflictos que se libran todos los días como la pobreza material”, al tiempo que reflexionó que a nivel global se vive la misma suerte “en torno a la pobreza humana, espiritual y de calidad de vida, que no tienen fronteras”. La líder guatemalteca expuso, durante su alocución, una visión optimista sobre el futuro de la región, centrada en la necesidad de llevar adelante políticas públicas que estimulen la inclusión financiera y en ámbitos sociales.
La mirada estratégica en torno a la necesidad de poner el foco en el medio ambiente fue aportada por el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados, quien advirtió que “el camino hacia la consolidación de América Latina y el Caribe como una región de paz y justicia social tiene incontables facetas” relacionadas al “fomento de la educación y el fortalecimiento del saneamiento básico”, pero también a la “construcción de infraestructura y formación de un mejor servicio estatal”.
“El desafío común es construir por encima de las diferencias, ese es el espíritu”, afirmó el titular de la institución, al detallar que “CAF duplicará su tamaño en 10 años, y estamos destinando US$ 25.000 millones en financiamiento verde hasta 2026 para acompañar a nuestros Estados socios y al sector privado en la acción contra el cambio climático y por la sostenibilidad ambiental”.
El 20 de abril de 1964, Nelson Mandela decía ante el Tribunal Supremo de Pretoria: “Durante toda mi vida me he dedicado a esta lucha (…), y he anhelado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la que todas las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades”. Una vez más, sus palabras nos invitan a pensar en soluciones regionales desde una perspectiva del diálogo pacífico, para alcanzar sociedades libres y diversas y con altos grados de desarrollo sustentable.
Social
El camino hacia la consolidación de A. Latina como región con justicia social se relaciona con fomento de la educación y fortalecimiento del saneamiento básico.
Desarrollo
Faltan soluciones regionales desde una perspectiva del diálogo pacífico para alcanzar sociedades libres y diversas y con alto grado de desarrollo sustentable.
Retos
En A. Latina los retos siguen siendo muchos, pero los esfuerzos deben apuntar a trabajar contra la desigualdad, apuntando a la acción estratégica.
(*) Vicepresidente Corporativo de Programación Estratégica en el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).