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¿Qué lleva a estos artistas a soñar, a apuntar sus ilusiones hacia direcciones a veces tan remotas, a levantar su grito de desesperanza, a dar rienda suelta a sus más ardientes pasiones? Quién pudiera saberlo, pues la poesía es un misterio, una forma de arte muy complejo que posee distintos colores y matices.
Rosa García tiene una voz poética singular. En su poema Paraguay muestra la dolorosa realidad de un país sumido en la congoja. Pero también, abriendo la ventana a la esperanza, nos dice que ya es tiempo de que estallen las semillas que traigan a su gente la primavera. Presiento que muchos lectores se identificarán con su anhelo, pues estos tiempos que afrontamos nos tienen en zozobra y, al mismo tiempo, corroen nuestras mejores ilusiones.
Gloria Marecos es una poetisa que se ha ganado un sitio importante en las letras paraguayas.
Ella hurga en el interior del ser humano con empeño. Deseosa de conocer, de saber, de ir a la esencia de la verdad, nos escribe sobre lo efímero de la
materia.
En un mundo complejo que parece apuntar hacia tantas direcciones, Gloria Marecos nos plantea múltiples interrogantes. Hay que leer con mucho detenimiento cuanto ella dice entonces. En su poema titulado Transmutación 6 escribe que la vida es una metáfora. Inquietante manera de definir la existencia la suya. Inquietante y, a la vez, muy sugestiva.
Stella Machuca nos entrega diez poemas en este libro colectivo. Es difícil descifrarlos, ciertamente.
Hay una luz dentro de ellos, mas esa luz debe ser buscada con paciencia.
Su voz trae consigo muchas incógnitas. Por ejemplo, cuando escribe: La realidad/ parece mecerse/ en la quietud/ emitiendo confusas/ señales. Entonces uno se pregunta cuál es la realidad. ¿La existencia que vemos diariamente en nuestra figura y en otras formas humanas? ¿O tan solo el espejismo que deseamos ver por temor a enfrentarnos a tantas preguntas?
La huella, la identidad poética de Stella Machuca guarda muchas revelaciones.
Sus versos están ligados a metáforas que se deslizan por caminos de dolor y de ternura al mismo tiempo. Y qué bellos son por cierto cuando dicen: En una búsqueda/ en silencio/ oirás susurrar/ la suprema música/ el sonido callado/ de la existencia.
Su yo individual se mezcla o entremezcla con el yo colectivo en la búsqueda permanente de alguna salida hacia la luz.
Profundamente humanista, Stella Machuca nos invita a recorrer el tiempo y la distancia que, a su vez, recorre el ser humano.
Genaro Riera Hunter escribe poemas breves pero intensos. Hay una suerte de hermetismo en sus mensajes. Señales, claves, acertijos que el lector debe ir descubriendo pacientemente nos ofrece este poeta. Hace alusión a la naturaleza en algunos versos. Y en su poema Lo que no está en las manos escribe con cierta ironía: Libros, libros, libros./ Libros sin franqueza,/ libros juntos a los mismos libros./ Libros lejos de mi propio libro.
Creo que la realidad de un escritor es decididamente distinta a la de otro escritor. Tal vez, pensando en las realidades que están encerradas dentro de las mentes de quienes van llenando las páginas de una obra de teatro o de un texto de historia, entre otros textos, Genaro Riera Hunter trazó estas líneas. Un agudo análisis de lo que se da en llamar creatividad literaria sostiene este poema singular.
LLAMADO A LA REFLEXIÓN
Edgardo Figna observa el mundo complejo con realismo. Hay que estar atentos a cuanto escribe, pues su voz lleva acentos casi proféticos. Deben leerse con mucho detenimiento, pues corresponden con los tiempos que vivimos estos versos: La Orden Suprema pide poseer del dominio de las mentes./ La meta es convertir poblaciones en rebaños humanos./ La técnica dice confundir,/ polarizar noticias/ polucionar la mente quebrada con tantos desatinos.
Más contundente todavía, Figna expresa su verdad en estas líneas que deberían llamarnos a la reflexión: Sociedad en conflicto./ Hay personas que pareciera/ han instalado un baño en su cabeza.
Ulisses Viveros nos trae una obra madura, plena, que ha pasado por el filtro del oficio, de la inspiración buscada y también del propio dolor de escribir en una sociedad de consumo, que tiene los oídos sordos, tal parece, a lo que cantan y a veces gritan ya los poetas.
En su legado La ira del poeta nos invita a recorrer un camino breve pero intenso y digno de traerlo a nuestra realidad: Desconoces el universo./ Los astros no te hablan,/ se abrazan en constelaciones y festejan tu ignorancia./ Eres un simple humano/ ciego de fantasías, / ¡mudo de poesía!
Gran verdad la suya. ¿Qué sabemos del universo? Nada o casi nada.
Observamos las estrellas, los luceros, al alba, al bajar la noche, y caemos en la cuenta de que son tan bellos como lejanos. Pero si razonamos fríamente ante su magnificencia, llegamos a la conclusión de que somos tan de polvo, tan de hueso, y que estamos solamente de paso por la vida.
Celebro la obra de Viveros.
Su creatividad en ascenso es una viva y clara señal de que la poesía tiene mucho futuro todavía por andar en nuestra sociedad. Y es muy bueno que así sea, pues la palabra de un buen poeta deja en evidencia cuan mudos y sordos somos los seres humanos ante la belleza de la naturaleza y también la desdicha y la miseria de nuestro prójimo.
A manos llenas nos ofrece estos versos sorprendentes: Preciso sentir algo:/ una emoción cualquiera./ Me duele no estar viva, / dijo la piedra.
Gabriel Ojeda tiene muchas cosas que decir y sabe decirlas. Eso es funda-
mental.
Asumiendo la realidad desgastante de una sociedad y de un mundo donde todo parece mezclarse, valores y antivalores, maldad y bondad, escribe poemas que apuntan directamente a la conciencia del hombre.
En esta casi oscuridad,/ -Sintética luminosidad ausente-, / la gente camina sin rumbo prefijado. En estas líneas, Ojeda lanza un urgente llamado a la cordura a la gente.
La interpretación de los conflictos humanos encuentra en su obra poética un realismo crudo.
Conocedor de la existencia, de la vil manera de manipularse al ser humano a través del poder, toma la palabra para rebelarse.
Gabriel Ojeda ya viene ocupando desde hace mucho tiempo un lugar de preferencia dentro de las letras.
Es altamente meritorio el libro Esencia develada.
El coordinador de los encuentros literarios de los poetas, Victorio V. Suárez, puede sentirse orgulloso de haberlos discipulado, de haberles dado desde su experiencia y desde su cultura la posibilidad de conocer los diversos modos de la creación. Ellos han aprendido a ser libres y sumamente auténticos en su expresión.
POESÍA PARAGUAYA
AMOR Y RENCOR
Errar es humano,
rencor, dolor y odio;
esclavizan nuestro ser.
Nuestra voluntad,
nuestra iniciativa,
se oscurecen
cuando el ser errado
aparece.
Espinas punzantes
se clavan profundas,
cerrando las puertas
de nuestro corazón.
Apartemos la sombra maligna
que en nuestra senda se cruza,
en vez de rencor
demos amor,
brindemos el bien
sin mirar a quien
Ana Duarte
delfina@abc.com.py