¿La educación profesional híbrida llegó para quedarse?

Cuando se habla de los efectos de la pandemia del covid-19 en la educación, pocos se refieren a los más de 20 millones de alumnos afectados que se capacitaban en las más de 30 instituciones de formación profesional que recién daban sus primeros pasos en la virtualidad, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo.

La disrupción tecnológica acelerada por la pandemia abrió la puerta a la virtualidad, pero dejó en evidencia que es un proceso que no aplica para todos.
La disrupción tecnológica acelerada por la pandemia abrió la puerta a la virtualidad, pero dejó en evidencia que es un proceso que no aplica para todos.GENTILEZA

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Como en otros sectores, jóvenes y mujeres fueron los más afectados; el primer grupo, por la pérdida rápida de empleos e incluso el cierre de actividades económicas en las que participaban más intensamente como el comercio, restaurantes y servicios; y el segundo por la excesiva concentración de responsabilidades de cuidado en los hogares confinados a cargo de las mujeres que, usualmente, debían dedicarse también a un empleo a tiempo parcial o al estudio.

Estos son algunos de los hallazgos de la publicación del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) “Nueva normalidad y formación profesional. Aportes desde la experiencia de cuatro instituciones de formación” en el que se buscó caracterizar los procesos de vuelta a la presencialidad en una muestra de cuatro Instituciones de Formación Profesional (IFP) de la región: El Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial SENAI en Brasil, el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA en Colombia, el Instituto Nacional de Aprendizaje INA en Costa Rica y el Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional INFOTEP en la República Dominicana.

“La pandemia, para la formación profesional, puede verse como una etapa de ensayo. Forzó a las instituciones a migrar rápidamente a la virtualidad y aprender cómo hacerlo mientras lo hacían. Tuvo a la vez otra virtud, destacada ampliamente por los entrevistados, pues catalizó y aceleró procesos de cambios inminentes, que en tiempos normales podrían requerir años. Los aprendizajes durante este período deben ser capitalizados para transitar, ahora de manera más planificada, el camino de transformación digital de la formación profesional”, afirmó Felipe Migues, economista y autor del estudio.

La disrupción tecnológica acelerada por la pandemia abrió la puerta a la virtualidad, pero también dejó en evidencia que es un proceso que no aplica para todos y que las fronteras nacionales ya no son limitantes para trabajar ni para formarse en diversas áreas. Dos años después, parece haber un consenso de tomar las lecciones aprendidas y potenciar la formación profesional híbrida.

Ante la pregunta de si la educación híbrida llegó para quedarse, Bibiam Díaz, especialista en educación de CAF, respondió: “Sí, y ahora que hemos retornado gradualmente a la presencialidad, el reto de las instituciones educativas -incluidas las de formación profesional- es capitalizar los aprendizajes logrados en la incorporación de herramientas tecnológicas, y continuar hacia un proceso de transformación digital en todas las dimensiones de su gestión”.

La especialista agregó que como se recoge en el informe publicado por CAF, la formación profesional debe acelerar la incorporación en sus ofertas de las habilidades demandadas por los nuevos mercados de trabajo altamente tecnologizados, así como emprender procesos de modernización institucional que mejoren su capacidad de respuesta a las empresas y consolidar alianzas para ampliar su impacto.

Alianza CAF con 17 universidades

Un ejemplo de las potencialidades de la formación profesional híbrida en la región es el lanzamiento del Diplomado en Gobernabilidad e Innovación Pública para líderes y lideresas de América Latina y el Caribe dictado por CAF en conjunto con 17 universidades para contribuir al fortalecimiento institucional mediante la capacitación de líderes y lideresas de la región, en el desempeño eficaz de sus funciones, desde una perspectiva que procura asegurar un balance apropiado de variables políticas, económicas, sociales, climáticas y de género.

El Diplomado está dirigido a líderes y lideresas que trabajan temas relacionados con innovación y gestión pública (nacional y subnacional), sector privado, sociedad civil, etc., con foco en temas estratégicos para la región como: reactivación productiva, sostenible e inclusiva, transformación digital; género e inclusión; biodiversidad y cambio climático; innovación; economía circular y sustentable; incorporación de los ODS 2030 en las prácticas públicas y privadas, entre otros.

El Diplomado tiene una modalidad mixta, en la cual, el 50% de la capacitación es dictada por CAF de forma “online”, mientras que el restante 50% es ofrecido por universidades de Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Reto

El reto es que las instituciones educativas capitalicen aprendizajes logrados con la herramienta tecnológica, y seguir hacia un proceso de transformación digital.

Lección

Dos años después de iniciarse la pandemia, parece haber un consenso de tomar la lección aprendida y potenciar la formación profesional híbrida.

(*) Ejecutivo principal de comunicación en el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

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